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Los ha buscado el Ministerio de Transportes por mar y aire;los buques que navegan por la zona tampoco han visto nada; igual que el ... barco de Salvamento Marítimo de Cantabria; y los intentos con satélite de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) han resultado infructuosos. Por eso, según los expertos, es prácticamente imposible que nadie pueda recoger los pélets en alta mar. «Lo complicado, en origen, es que sepamos dónde están, y si no sabemos dónde están, es imposible que podamos recogerlos», afirma Ana Abascal Santillana, investigadora del Instituto de Hidráulica de Cantabria (IH) especializada en este tipo de vertidos.
Las condiciones del Cantábrico son muy complicadas en invierno. La visibilidad es escasa, las tormentas enmarañan la superficie y el color de los materiales, el blanco, pone aún más difícil las cosas. Si el plástico está disperso en las pequeñas bolas, puede desaparecer en la superficie, entre los movimientos de las olas. Si se mantiene guardado en los sacos en los que se transporta, puede hundirse porque en esas condiciones las esferas van muy prensadas, en bolsas muy compactas de 25 kilos. Parece inevitable que estas pequeñas piezas de plástico terminen por llegar a las costas del norte peninsular.
El vertido de pélets
El 8 de diciembre, el buque de bandera liberiana Toconao perdió 6 contenedores frente a las costas portugesas a escasos kilómetros de aguas españolas.
Uno de ellos transporta pélets
El recorrido del Toconao
LLEGADA.
13 de diciembre a Róterdam.
Pérdida de los contenedores.
8 de diciembre en aguas portuguesas
SALIDA.
6 de diciembre de Gibraltar.
Los pélets de plástico
Miden 5 mm de diámetro y una vez en el medio ambiente, no se biodegradan y no se pueden eliminar.
Zonas afectadas hasta la fecha
La Coruña
San Sebastián
Santander
Bilbao
Vigo
Gijón
Las más de 20 toneladas de pélets de plástico cayeron a 80 km de Viana do Castelo.
ISABEL TOLEDO
El vertido de pélets
El 8 de diciembre, el buque de bandera liberiana Toconao perdió 6 contenedores frente a las costas portugesas a escasos kilómetros de aguas españolas.
Uno de ellos transporta pélets
El recorrido del Toconao
LLEGADA.
13 de diciembre a Róterdam.
Pérdida de los contenedores.
8 de diciembre en aguas portuguesas
SALIDA.
6 de diciembre de Gibraltar.
Los pélets de plástico
Miden 5 mm de diámetro y una vez en el medio ambiente, no se biodegradan y no se pueden eliminar.
Zonas afectadas hasta la fecha
La Coruña
San Sebastián
Santander
Vigo
Bilbao
Gijón
Las más de 20 toneladas de pélets de plástico cayeron a 80 km de Viana do Castelo.
ISABEL TOLEDO
El vertido de pélets
El 8 de diciembre, el buque de bandera liberiana Toconao perdió 6 contenedores frente a las costas portugesas a escasos kilómetros de aguas españolas.
Uno de ellos transporta pélets
El recorrido del Toconao
Los pélets de plástico
Miden 5 mm de diámetro y una vez en el medio ambiente, no se biodegradan y no se pueden eliminar.
LLEGADA.
13 de diciembre a Róterdam.
Pérdida de los contenedores.
8 de diciembre en aguas portuguesas
SALIDA.
6 de diciembre de Gibraltar.
Zonas afectadas hasta la fecha
La Coruña
San Sebastián
Santander
Gijón
Vigo
Bilbao
MAR CANTÁBRICO
Viana do Castelo
PORTUGAL
Las más de 20 toneladas de pélets de plástico cayeron a 80 km de Viana do Castelo.
ISABEL TOLEDO
Después de que el pasado 8 de diciembre el buque de bandera liberiana Tocano perdiera un contenedor con 25 toneladas de este producto en la costa portuguesa de Viana do Castelo, los pélets han seguido un largo periplo que los ha llevado a alcanzar las costas de todo el norte peninsular hasta llegar a San Sebastián. El Gobierno Cántabro ha encargado al IHun análisis del comportamiento de estos plásticos, y los expertos ya se han puesto a trabajar en ello. Encuentran, sin embargo, un primer escollo:«No sabemos dónde están ahora, por lo que será más complicado calcular cómo se van a comportar a merced de las dinámicas mareales y los vientos», explica Abascal.
