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Sobre el mapa de la red transeuropea de transportes, Cantabria es una isla al margen de todas sus comunidades vecinas en el Corredor Atlántico desde los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno central. Desde entonces las incorporaciones de las comunidades ... autónomas vecinas -País Vasco, Galicia o Asturias- han ido dibujándose progresivamente a brocha gorda en el trazado. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, presentó el miércoles un proyecto que, a su juicio, ofrece «una visión de España moderna, cohesionada y competitiva». Una fotografía en la que la comunidad autónoma vuelve a quedarse fuera, como si se tratase de «una isla desierta», y, lo que es peor, permanecerá así al menos hasta 2023. Se incluye, como si se tratase de un parche, como «tramo complementario al corredor» el trazado entre Santander-Palencia, es decir, el tramo del tren de altas prestaciones con Madrid. Una propuesta que Europa ni siquiera contempla.
Este diseño puede «suponer una desventaja para el desarrollo económico de la región de 20 o 30 años» con las autonomías vecinas, derivará en «la posible perdida de conectividad de nuestras empresas con los focos económicos y logísticos» y es «una tomadura de pelo de responsables políticos con nombres y apellidos», según las instituciones afectadas, los empresarios, expertos en logística, economistas y académicos.
Jaime González Presidente de la Autoridad Portuaria (APS)
Jaime González no oculta su malestar por las formas en que Fomento ha hecho las cosas: «El ministro no quería que fuésemos a la reunión y, como no puede no invitarnos, lo hace un día antes, cuando tiene muchas posibilidades de que no estemos allí. Se convoca a alguien de un día para otro cuando no quieres que vaya a presenciar tu mensaje». ¿Por qué? Él lo tiene meridianamente claro: «Cantabria queda fuera de la red transeuropea, queda aislada y sola por decisión de personas, partidos y gobiernos con nombres y apellidos que sí integran a otras regiones». A su juicio, «esto muestra el grado de interés que hay por el desarrollo a corto, medio y largo plazo de Cantabria».
El presidente del Puerto explica que seguir excluido implica que no se recibe la financiación en el ámbito de la planificación estructural mientras los recursos irán a Galicia, Asturias, País Vasco y Castilla. Y no afecta exclusivamente al puerto de Santander, «sino en el establecimiento de industria productiva o de empresas de gran distribución, que lógicamente por esa falta de prestación de soluciones logísticas clave se van a ir a otro lugar». Este escenario, a su entender, tiene un «efecto negativo doble: no sólo que no encontrará las infraestructuras en Cantabria, sino que en las regiones vecinas sí sucederá. No jugamos en igualdad de condiciones con la comunidades limítrofes, porque van a tener el máximo desarrollo en prestaciones logísticas al estar en la red transeuropea».
González pone el énfasis «en que los territorios donde se realicen estas infraestructuras podrán competir con los parques de vagones de las compañías que operan en los distintos anchos», mientras que en Cantabria, donde no habrá la misma accesibilidad, «la movilidad ferroviaria para mercancías no podrá ser la misma, lo que supondrá décadas de retraso con las regiones vecinas».
Además, resalta González la importancia de conectarnos por la 'Y vasca', que llegará hasta el puerto de Bilbao. «Necesitamos que ese apéndice llegue a Santander y Torrelavega, pasando por el Llano de la Pasiega». Eso, a su vez, permitiría conectar con los corredores del Ebro, Mediterráneo y Europa y transformaría toda la región.
El presidente de la APS califica de «tomadura de pelo» y de «insulto a la inteligencia» que se incluya en él la conexión entre Palencia y Santander. «Si usted tiene que decir que no a que estemos en la red, dígalo, y que la gente vote en consecuencia. Pero hay que conseguir trasladar la gravedad de quedarse fuera del Corredor a la hora de evolucionar industrialmente y en el mundo de la distribución. Cantabria es un desierto».
