Las familias del colegio Salesianos defienden a Pablo Ortega, implicado en supuestos casos de pederastia

Dejando claro que apoyan la puesta en marcha del protocolo abierto por la Congregación Salesiana para esclarecer el caso, la asociación de madres y padres de alumnos del colegio ubicado en General Dávila destaca, a través de una carta, que «don Pablo ha mostrado» a lo largo de su extensa estancia en Santander que «es una persona bondadosa, entrañable y cercana». Un hombre que, según definen, «se preocupa por el bienestar de los niños dentro y fuera del colegio, en las misas de los domingos, en las horas previas a la entrada acompañando a los niños en la biblioteca, en el patio del colegio durante las horas de entrada o salida de las actividades extraescolares controlando a los alumnos mientras llegan sus familiares a buscarlos, e incluso por la calle al encontrarse con nosotros, padres y alumnos». También es un habitual viendo los partidos de los distintos equipos del balonmano del DOSA.

Dicen que la noticia ha provocado «impacto» entre las familias que habitualmente tratan con él y que muchos de sus hijos, ante la marcha repentina de don Pablo -así es como se le llama popularmente-, han reaccionado «llorando, escribiendo cartas e incluso pidiendo su regreso al colegio». Concluyen la misiva enviando todo su «apoyo y cariño» al cura.

Además, en una segunda carta, la comunidad educativa del colegio María Auxiliadora se muestra «sorprendida» porque haya trascendido el nombre y apellidos del salesiano cuando hasta ahora «solo» existen acusaciones en redes sociales -que son las que han motivado la apertura de la investigación de oficio- y no se ha tramitado ninguna denuncia. Por ello, pide que se respete la presunción de inocencia y denuncia el tratamiento que han hecho de la noticia «algunos medios» de comunicación, que «han de cuidar no sólo los contenidos sino también su tratamiento».

Cabe recordar que los casos de pederastia y malos tratos en el colegio de Deusto que han salido a la luz en las últimas semanas habían salpicado hasta ahora a tres sacerdotes, que han sido denunciados por una treintena de personas. Un cuarto implicado sería Pablo Ortega, al que distintos exalumnos de Deusto han acusado a través de mensajes difundidos por WhatsApp y Facebook de cometer presuntos abusos sexuales tanto en el centro educativo como en los campamentos de verano. Las imputaciones se han realizado sólo a través de las redes sociales, si bien los acosados se han puesto en contacto con el grupo de víctimas para asesorarse y denunciar a dicho profesor.

La comunidad educativa del María Auxiliadora asegura que la dirección del centro ha informado «con toda transparencia y claridad sobre el hecho», por lo que lamenta los comentarios en las redes sociales que «faltan al respeto a la institución y a la dignidad de la persona sobre los que se están vertiendo acusaciones, estereotipos e insultos que rompen la convivencia social». Y destaca que el colegio «nunca ha recibido denuncia ni queja alguna sobre don Pablo, una persona muy querida por los alumnos, las familias y la comunidad educativa en general».

Las familias valoran «positivamente» que la dirección del colegio «ha dispuesto siempre de los recursos, voluntad y profesionalidad necesarios para actuar con diligencia en la solución de cualquier problema en relación con los alumnos» y que, en este caso, la actuación que se ha comunicado «ha sido veraz y transparente, evitando toda conducta engañosa o parcial».