Los expertos del IHcomenzaron esta semana con el estudio de diferentes hipótesis. «Como no sabemos exactamente dónde están, no nos queda más que barajar diferentes opciones», explica Ana Abascal. Por eso se afanan en la elaboración de los posibles movimientos que podría seguir el vertido de acuerdo con los diferentes modelos mareales y climatológicos. «Hay que pensar en lo que podría pasar con los restos en diferentes escenarios», concreta la experta.
Los expertos pueden avanzar cómo fluirán los pélets en diferentes escenarios de mareas, temporales y vientos
Cabe pensar, dicen los investigadores, que buena parte de la carga perdida irá desfilando por toda la costa norte peninsular
Dicen los ecologistas que es un residuo muy presente en las playas y que ahora, por lo sucedido, se le presta más atención
A día de hoy aún es pronto para concretar nada. «Acabamos de empezar y necesitamos algo más de tiempo para poder tener alguna conclusión». Tampoco se sabe si los pélets están concentrados en una única mancha en el Cantábrico;si están dispersos de manera individual o agrupados en sacas. Todavía no se sabe, si quiera, si el contenedor que cayó al mar continúa soltando material de manera continuada. En todo caso la orden de la Organizacion Marítima Internacional (OMI) es que se localicen los contenedores caídos al Atlántico, los seis perdidos por el mismo buque. El problema es que podrían encontrarse a unas profundidades de entre dos y tres kilómetros.
Lo que sí saben los expertos es que todo lo que cae en el mar en las costas gallegas tiene muchas posibilidades de desfilar por toda la costa norte peninsular. Es lo que ha ocurrido siempre y este caso no iba a ser una excepción. Lo que no se puede esperar de la ciencia, en este caso, es un acierto del cien por cien. «Nosotros ahora disponemos de modelos y herramientas que pueden ayudar, pero una cosa es ayudar y otra es dar la respuesta certera que se necesita en estos momentos porque cada vertido es diferente», defiende la experta del IH.
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La comparativa con el caso Prestige ha sido constante desde el primer día en que estas bolas de plástico comenzaron a llegar a las costas. El desastre medioambiental ocurrido en 2002, cuando el petrolero se partió en dos frente a las costas de Galicia, no tiene parangón con lo que ha ocurrido esta vez. Tampoco el trabajo de descontaminación, porque así como en aquel entonces las manchas de fuel eran perfectamente visibles desde la superficie, ahora resulta prácticamente imposible encontrar los pélets flotantes. «Lo que nos queda es ir monitorizando dónde van apareciendo y elaborando modelos;pero no tenemos la varita mágica que nos vaya a decir qué va a pasar».
Lo que sugieren los expertos es que la corriente dominante, conocida como 'de Navidad', lleve por todo el golfo de Vizcaya los restos del carguero liberiano. «La combinación de vientos y corrientes, que pueden ser cambiantes, puede hacer que el vertido llegue a la costa o que se aleje, porque existen patrones que conocemos, pero la casuística cambia cada día».
De cualquiera de las maneras las brigadas de los operarios de la empresa pública Tragsa trabajan a diario en diferentes arenales para retirar los restos del vertido y apenas llenan una ínfima parte de las bolsas de plástico que cargan para recoger los pélets. Los grupos ecologistas han lanzado un mensaje de calma:«Estamos hablando de un residuo que lleva en las playas muchos años, lo que pasa es que hasta ahora, que ha sucedido esto, no le habíamos prestado atención», apuntan en Centinelas, el grupo de voluntarios dedicado a vigilar la contaminación en las costas cántabras. Según datos del Consejo Mundial del Transporte Marítimo, entre 2008 y 2022, se perdieron en los mares y océanos una media de 1.566 contenedores al año de todo tipo de material.
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