Lorenzo Vidal de la Peña Presidente de la CEOE
El líder de los empresarios cántabros cree que, «a día de hoy, no tiene sentido discutir la realidad y es que Cantabria está aislada y el dibujo del Corredor sólo sirve para confirmarlo». Insiste en que «haber llegado a esto es responsabilidad de todos». Sin embargo, cree que «ha llegado la hora de dejar de perder tiempo discutiendo y de alcanzar consensos». «Necesitamos un gran acuerdo social sobre cómo se puede compensar a Cantabria ahora, que toda la sociedad valide una alternativa que nos haga estar en el próximo gran proyecto de infraestructuras». CEOE-Cepyme se ofrece a ser, si así se decide, el punto de encuentro aséptico y neutral en el que se puedan desarrollar estos acuerdos.
A su entender, las consecuencias de no hacerlo son «dramáticas». «No se trata de perder un tren ni de ir en el vagón de cola, sino de un cambio de época en el que estamos inmersos donde los territorios y la evolución de su población estará en una época u otra».
Vidal de la Peña apuesta por ponerse manos a la obra y crear grupos de trabajo para engancharse a la 'Y vasca', que «es nuestra salida natural junto al mar», así como programar la actuación de cada uno en la misma dirección.
David Cantarero Profesor titular de Economía de la UC
El profesor de la Universidad de Cantabria alerta de que «se pueden perder, sobre todo, las posibilidades de crecimiento económico a medio y largo plazo». Cree que el problema es que «falta voluntad para no seguir perdiendo este tipo de oportunidades pues está ya demostrado en diversos estudios empíricos que aquellos territorios o localidades menos conectados tienen mayor riesgo de aislamiento social y económico, además de afrontar problemas de despoblación y evolución de su pirámide demográfica desfavorable».
Una de las consecuencias que ve es que las infraestructuras actuales no permiten siempre la circulación de grandes convoyes y eso permita la reducción de costes necesaria para aumentar la productividad y competitividad. A ello habría que sumar «cómo afectará a la posible reducción de costes de transporte pues sino Cantabria puede quedar descolgada de importantes desafíos de futuro económicos».
Asimismo, llama a tener en cuenta «la pérdida de atractivo para inversiones, así como poder instalar nuevas empresas». En este escenario, apunta Cantarero que «sin nuevas inversiones que potencien las empresas ya existentes y la instalación de nuevas compañías las opciones de Cantabria para crecer en el futuro se verían bastante limitadas».
Cantarero cree que dejar a Cantabria excluida del Corredor del Atlántico «va a exacerbar el hecho de que quedemos aún mas aislados del resto de focos de crecimiento económica». Dicho en otras palabras: «Hace crecer la sensación de que parece muchas veces que los ciudadanos de Cantabria seamos ciudadanos de segunda o de 'segunda B' cuando en realidad hemos de ser como todos».
Luigi dell'Olio Catedrático de Infraestructura de los Transportes
El catedrático de Universidad en el área de Ingeniería e Infraestructura de los Transportes y director de la Fundación Leonardo Torres Quevedo dice que estar fuera del Corredor Atlántico es «muy perjudicial» para Cantabria porque supone perder la oportunidad de recibir fondos europeos para mejorar su conexión con la red europea de transporte y con las regiones limítrofes.
Detalla que el Corredor Atlántico ferroviario debe ser construido en ancho internacional, vía doble, sistemas de señalización y control de última generación (Ertms) y permitir la circulación de trenes de 750 metros (características de las que la red actual carece).
En cambio, cree Dell'Olio que «su inclusión en el Corredor permitiría vertebrar un corredor cantábrico que permitiría mejorar las conexiones entre los puertos más importantes del Atlántico, los centros logísticos, y unir Santander a Bilbao y por lo tanto, a Madrid y al corredor Mediterráneo». «Esta conexión, además de ser estratégica para el transporte de mercancías, conseguiría reducir en un medio/largo plazo los problemas de congestión y accidentalidad de la A-8 y, posiblemente, desplazar el tráfico pesado de la carretera al ferrocarril», explica.
Apuesta este catedrático por considerar que la conexión Santander-Bilbao, desde un punto de vista de la orografía, de los costes y sobre todo, de la demanda potencial que podría tener en un futuro próximo, tanto de mercancías como de pasajeros, es una conexión muy atractiva, incluso más que la conexión por la meseta, puesto que permitiría resolver en parte los problemas de congestión de la autovía A-8.
