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Los pescadores de cerco del Cantábrico salieron ayer a la mar después de permanecer dos semanas amarrados a puerto en protesta por los altos precios del gasóleo, un problema que sigue sin solución.
Lo han hecho, según explicó el presidente de la Federación de Cofradías ... de Pescadores de Cantabria, César Nates, en vista de que la suya era la única flota parada de todo el país, y precisamente en plenas costeras del bocarte y el verdel, con el pescado cerca de la costa. «Nosotros decidimos el viernes ir a la mar porque éramos los únicos que seguíamos amarrados: los otros habían parado tres días y habían vuelto».
Nates reconoció su malestar por la forma en que se han desarrollado las negociaciones, con la Federación Nacional de Pesca en representación del sector, que les ha obligado a regresar a la faena a pesar de que aún no se había arrancado ningún compromiso concreto al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. «Tengo un cabreo enorme, primero, con la Administración, que ha sido lista, y luego con los que han estado negociando, porque, en mi opinión, no se puede hacer peor: no puedes plantear un paro de tres días y levantarlo cuando te reúnes con el ministro. Igual lo lógico habría sido no levantar el amarre hasta conocer las condiciones, para presionar. Y los que estaban negociando dicen ahora que si no les gustan las medidas –que se concretarán hoy mismo por parte del Ministerio– igual hay que volver a parar».
En todo caso, el representante de las cofradías cántabras considera que el paro de la flota no ha sido en vano. «Hemos conseguido que la gente sepa el problema que tenemos, tanto la sociedad como los que nos gobiernan». Ahora, como los demás, está a la espera de conocer cuál es la propuesta del Gobierno central para tratar de buscar una solución a los altos precios del combustible que tienen que pagar y que hacen casi inviable la actividad.
Al menos, la jornada de vuelta al trabajo resultó provechosa en cuanto a capturas y se desarrolló con total normalidad para la flota cántabra, vasca y gallega. «Ha habido bocarte y también ha aparecido pesca grande por el oeste, así que hemos ido a la mar a pescarla y ha valido dinero. También ha habido verdel para los de anzuelo. Han sido las cantidades normales de un lunes», describe Nates.
La flota de cerco del Cantábrico-Noroeste, integrada por cerca de 160 buques, decidió permanecer amarrada por el «inasumible» precio del gasóleo y a la espera de las medidas que adoptará el Ministerio. Ayer mismo, la Comisión Europea dio luz verde a la activación del mecanismo de crisis del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (Fempa), que permitirá conceder ayudas al sector pesquero para hacer frente al encarecimiento de los combustibles.
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