Miguel Ángel Noceda Presidente de la FAPE

CONVERSACIONES DE ESTÍO

«Los periodistas debemos luchar para dignificar la profesión»

-¡Qué bien veranear en Comillas!

-En Comillas hay tres tipos de turistas en verano. Los visitantes que vienen y se van; los que convierten este lugar en su segunda residencia y, por último, la paparda. Esta última se remonta a finales del siglo XIX, cuando el rey Alfonso XII es invitado por el marqués. A partir de entonces se fue formando un grupo de familias, algunos descendientes del marqués, que fija su segunda residencia en Comillas y viene no solo en verano, también en Navidad y otras épocas. Se les llamó papardos en referencia al pez poco apreciado por los marineros, en sentido peyorativo, y ahora en cambio ha pasado a ser un signo de distinción. Yo no pertenezco a ninguna de las tres categorías, porque nací aquí. Soy un privilegiado por poder disfrutar del entorno.

-Cuando accedió a la presidencia de la FAPE se planteó una serie de objetivos bastante ambiciosos relacionados con el buen periodismo. ¿Hasta qué punto su consecución depende del colectivo y hasta qué punto del contexto y la coyuntura?

-Podemos extendernos mucho, pero hay que partir de que el ser humano necesita contar y que le cuenten lo que ocurre. El periodista ha de hacer que se cumpla el derecho de los ciudadanos a la información, para lo que es necesario que exista la libertad de expresión. Yo siempre hablo de las tres 'ces': conocer, comprender, contrastar. Y después publicar. Pero luego aparecen las amenazas, como la desinformación o la polarización política, que llevan a la falta de independencia. Ante eso, lo que debemos hacer los periodistas es luchar para dignificar y defender la profesión. Recuperar el periodismo.

-¿Hasta qué punto los medios contribuyen a esa polarización?

-Las crisis económicas que se han ido encadenando desde 2008, unidas al cambio de modelo que se produjo en los medios, pasando del predominio del papel a lo digital, supuso una reducción de los ingresos, lo que llevó a un recorte de plantillas y salarios. A su vez, se abandonaron muchas de las normas deontológicas y éticas. Todo esto trajo consigo la falta de independencia y el acoso político y empresarial, a lo que los medios no han sabido reaccionar. Nuestra obligación es luchar contra esto.

-Habla de luchar, pero ¿cómo hacerlo teniendo en cuenta la precariedad laboral de los periodistas?

-Difícilmente, pero es el único arma que tenemos. Debemos insistir en que se permita hacer preguntas en las ruedas de prensa; ir en contra de los señalamientos, los insultos y las agresiones a periodistas y exigir que se respete el secreto profesional. Antes la muerte que la fuente.

-Volviendo a la polarización, ¿los ciudadanos quieren conocer lo que sucede o comprar discursos que vayan en consonancia con su ideología?

-La gente compra el periódico afín a su forma de pensar. Es algo que ha ocurrido siempre. Ahora nos enfrentamos además a las redes sociales. Quiero dejar bien claro que lo que se publica en las redes sociales no es periodismo y debemos luchar contra las noticias falsas y la manipulación de la ciudadanía. Solamente fortaleciendo la independencia y el control de los poderes fácticos con una información que permita a los ciudadanos formarse una opinión veraz, podremos recuperar la confianza.

-¿Hasta qué punto es responsabilidad de la sociedad informarse de forma veraz?

-El ciudadano tiene mucha responsabilidad, sí, pero los periodistas debemos ayudarle y no entrar en el juego de la desinformación ni de los otros males que tiene el periodismo en la actualidad.

-En esta campaña electoral, ha habido un discurso de todos los partidos criminalizando la labor de los medios.

-Los periodistas siempre somos un foco de polémica para los políticos. Siempre nos van a culpabilizar de lo que ocurre, pero no debemos aceptar esa criminalización. El periodista no se inventa las noticias, sino que las conoce y las cuenta, por eso el periodismo es el cuarto poder, porque tiene mucha importancia e influencia en el devenir diario de la sociedad.

-Cuando está en Comillas, ¿recarga pilas o descarga toxinas?

-Normalmente aquí hago las dos cosas. Intento desconectar de las labores diarias, aunque no al cien por cien, pero desde luego la limpieza de cerebro que realizas cuando te vas de vacaciones es muy grande. Y si además te vas a tu casa, entonces más. Seguiré viniendo siempre que pueda, porque esto es un paraíso ¿o no?