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«Escribo estas líneas sabiendo que es muy probable que este sea mi último libro». Así comienza Miguel Ángel Revilla 'Toda una vida', su séptima incursión en el mundo editorial en el que debutó en 2012 con 'Nadie es más que nadie'. Pero como le ... ha ocurrido más de una vez en política, sobre todo con sus candidaturas electorales, que siempre son las últimas hasta que llegan las siguientes, 'Toda una vida' no parece que vaya a ser su final literario, pese a que en muchas de sus páginas alude a una despedida más o menos velada.
Esta misma semana, El Diario Montañés conversó sobre su obra con el expresidente de Cantabria y todavía secretario general del PRC. Puntual a la hora de la cita, Revilla salió de su despacho de la sede regionalista, en la plaza del Ayuntamiento de Santander, con un cuaderno tamaño folio y sus hojas escritas a mano, a boli, con una caligrafía de cartilla escolar y sin ningún tachón. Era un fragmento de su próximo libro, el octavo, en el que pisará menos Cantabria para centrarse en asuntos nacionales e internacionales: las guerras de Ucrania y Gaza y los casos de corrupción que ocupan hoy las portadas de los periódicos. «Me equivoqué en el título de 'Toda una vida'. ¿Ahora cómo voy a llamar al siguiente?», bromea.
Antes de que llegue ese futuro libro, el expresidente regional se encuentra en plena promoción por España de 'Toda una vida', aprovechando que ahora la política cántabra no le roba tanto tiempo como las dos legislaturas pasadas, cuando estaba al frente del Gobierno.
En sus 342 páginas, Revilla le dedica un protagonismo especial a la corrupción, con un repaso a casos de los que ya ha hecho mención en alguno de sus libros anteriores, como Kitchen, el Rey Emérito, Bárcenas, Blesa, Villarejo, Lezo y los ERE del PSOE, entre otros. Para quien esté acostumbrado seguir al líder del PRC en sus intervenciones en la televisión, sobre todo en 'El Hormiguero', sus reflexiones sobre estos asuntos no le cogerán por sorpresa. «De mí pueden decir muchas cosas, pero no que la honradez no sea la guía de mi conducta. De hecho, es un atributo ampliamente reconocido y forma parte de las razones por las que muchas personas me consideran una referencia», señala un Revilla que recuerda uno de sus primeros carteles electorales, allá por el año 1991, donde sobre su foto, sin canas pero con el mismo bigote poblado, se podía leer: 'Que gobierne la verdad. Da tu voto a la honradez'. «Con aquel eslogan, el PRC sacó el peor resultado de la historia. Yo no daba crédito. Los expertos me decían que la honradez no vendía, pero es impagable poder ir por la calle con la cabeza alta», subraya.
Los momentos más interesantes del libro –al menos los más novedosos– llegan con el Revilla más intimista. El político que se abre en canal para hablar de sí mismo, de sus miedos, de sus motivaciones y de cómo afronta su vida personal y política con 80 años recién cumplidos (ahora ya 81). Algunos de esos pensamientos son los que reproducimos a mayor tamaño sobre estas líneas. Otros se refieren tanto a sus primeros años en política como a los pensamientos que llegan ahora, en la recta final. «Para mí no hay nada más gratificante que sentirme querido. Y me encuentro en una etapa de mi vida en la que compruebo a diario el cariño de la gente. He constatado que hay miles de personas que me estiman y me valoran, lo cual me resulta enormemente placentero. Simplemente me comporto tal como soy, como he sido siempre», escribe.
Tras repasar cómo fueron aquellos orígenes del PRC y de su vocación política –ya conocemos su pasado banquero, el barco que vendió, sus excursiones en coche por todos los pueblos...–, el expresidente está convencido de que «si no hubiera dado los pasos que di, Cantabria no sería hoy una comunidad autónoma. Para lo bueno y para lo malo, me considero el padre de esta realidad maravillosa e irreversible que se llama Cantabria, a la que he dedicado mi vida».
Revilla no se arrepiente en absoluto de la decisión que tomó en su día de dedicarse a la política, pese a los malos momentos que también se ha encontrado por el camino. «Yo me considero un privilegiado por muchas razones, entre ellas porque tengo la fortuna de no haber envidiado jamás a los que tienen una vida de lujo», asegura. Y destaca la coherencia entre su discurso y los hechos como uno de sus principales legados en estos años: «Quizás, es lo más difícil de conseguir en política y lo que más añora la gente normal en los dirigentes actuales. (...) Quienes ostentamos cargos públicos de responsabilidad y tenemos cierta notoriedad hacemos mucho daño cuando decimos una cosa y hacemos la contraria».
Tres de los pasajes más llamativos del libro los narra el propio Revilla en el vídeo que ha grabado para El Diario Montañés: su pesadilla más terrible, una noche de la primavera de 2021; aquella vez en el año 1987 que le intentaron comprar con 100 millones de pesetas; y el programa de televisión que más le ha impactado.
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