Piden 15 años de cárcel para el acusado de asesinar a su compañero de piso en 2021

En un auto emitido el pasado 26 de abril, al que ha tenido acceso El Diario Montañés, la magistrada da cuenta de que el Ministerio Fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales, ha solicitado la apertura de juicio oral frente el encausado, que se encuentra en prisión provisional desde noviembre de 2021, por la comisión de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. Aunque, a su entender, concurren la atenuante de confesión y de intoxicación por consumo de alcohol y estupefacientes, razón por la que solicita una pena de 15 años de cárcel (la mínima por asesinato).

En concepto de responsabilidad civil, la fiscal que lleva este caso reclama al acusado unas indemnizaciones de 52.000 y 21.000 euros para el hijo y la hija del fallecido, respectivamente, y 15.000 euros para la hermana, además de una cantidad a determinar en ejecución de sentencia para el Servicio Cántabro de Salud por la asistencia que prestó el día del crimen, que será juzgado por un jurado popular.

En la misma línea, la acusación particular, que ejerce el hijo de la víctima, solicita 15 años de cárcel para el acusado, de 38 años de edad y con varios antecedentes penales, aunque considera que no concurren circunstancias modificativas, si bien entiende que alternativamente se podría tener en cuenta la atenuante de arrepentimiento espontáneo. En concepto de responsabilidad civil, esta parte solicita al encausado una responsabilidad civil de 82.000 euros para el hijo de la víctima; 42.000 euros para la hija y 15.000 para la hermana.

El acusado ha manifestado que se conforma con el escrito presentado por la Fiscalía y su representación procesal ha renunciado a la celebración de la audiencia preliminar prevista en la ley para decidir sobre la apertura del juicio oral que solicitó la acusación.

Según la información que trascendió el día de autos, el acusado acudió horas después del crimen -que tuvo lugar el 15 de noviembre de 2021- a la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Santander, en La Albericia, para confesar que había matado a cuchilladas a su compañero de piso, con el que residía en un bloque del número 3 de la calle José Rioja que hace esquina con General Dávila.

El suceso se produjo instantes antes de las ocho de la tarde de ese día. Los propietarios de este moderno y vistoso bloque de pisos de color verde se percataron de que algo raro sucedía. «Cuando llegué a casa, a eso de las diez de la noche, vi un coche de la funeraria y dos de la Policía. Pensé que ya la había liado un vecino que tenemos muy conflictivo. Bueno, en realidad hay varios inquilinos problemáticos y llevamos denunciando esta situación desde hace varios meses», relataba entonces una residente, que suponía quién era el autor de los hechos. «Siempre está metido en líos; todos los vecinos estamos hasta las narices. Drogas, altercados, reyertas, trapicheos...», declaró a este periódico.