Secciones
Servicios
Destacamos
En los Presupuestos del Gobierno de Cantabria para 2022 aparece consignada una partida para el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac). No es la primera vez que sucede, sin embargo, algo ha cambiado para que el director del Mupac, Roberto Ontañón (Santander, 1965) ... se pellizque el brazo izquierdo en las reuniones para buscar la corporeidad del sueño. Los 'moratones' que luce, bromea, son la muestra de que es real, de que en 2022 empezarán las obras del museo, durante décadas postergado: «Esta vez lo sacamos adelante».
-Al parecer, las obras del Mupac empiezan en 2022, ¿se lo cree?
-(Ríe) Tengo el brazo izquierdo lleno de moratones por los pellizcos que me doy cada mañana cuando tenemos una reunión. Si me preguntas esto hace dos o tres años, te hubiera dicho que no, porque llevo mucho en la búsqueda de una nueva sede: ha habido avances, retrocesos, fiascos, promesas, pero cuando vas viendo que las propuestas avanzan, que hay compromisos de financiación serios y acuerdos a nivel autonómico y nacional, la cosa cambia. Además, estamos trabajando por lograr fondos europeos y eso sería el pleno total. Creo que es ahora o nunca, de aquí al primer trimestre de 2022 lo vamos a saber ya con seguridad y dejaré tranquilo mi brazo izquierdo, ¡no me autolesionaré más! A día de hoy creo que sí, que lo vamos a sacar adelante.
-Este retraso viene de mucho antes, ni los bajos de Puertochico eran una sede digna. ¿Qué se ha hecho mal para llevar este retraso, que parece toca a su fin?
-Lo que se ha hecho mal es no darle la importancia que tiene, ni por parte de los propios políticos y la Administración, ni en parte por la ciudadanía que no ha salido a la calle a reivindicar que haya un gran museo de prehistoria, salvo algunos sectores o colegas como Alfonso Moure, de la Universidad de Cantabria, que salía públicamente a la palestra a reivindicar un buen museo a la altura de la colección. Lo que hemos hecho mal es que no ha habido una apuesta seria y real por el museo, más allá de las buenas palabras y de proyectos frustrados e inacabados.
-¿Y qué se ha hecho bien?
-Apostar en serio no solo por el museo, como se hizo en 2017 con el Plan Estratégico de Dinamización del Arte Rupestre, que integraba conservación, investigación y difusión. El museo tenía que ser el foco para dinamizar toda la región en torno a su patrimonio prehistórico, y en las últimas legislaturas, las direcciones generales de Cultura realmente han tomado ese toro por los cuernos y tiran hacia delante. Realmente faltaba esa decisión firme de sacar el proyecto, de creer en un museo a la altura de lo que merece nuestro patrimonio arqueológico, es una deuda histórica con nuestro patrimonio, pero también un elemento para sacar a esta región adelante, sobre todo en las zonas rurales donde están las cuevas; es un vector de empleo de calidad y desarrollo socioeconómico.
INVERSIÓN CULTURAL
NOVEDADES EN MONTE CASTILLO
-Ha mencionado a la ciudadanía, su desafección, ¿cree que la población de Cantabria no siente como suyo el patrimonio? ¿Cómo cambiaría esta percepción? En Burgos, por ejemplo, el Museo de la Evolución Humana y Atapuerca se han convertido en el gran agente cultural, además de un foco de atracción turística. ¿Estamos por debajo de nuestro potencial?
-Estoy totalmente convencido. Podemos hablar de arte contemporáneo o de arte prehistórico, pero el ejemplo más cercano es el Guggenheim de Bilbao. Recuerdo los movimientos de oposición que había ante la 'colonización cultural' de una fundación americana, pero la inversión que se hizo tiene hoy en día un retorno que la multiplica por veinte. Lo mismo sucede en Castilla y León, donde la apuesta por la evolución humana y por Atapuerca es clarísima y gracias a ello Burgos ha vivido una transformación urbana y cultural, se han generado sinergias entre los pueblos donde está el yacimiento y la ciudad, y ha cambiado la forma de visitarla... No voy a repetir otra vez el ejemplo francés, hay ejemplos cerca y lo importante es que sabemos que funciona.
-¿Cómo se cambia ese vínculo social con el patrimonio, qué se está haciendo al respecto?
-Hay que hacer mucha pedagogía, aunque la palabra suene un poco infantil, y estamos trabajando en esa línea. En este país invertir en cultura se siente como una especie de sacrilegio. Además de Sanidad y Educación, también hay sectores estratégicos donde hay que invertir, y tenemos que convencer a la población de que su patrimonio arqueológico es un elemento identitario y algo único que tienen que conocer, pero también de que esa riqueza cultural puede servir para el desarrollo socioeconómico de la región. Ese es el chip que tenemos que cambiar: convencerles de que nuestra riqueza patrimonial se puede poner a funcionar en pro del desarrollo socioeconómico de la región, porque realmente los modelos que se han puesto en marcha sabemos que funcionan.
-Póngame algunos ejemplos, ¿hay algún informe que cuantifique el efecto económico que pueden tener las nuevas instituciones, no solo el Mupac, sino también el Centro de Arte Rupestre que se está construyendo en Puente Viesgo?
