El PP pide que la elaboración y el reparto de comida a domicilio sea un «servicio esencial»

El PP va a registrar una proposición no de ley en el Parlamento de Cantabria para pedir al Gobierno regional que la actividad de los establecimientos de elaboración y reparto de comida a domicilio sea calificada como servicio esencial, como ya lo fue la pasada primavera durante el primer estado de alarma. El portavoz del grupo popular, Íñigo Fernández, lo ha anunciado tras reunirse este martes en la Cámara con los representantes del colectivo de establecimientos y repartidores de comida a domicilio y productos de primera necesidad de Cantabria, Javier Grifé y Juan Manuel Sainz.

Fernández ha señalado en un comunicado que esta proposición no de ley en apoyo a «otro sector más castigado por el Gobierno de Cantabria» supondrá que no les afecte el toque de queda que prevén las restricciones a la movilidad y medidas sanitarias vigentes. Según estas restricciones, el límite horario para la comida a domicilio son las 22.00 horas, imposibilitando la realización de los últimos pedidos, así como la movilidad de los profesionales.

El portavoz del PP ha recordado que en el estado de alarma de primavera, el sector de la comida a domicilio ofreció un servicio muy importante a la ciudadanía, dada la situación creada por el coronavirus y las restricciones derivadas de la misma. «Pediremos que puedan trabajar más allá de las diez», ha señalado Fernández, quien cree que la actitud del Ejecutivo regional con la hostelería «resulta difícil de entender» y «roza el ensañamiento». En su opinión, «todo son problemas, todo son pegas, todo son dificultades y no se da cuenta de que el sector hostelero es muy importante para la región y el empleo de los cántabros».

Por ello, ha pedido al presidente, Miguel Ángel Revilla, que «cambie de actitud y se convierta en un aliado, en lugar de ser un enemigo de los hosteleros, que es lo que parece últimamente».

«El Gobierno tiene que entender que en esta situación tan crítica y delicada, de lo que se trata es de intentar ayudar a la gente y dejarles sobrevivir, y no de estrangular todas las actividades económicas, porque si sigue en esta línea, con el tiempo se va a acabar arrepintiendo porque muchos no van a poder sobrevivir», ha sentenciado.

A juicio de Fernández, «da la sensación de que, ante la imposibilidad de hacer frente a la situación de la pandemia, se buscan chivos expiatorios, cabezas de turco y, de verdad, que con la hostelería este Gobierno se está cebando».