

Secciones
Servicios
Destacamos
Los que pasan horas y horas en los puertos de Cantabria acostumbran a anticipar la costera del verdel (también denominado caballa o sarda) señalando la ... fecha de la festividad de San José en el calendario, a mediados de marzo. Este año, la especie se ha adelantado una semana. El martes los pescadores ya salieron en su busca, aunque ayer quedaron en tierra por la mala mar; la temporada llega, eso sí, envuelta en la polémica que marca el paso de la flota desde hace casi una década: la sanción por la sobrepesca de hace años y los límites asignados por Europa para no dañar la población ni el estado de la biomasa. Sucede lo mismo con el bocarte, cuya pesca se adelantó a la semana pasada por primera vez.
Santoña no fue una excepción y por la mañana llegaron las cajas de verdel. Así hasta desembarcar 78 toneladas, vendidas finalmente a un precio de 1,35 euros el kilo en primera subasta. Muy cerca de allí, en Colindres, la escena se repetía en forma de cien toneladas, entre 97.000 y 100.000 kilos de caballa, como llegaron a calcular en la cofradía local. El precio en lonja, muy similar al de sus vecinos, osciló entre los 1,30 y 1,35 euros.
Santoña 78.000 kilos de verdel se desembarcaron el martes en el puerto de Santoña. Una captura que se vendió a 1,35 euros el kilo en la lonja.
Colindres 100.000 kilos de esta especie se desembarcaron el martes en el puerto de Colindres. Su precio osciló entre 1,30 y 1,35 euros el kilo en la lonja.
2009/2010 La sobrepesca realizada por la flota pesquera española en ambos años (más de 50 millones de kilos en España) marcará la limitación de capturas hasta 2023, fecha en la que cesarán las sanciones. Hasta entonces, los pescadores pagan aquel exceso con una multa de nueve millones y medio de kilos cada año, repartidos entre bocarte (3.696.000 kilos) y verdel (5.544.000)
Dos capturas para nada despreciables si no fuera por el pesimismo que invade al sector, que limita la cuota de Cantabria a «1.800.000 kilos para toda la flota de la región», como certifican en la cofradía colindresa. El desánimo lo corroboraba primero Miguel Fernández, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria y, a su vez, patrón mayor de la de Santoña. «Ya no hay costera, se la han cargado totalmente. Hoy, la flota grande puede pescar los cupos asignados en dos días. Van a tardar un poco más porque no quieren pescarlo todo de golpe, claro», lamentó el portavoz gremial en alusión a las asignaciones que vienen realizando las instituciones europeas. «Dicen que el verdel está en peligro, pero, ¿en peligro para quién?», preguntó Fernández, al tiempo que denunció la prioridad que obtienen los barcos irlandeses, entre otros, con respecto a los españoles. De ahí, infiere: «Esto es Europa, esto es Bruselas. Y tenemos que dar palmadas porque estamos en la UE... La flota pesquera nunca entró, la masacraron por completo».
Hace diez años la pesca era completamente libre para todos ellos, pero hoy la realidad es bien distinta. Las cuotas establecen que los cerqueros no pueden pescar más de 3.000 kilos por tripulante a bordo a la semana, lo que se traduce en «unos 45.000 como máximo». En relación a las otras artes (los barcos pequeños, los que pescan con anzuelo) acusan estos límites todavía más. La política europea establece para ellos un límite de 6.000 kilos por hombre a bordo. «Un 60% de sus ingresos anuales solía venir de esta costera. Ahora se tienen que dedicar a otras especies», lamentó.
Pero hay un efecto que no se ve en tierra. «Una consecuencia vital» para el ritmo del oficio y que marca el calendario del gremio pesquero, como explica el patrón mayor: «Cuando entre la caballa, el bocarte desaparecerá. Va a estar toda la mar llena, y los barcos no van a poder echar las artes a la mar. Así no dejamos descansar las aguas. La mar no es una despensa que está llena todos los días. La mar hay que repoblarla, dejarla descansar. Mimarla. Eso es lo que hacemos los marineros, no somos depredadores. Somos pescadores, sí, pero con cabeza».
La misma conclusión extrajo el secretario de la cofradía de San Ginés, en Colindres, Óscar Gutiérrez: «Hay mucho verdel, pero poca cuota». El último precedente tuvo lugar en diciembre del año pasado, cuando Bruselas volvió a incrementar los límites y redujo en un 20% la pesca de la especie. El origen: los informes científicos elaborados por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), que determinan el estado de la biomasa y aconsejan a las instituciones europeas. Éstas toman nota y actúan: «Ya son tres años seguidos. Aseguran que la biomasa sigue sin estar bien», lamentó.
A las cuotas «irrisorias» hay que sumar la sanción por sobrepesca que España cometió en 2009 y 2010. «En esos años se llegaron a pescar 50 millones de kilos en este país», recuerda Gutiérrez. Desde entonces, el reglamento descuenta ese exceso en forma de una sanción de nueve millones y medio de kilos cada costera hasta 2022. Tras muchas negociaciones, el sector logró dividir esa deuda entre la anchoa y el verdel.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.