Los pélets recogidos en las playas de Cantabria no llegan a los tres kilos

Pese a que los datos dejan claro que la situación cántabra dista mucho de la gallega, donde se están retirando cantidades mucho mayores de estas esferas diminutas, el Gobierno regional afirma que mantendrá el dispositivo de limpieza «durante los próximos días y semanas», por prudencia.

Los restos de este material se esparcen estos días por las costas de todo el norte peninsular después que el pasado 8 de diciembre el buque de bandera liberiana Toconao perdiera un contenedor con 25 toneladas de este producto en la costa portuguesa. Ayer, el operativo integrado por los 25 trabajadores de Tragsa y los diez que ha enviado el Ministerio estuvieron limpiando en las playas de Luaña, en Alfoz de Lloredo; Los Tranquilos, en Ribamontán al Mar; Santa Juliana y Sonabia, en Liendo; Brazomar y Ostende, en Castro Urdiales; El Tostadero, en San Vicente de la Barquera; La Tablía, en Suances; Valdearenas, en Piélagos; La Cava, en Noja; El Huevo, en Cuchía; y Usgo y Usil, en Miengo.

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También voló el dron llegado como apoyo desde Madrid, que se ha dedicado a inspeccionar los arenales que tienen más difícil acceso para contemplar la posibilidad de que los operarios acudan a limpiar. Pero a la postre es una labor que se traduce en escasos resultados porque la cantidad de vertido plástico que llega a las playas cántabras es tan irrisorio a día de hoy que los trabajadores apenas cargan con un puñado de pélets cada vez.

«Continuaremos coordinados con la Xunta de Galicia y con el Principado de Asturias para conocer la situación del vertido y para ver su evolución; y estamos a la espera de los resultados del informe que hemos encargado al Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria (IH)», afirmó el consejero sobre un estudio con el que los científicos intentan avanzar cómo se va a comportar la masa de plásticos que aún están en el agua. Además, los agentes del Servicio de Vigilancia Ambiental están trabajando en las localidades de Suances, Miengo, Arnuero y Noja.

Pese al dispositivo oficial para la limpieza del vertido, que encuentra su homólogo en otras comunidades autónomas afectadas, diferentes plataformas de voluntariado de A Coruña, Cantabria y Asturias han pedido un 'protocolo' de actuación en las playas para coordinar a personas dispuestas a colaborar de manera desinteresada.

En Cantabria fue SEO/BirdLife la que programó una batida de vecinos en la playa de Ris el pasado viernes; pero el Gobierno regional advirtió de que dichas acciones deben estar circunscritas a la mera observación y comunicación, pero nunca a la recogida, que debe ser oficial, a través del dispositivo organizado desde la pasada semana por Tragsa. «Cualquiera puede avisar de la presencia de pélets en las playas o costas, pero es el Gobierno de Cantabria el que debe centralizar la recogida», apuntaron fuentes institucionales, que buscan seguir también los mismos pasos del resto de comunidades afectadas.