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El problema con los trenes que no cabían por los túneles fue que la Administración proporcionó al fabricante unas medidas erróneas, que habrían dado como fruto unas máquinas sobredimensionadas. La solución técnica que Renfe acordó con la empresa CAF fue aplicar por primera vez en ... España el método comparativo, algo aparentemente tan simple como coger uno de los convoyes que ya están en circulación y tomar las medidas para hacer los nuevos como una réplica. Eso mismo, comparar, será lo que hagan los usuarios de la red de Cercanías cuando entren en servicio los trenes en fabricación en el segundo trimestre de 2026. Y si el resultado final es el que anuncia el Ministerio de Transportes, la comparativa será de todo menos odiosa.
«Serán los mejores posibles. Accesibles, modernos y conectados», explicaba el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, durante el acto de fabricación de la primera pieza el pasado lunes en la factoría de Beasáin donde se realizará la producción y ensamblaje. El departamento que dirige Óscar Puente promete que los nuevos trenes llevarán con mejoras en todos los aspectos, desde la eficiencia energética hasta la comodidad y el confort. Por ejemplo, habrá wifi en todos los espacios y conexión USB en cada asiento. Pero la novedad que más esperan los usuarios habituales de la red de Cercanías es que se ponga fin de una vez por todas a las constantes averías en la línea de ancho métrico –la antigua FEVE–, que es por donde irán las nuevas máquinas. Se resolverán previsiblemente todos los fallos que tengan que ver con el material rodante, pero lo que tiene que ver con las vías va por otro lado. Para eso, es necesario que se acometan obras en la infraestructura.
Son 21 trenes para renovar al completo la flota cántabra, dos más que los actuales. Ahora mismo, con 19 máquinas, Renfe tiene capacidad para prestar el servicio teniendo en cuanta que siempre hay alguna en reparación y al menos otra en las paradas que se programan de forma periódica para hacer las revisiones. «Como nunca están todas en funcionamiento, ahora se llega justo, pero se llega. Con dos más hay más garantías», reconocen desde el Comité de Empresa.
En la actualidad están en circulación cuatro tipos de trenes (los modelos 3600, 3800, 2700 y 2400) y los más antiguos son de 1980. «Piezas de museo», como reconoce Renfe. Además de nuevos, serán más amplios: ahora, los trenes tienen como mucho tres coches mientras que los nuevos podrán acoplar hasta cuatro. Eso hace que aumente su capacidad del máximo actual de 132 pasajeros –o 128 aquellos pocos que tienen zona para aparcar la bici– hasta por encima de las 200 plazas y en todos los casos con espacio para bicicletas y carritos de bebé.
De los 19 trenes actuales, ocho cuentan con rampa para personas con discapacidad –son añadidos posteriores–, pero muchas veces están averiadas. En los nuevos trenes vienen de serie. Llegan máquinas eléctricas e híbridas, pero desaparecerán las de diésel.
En la actualidad
En el futuro
Cuentan con iluminación led, tienen wifi en todo el tren y un USB en cada asiento. Además, podrán alcanzar un máximo de 200 plazas con cuatro coches. Ahora, se acoplan como máximo tres coches para hacer 132 plazas. Todos tendrán zona para bicis.
En la actualidad
En el futuro
Actualmente, los maquinistas ven desde cabina las puertas a través de cámaras. Los nuevos monitorizan todos los espacios. Mantienen el resto de dispositivos de seguridad e incorporan sensores antiincendios, ahora presentes solo en algunas unidades.
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