Más de 300 personas se concentran en Santander contra la represión gubernamental en Colombia

Más de veinte fallecidos, locales saqueados, ciudades importantes del país prácticamente tomadas por mandos militares y el anuncio de que los choques entre civiles y la Policía no ha hecho más que empezar es el parte de una guerra que se aviva en Colombia tras siete días de manifestaciones y duras protestas. Si bien en la capital, Bogotá, la situación se reducía ayer a una manifestación de camioneros que afecta a la movilidad, en Cali, donde se ha concentrado la violencia, los ciudadanos acumulan rabia y al mismo tiempo miedo. Hay temor a los militares que tiran a dar. Y pánico a los vándalos que roban y provocan destrozos.

La Mesa Nacional de Trabajo sobre Desaparición Forzada en Colombia ha documentado 135 denuncias por posibles desapariciones forzadas de personas en los últimos 5 días. 28 han aparecido con vida después de sufrir detenciones arbitrarias, torturas y tratos crueles. 107 continúan desaparecidas

Consternado por las escenas que se viven estos días en el país, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó este martes al Gobierno a que permita protestas pacíficas, tras denunciar un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. Human Rights mostró también su preocupación por la violación de los derechos humanos, por un estamento policial que abre fuego fácil contra los manifestantes.

En la plaza del Ayuntamiento de Santander, hoy podían leerse carteles de «Nos están matando», muchos niños presentes, cantos dedicados especialmente a Cali y mensajes de apoyo y denuncia: «la patria se desangra y con ellos nuestros corazones»; «el pueblo es superior a sus dirigentes»; «Somos mas, fuerza Colombia»; «nos están masacrando».

Por otro lado, la Coordinadora Cántabra de ONGD, formada por 35 organizaciones, ha emitido un comunciado para sumar su apoyo a las organizaciones internacionales que urgen al Gobierno de Colombia a garantizar los derechos fundamentales de reunión y manifestación pública, y a proteger la vida de quienes lo ejercen.

Asimismo, se ha solidarizado con las movilizaciones pacíficas que la ciudadanía colombiana está llevando a cabo desde el 28 de abril en el marco del Paro Nacional, que, según ha indicado, «son parte de la defensa de los derechos humanos en el contexto de la legítima protesta».

Asimismo, ha valorado que el uso «desmedido» de la fuerza por parte de la Fuerza Pública es «inaceptable», por lo que ha sumado su apoyo a las solicitudes realizadas por las organizaciones internacionales, en respuesta a la llamada de la sociedad colombiana.