-Más allá del Guggenheim, cuya escala de transformación urbana fue muy ambiciosa y con grandes inversiones, tenemos datos de colegas de centros de interpretación que así lo avalan. Si hablamos de Puente Viesgo, su correlato serían los centros de interpretación que hay, por ejemplo, en Pirineos, bien en torno a la cueva de Gargas, o el Parque de la Prehistoria de Tarascon-sur-Ariège. Este parque está en un pueblo rural, tipo Ramales de la Victoria, donde hay cuevas abiertas, tipo la del Mirón. Pues bien, allí se hizo una inversión para crear el parque asociado a las cuevas, como puede ser Monte Castillo con el Centro de Puente Viesgo: aquella inversión supuso no solo construir el parque sino dotarlo de personal, generar servicios alrededor como los establecimientos de hostelería y sobre todo el empleo de la población local; además, esa zona ahora se incluye como destino en los paquetes de promoción turística del territorio. El retorno que reciben hoy en día multiplica por tres la inversión que se hizo. Así que no hay que mirar a gran escala con planes como el del Guggenheim, sino que a escala más modesta también funciona: sabemos cuál es el procedimiento para hacerlo y sabemos que funciona. Lo que faltaba era la apuesta decidida por hacerlo y ese momento ha llegado: 2022 espero que sea el año que esto arranca, y cuando se ponga en marcha, va a ser éxito.
-Precisamente Puente Viesgo nos dio la sorpresa hace unos meses con el hallazgo de dos nuevas cuevas. ¿Hay novedades en Monte Castillo?
-En Coterío II, donde aparecieron las pinturas, estamos en la fase de procesado de información, tenemos gigas de datos con fotogrametría y colorimetría, y tras procesar esas imágenes y hacer la interpretación definitiva, lo siguiente será anunciar los resultados y publicarlos. En cuanto a Coterío I, aún no se ha hecho el sondeo de comprobación con el investigador José Manuel Maíllo, por cuestión de tiempos y procedimientos, y se ha pospuesto a 2022. Tras los nuevos hallazgos, hemos propuesto a la Dirección General de Cultura ampliar el proyecto de 'Investigación de conjuntos de pinturas rojas en las cuevas de Cantabria', que iba a acabar en 2022, de tal manera que el año que viene, este proyecto centrará buena parte del trabajo en Monte Castillo, en Puente Viesgo. Vamos a entrar en otras cuatro cuevas que están más o menos localizadas y hay posibilidad de que haya pinturas y grabados.
Proyectos
-Viene de Madrid, donde la Fundación Palarq entregó esta misma semana su premio nacional de investigación al proyecto desarrollado en La Garma. ¿Llega a tiempo este reconocimiento?
-Es un espaldarazo a la tremenda riqueza arqueológica de la región y su registro paleolítico, que siempre nos ha caracterizado desde el descubrimiento de Altamira. Es un reconocimiento a la labor que desarrollamos para conservar, para investigar y poner en valor ese patrimonio, y premia no los resultados de la investigación sino su proyección de futuro, es decir, las líneas de trabajo. En La Garma dejaremos sentadas las bases de su investigación y conservación, y tiene tanta riqueza que allí va a haber trabajo para más de una generación de arqueólogos. El premio, por tanto, reconoce la madurez de un proyecto de investigación, pero también un proyecto con larga vida por delante.
-Con las líneas de investigación que hay actualmente abiertas en Cantabria, ¿por dónde van a venir las próximas 'sorpresas' en materia de prehistoria?
-Con el trabajo que están haciendo investigadores externos en el Mupac, ya sean del Instituto de Investigaciones (IIPC) o de otras universidades, va a haber resultados de paleoclima o sobre cambios climáticos, pero esto es más cuestión científica. En arte paleolítico seguro que vamos a tener sorpresas, no lo dudo ni un minuto. Van a venir nuevas noticias sobre el tránsito entre el neandertal y el sapiens, y también hay líneas de trabajo sobre el posible arte neandertal en las paredes de nuestras cuevas. Además, en La Garma, cada vez que abrimos un nuevo sector está comprobado que tiene sorpresas y estoy convencido de que el próximo año vamos a encontrar cosas inusuales, algo extraordinario como fueron las pisadas infantiles que encontramos este año.
-¿Hay algún resultado en la muela neandertal que se encontró en El Castillo?
-Ese trabajo que está haciendo (José Manuel) Maíllo es interesantísimo porque el potencial de ese yacimiento en cuanto al conocimiento de los grupos neandertales cantábricos, sus modos de vida, su extinción y la aparición del sapiens es crucial. Y la investigación está en sus prolegómenos, con lo que va a ser una fuente interesantísima de información. Además, va a trabajar en la base de la secuencia: si las dataciones apuntaban a entre 90.000 y 125.000 años, tras la investigación de Obermaier, en La Garma estamos ya en 400.000 años, así que sabemos que en Cantabria ha habido ocupaciones humanas equiparables a las de la 'Cima de los huesos' de Atapuerca. En ese sentido, El Castillo es un sitio donde aún quedan metros de potencia por excavar en la base de la secuencia y uno de los objetivos de la campaña de estas nuevas excavaciones es profundizar en los niveles de base para ver qué pasó en el Paleolítico antiguo: va a ser otra fuente de novedades que nos dará alegrías.
-¿La muela está en Santander, en el Mupac?
-No, y de ahí la importancia del nuevo museo. No solo incluye la parte de exposición al público y la conservación, sino que también tendrá equipamiento científico-técnico para que la siguiente fase de las investigaciones, que es la del estudio de materiales, se pueda realizar también en Cantabria, con difrerentes laboratorios e instalaciones que ahora mismo no tenemos. Al final se trata de que el Mupac sea una institución que responda a la importancia del patrimonio que gestiona.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.