El periodista de El Diario Montañés Jesús Martínez Teja obteniene el premio José Estrañi

Jesús Martínez Teja –‘Chuchi’ Teja para sus compañeros–, ha desarrollado una gran parte de su carrera profesional en El Diario Montañés, rotativo en el que pasó por todas sus secciones. Como redactor jefe de Deportes fue enviado a competiciones del más alto nivel, como los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, los de Barcelona en 1992 o los más importantes torneos de golf, especialmente el British Open en la mejor época de Severiano Ballesteros, a quien le unió una gran amistad.

Teja ha confesado sentirse muy satisfecho por esta distinción. «Este tipo de premios se valora especialmente porque está concedido por otros periodistas, no por una institución o un club: son tus propios compañeros, los que mejor conocen la profesión, quienes reconocen tu trayectoria», señala.

Su trabajo como periodista no se ha limitado a las páginas de El Diario. Ha colaborado con otros medios de comunicación como La Hoja del Lunes, Radio Popular, Abc, Diario Pueblo, Radio 80, las agencias Logos y Colpisa y las revistas Cantabria Sport y Cantabria. También desempeñó la labor de comunicación del equipo de fútbol del Racing; fue creador y responsable del Gabinete de Prensa del primer Gobierno de Cantabria y, posteriormente, coordinador de las Casas de Cantabria en el mundo.

«Yo empecé muy joven, y prácticamente he estado cincuenta años. Mi trayectoria se puede dividir en dos ramas diferenciadas y a la vez complementarias. Una es la información periodística pura y dura. Ha sido una dilatada carrera, durante la que he conocido siete directores de El Diario, además de todos los cambios tecnológicos: cuando entré, había dos linotipias funcionando. La rotativa aún estaba en el periódico, y se levantaban páginas por sucesos, atentados de ETA..., cosas que ahora los diarios, con las rotativas centralizadas, no pueden hacer. La segunda parte tiene que ver con el contacto que he mantenido con cántabros en el exterior por mi cargo de coordinador de las Casas de Cantabria. Me siento muy orgulloso de una revista que fundé y dirigí, ‘Cántabros’, que tuvo un éxito enorme en América... mientras duró, porque luego llegó la crisis y hubo que dejar de hacerla».

Además de los éxitos profesionales, la APC reconoce con el premio el importante papel de Teja como maestro de periodistas, «la labor callada y afable de este periodista de la vieja escuela, donde los más experimentados enseñaban de forma generosa a los periodistas recién llegados. Muchos profesionales de la información en Cantabria, hoy ya reconocidos periodistas, recuerdan que, en aquellos su primeros pasos en la profesión, ‘Chuchi’ Teja siempre estaba dispuesto a resolver una duda o a trasmitir, con paciencia y sin estridencias, sus amplios conocimientos y experiencias».

«Antiguamente, el periodismo era más paternalista –reconoció Teja–. Pasó conmigo, cuando entré en El Diario en el 66: la gente era muy mayor y ejercía una especie de protectorado sobre los que entrábamos jóvenes, te enseñaban todo lo que sabían. Era una escuela que yo he tratado de seguir con todos esos niños de prácticas que llegaban al periódico y que ponían conmigo. Trataba de guiarles para que todo lo que no les enseñaban en la escuela de periodismo lo aprendieran en la práctica».

‘Chuchi’ Teja podrá sumar este premio a todas las distinciones que ha ido reuniendo con su trabajo. Entre sus muchos méritos destaca el de socio de honor de la APC, con la que ha colaborado siempre. Ha sido fundador de la Asociación de la Prensa Deportiva de España y Cantabria y ha recibido numerosas distinciones y honores de las Casas de Cantabria en España (Burgos, Cádiz, Las Palmas, Barcelona, Valladolid, Logroño) y del extranjero, como la Llave de Bronce de West Miami (EE UU). Además de ser autor del libro ‘Casas de Cantabria, embajadas en el mundo’, tiene el raro honor de contar con un pasodoble, compuesto e interpretado por la Banda de Música de la Casa de Cantabria de Valencia.

Teja recibe el José Estrañi en un momento de grandes transformaciones en la profesión. «Yo creo que se está haciendo demasiado hincapié en el soporte, y no en el periodismo como tal. Se dice que el papel está condenado a morir, pero el periodista siempre será periodista, y si su trabajo es bueno tendrá reflejo en algún tipo de soporte. Es cierto que los periodistas de la vieja escuela seguimos prefiriendo el papel, que es de momento lo que da dinero. Lo fundamental, en cualquier caso, es seguir defendiendo la dignidad de la profesión, que haya mejores puestos de trabajo y mejor pagados, sea cual sea el soporte».