Piden 11 años de prisión para una pareja que obligó a su sobrina a prostituirse durante un año
Cantabria ·
Según el fiscal, los acusados «trajeron a la chica a España y comenzaron a imponerle la dedicación a esta actividad en condiciones abusivas y humillantes» como realizar «hasta quince servicios sexuales en un día»
El fiscal pide once años de prisión par una mujer y su pareja acusada de obligar a su sobrina a ejercer la prostitución, que se sentarán en el banquillo este jueves, 26, en la Audiencia de Cantabria.
Según el fiscal, la joven estuvo ejerciendo la prostitución durante un año, en distintas ciudades de España, hasta que tuvo que ser atendida en el Hospital Valdecilla «por el excesivo número de servicios sociales prestados» y ese mismo día logró escapar.
La pareja está acusada de cuatro delitos: trata de seres humanos con fines de explotación, prostitución coactiva, delito leve de maltrato y continuado de falsedad en documento público, por los que se enfrentan a penas de once años de prisión para cada uno y multa de 9.900 euros, además de una indemización de 30.000 euros para la sobrina.
El ministerio público relata, en su escrito de acusación, que la pareja sabía que la joven, que es sobrina de la mujer, pasaba por «serias dificultades económicas», se había quedado sin trabajo y sin ingresos hacía meses y estaba viviendo en un apartamento propiedad de la acusada.
Le propusieron que se trasladase a España a ejercer la prostitución, pero como no aceptaba, la acusada «decidió en cierto momento presionarla, y la exigió el pago de todas las rentas que no le había satisfecho durante el tiempo que le había dejado estar viviendo en su apartamento». «La convenció de que viniendo a España a ejercer la prostitución podría saldar esa deuda y además ganar dinero, ya que se repartirían al 50 % los beneficios de esa actividad«, prosigue el escrito.
Según el fiscal, los acusados habían planeado desde un principio trasladarla a España «para obtener un sustancioso beneficio económico a costa de que la joven ejerciera para ellos la prostitución», y desde el momento en que llegó «comenzaron a imponerle la dedicación a esta actividad en condiciones abusivas y humillantes», como realizar «hasta quince servicios sexuales en un día, lo que le ocasionaba dolores en muchas ocasiones«.
Explica cómo la promesa inicial de repartir las ganancias no se cumplió y que desde el primer día fueron los acusados los que se quedaban con todos los beneficios que generaba la actividad de la joven con la excusa de saldar la deuda contraída con ellos. Además señala que la obligaban a entretener a los clientes en el baño para así entrar en la habitación y sustraerles el dinero de la cartera, aunque no constan denuncias concretas por estos hechos.
Tras vivir esa situación durante un año, la joven tuvo que ser atendida en Valdecilla, a donde la acompañó su tía con el fin de impedir que pudiese revelar a los médicos que la atendiesen «el verdadero origen de sus molestias». Ese mismo día, la chica dio aviso a la policía pidiendo auxilio y consiguió escapar.
El fiscal también explica que para ocultar la actividad, los acusados utilizaban identidades falsas. Así, el acusado, haciéndose pasar por otra persona dio de alta 18 líneas de teléfono, que utilizaron para anunciar en internet los servicios sexuales de su sobrina.
En otra ocasión, utilizó la identidad falsa para suscribir contratos de arrendamiento de los pisos en los que la chica recibía a los clientes.
Como consecuencia de estos hechos, la joven ha presentado síntomas compatibles con un cuadro ansioso depresivo durante cuatro meses, y le ha quedado un trastorno de estrés postraumático leve.
El juicio se celebrará el próximo jueves, a las 10.00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia y está previsto que continúe el viernes 27, a la misma hora.
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