Juan Luis Fernández Consultor de Comunicación
El consultor recuerda que Cantabria tiene dos opciones. La primera, un Tren de Altas Prestaciones con el sur de Bilbao, como el ya prometido por Fomento en el PEIT socialista de 2009, para llegar, a través del nudo Elorrio-Vergara de la 'Y vasca', o bien a Francia o bien a Miranda. La segunda, conectar con Venta de Baños, agilizando el TAP ya previsto Santander-Palencia. La opción bilbaína está en pañales técnicos, administrativos y de estimación de costes y calendarios. A su juicio, «la opción de la Meseta está más avanzada, pero con muchas incertidumbres en numerosos aspectos».
Recuerda Fernández que actualmente «la opción Bilbao no existe», y en el mapa principal Santander es el único puerto importante desconectado de la red transeuropea de la Meseta, a la que sí se han unido Vigo, La Coruña y Gijón. Por ello cree que «Fomento trata de paliarlo con una poco clara presentación de Palencia-Santander como 'tramo complementario al corredor', lo que suscita muchísimas dudas sobre inversiones, plazos, características técnicas, interoperabilidad... ¿Cuál será su relación con el Corredor Atlántico?» se pregunta Fernández. «No sabemos. ¿Y por qué el PSOE abandona de pronto la línea Santander-Bilbao prevista en 2009? Tampoco sabemos».
Guillermo de la Dehesa Economista
El economista considera también que Cantabria tiene que volcar sus esfuerzos en que la conexión al Corredor Atlántico se haga por Bilbao, porque es la vía de enlace natural con Europa y es ahí donde están las oportunidades de negocio y desarrollo. Reconoce, eso sí, que por la orografía existente entre las dos comunidades la inversión puede ser elevada. A su juicio, la conexión noreste, como está actualmente diseñada, no interesa a la región porque Castilla es una zona en la que constantemente aumenta la despoblación rural y el éxodo a las ciudades y Asturias no ha conseguido desvincularse de la minería.
El delegado del Gobierno en Cantabria y líder autonómico del PSOE, Pablo Zuloaga, defendió ayer que «si alguien excluyó a Cantabria» del Corredor Atlántico fue el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) y el exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y ahora el actual responsable de esta cartera, José Luis Ábalos, «ha hecho lo que ha podido» para corregir «una injusticia», incluyendo el tramo Palencia-Santander como «complementario». Una operación que de cara a Europa, que es el organismo que financia los proyectos, no tiene ninguna implicación, porque el programa económico está ya cerrado hasta 2023.
En este sentido, el delegado del Gobierno opinó que no se está hablando «con sensatez» sobre este asunto y enmarcó las críticas recibidas a esa «exclusión» de Cantabria dentro de un «discurso frentista» en el que no va a participar.
«Es importante que las personas que estamos en las instituciones informemos correctamente a los ciudadanos y evitemos la crispación en un momento político donde debemos trabajar para mejorar la convivencia de nuestro país y, evidentemente, estos discursos frentistas que buscan enfrentar a unas comunidades con otros para reclamar inversiones que son justas para todos, pues yo me aparto», recoge Europa Press.
El delegado del Gobierno ha explicado que para entender este asunto hay que retrotraerse al momento en que el Gobierno de España de Mariano Rajoy presentó el proyecto del Corredor Atlántico en Europa, en el cual «no aparecía Cantabria».
La presidenta del PP, maría José Sáenz de Buruaga, respondió que los cántabros están «hartos de manipulaciones y de fraudes» y advirtió de que ahora el PRC y el PSOE «no van a poder quitarse de encima su responsabilidad con escenificaciones de última hora en campaña electoral».
Por su parte, Podemos calificó de «insulto a Cantabria» la propuesta de Corredor Atlántico y advierte de que, si llega a materializarse, aislará a la comunidad autónoma durante décadas La formación morada urge a rectificar el documento que «claramente daña los intereses de desarrollo» de la región.
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