Los pilares del Instituto de Hidráulica

La gran familia del Instituto de Hidráulica Ambiental (IH) de la Universidad de Cantabria está de enhorabuena después de que la Unión Europea haya elegido este centro de investigación como el 'Proyecto emblemático' de España entre todos los que en los últimos 30 años han recibido financiación de los Fondos de Cohesión de la UE. Una distinción, forjada gracias al trabajo «ejemplar» de 150 personas, que «nos va a dar una visibilidad tremenda, enorme», destaca Íñigo Losada, director de Investigación. Porque aunque no lleve aparejada ninguna dotación económica directa, el reconocimiento implica la presentación en Bruselas del trabajo que se realiza en el IH junto a los proyectos seleccionados en el resto de los países miembros de la UE y una posterior itinerancia, en forma de exposición, por todas las capitales del continente.

«De cara a un centro de investigación como el nuestro, esta promoción tiene más valor que cualquier otro premio, porque nos va a poner en primera línea a nivel europeo y nos va a permitir ser foco de atención de instituciones, empresas... Nuestro déficit está en la comunicación, quizás porque no esté en nuestro ADN. No transmitimos a la sociedad todos los resultados que tenemos, y este premio nos va a permitir cubrir este punto débil y llegar a tal alcance de difusión que en ninguna estrategia interna hubiésemos contemplado jamás», destaca por su parte Francisco Royano, director de Transferencia Tecnológica, incidiendo en el mensaje que transmitió el lunes el director general del IH, Raúl Medina, al dar a conocer la noticia del reconocimiento de la UE.

Un mensaje que resalta también Losada, en dos direcciones, la social y la laboral. Por un lado, explica que la distinción extiende la influencia del IH «mucho más allá de los ámbitos que trabajamos habitualmente», lo que «va a permitir que muchos ciudadanos tengan acceso a esta información y sitúen al IH en Cantabria, algo muy bueno desde el punto de vista de la promoción». Y en segundo plano, el prestigioso científico asegura que el premio «abre una gran posibilidad de trabajar en otros sectores donde ahora no estamos trabajando, al ponernos a la vista de diferentes tipos de entidades, empresas y administraciones de todos los países de Europa, que conocerán que existe un instituto de referencia en torno al mundo del agua».

Losada y Royano ponen voz a los 150 investigadores de alta cualificación –el 70% de ellos menores de 40 años– que trabajan hoy en día en las diferentes áreas del Instituto con «la excelencia como seña de identidad», 150 personas alejadas normalmente de los focos que merecerían la importancia de sus investigaciones y proyectos. Porque la que es una de las principales joyas de la ciencia de Cantabria sigue siendo una gran desconocida para muchos de los habitantes de esta región, a pesar de que se haya convertido en un referente internacional de su campo, el del conocimiento científico-tecnológico relacionado con el ciclo integral del agua, habiendo realizado más de un millar de proyectos en 60 países desde su constitución en 2007.

La estructura del IH se reparte en cuatro grandes áreas de trabajo: 'Hidrobiología y gestión ambiental', dentro de la cual se integran los grupos de investigación que abordan los ecosistemas continentales y los ecosistemas litorales; 'Ingeniería hidráulica y de costas', que da cabida a los grupos de Ingeniería hidráulica, Ingeniería litoral y gestión de la costa, y Oceanografía, estuarios y calidad del agua; mientras que el apartado dedicado al 'Clima, energía e infraestructuras marinas' aglutina a los grupos especializados en Clima marino y cambio climático, Infraestructuras costeras y Energía e Ingeniería Offshore. Ámbitos interconectados ya que «atacamos los servicios y las necesidades desde un punto de vista multidisciplinar y multidireccional, lo que nos permite dar a una solución integral a los problemas», apunta Royano.

La cuarta área de trabajo es la de 'Transferencia Tecnológica', destinada a enfocar los servicios, formar especialistas y buscar las conexiones con empresas, organismos e instituciones públicas. «El objetivo es transferir los muchos conocimientos que surgen de los proyectos de investigación», resume Royano. «Estamos obligados a estar muy cercanos al mercado», añade. Una necesidad que no sólo se ha convertido en «un punto fuerte», porque «son las empresas, las instituciones, las que te transmiten cuáles son sus necesidades y problemas, lo que nos permite enfocar mucho mejor la investigación y la formación»; sino también en su medio de vida, ya que el IH es de esta manera capaz de autofinanciarse. Así, a lo largo de su primera década de vida, ha captado inversiones por valor de 80 millones de euros y de los 150 trabajadores en plantilla, sólo «10 o 12» son funcionarios a cargo del presupuesto de la Universidad de Cantabria. El resto están contratados con los propios recursos que los investigadores logran para sus proyectos.

Un aspecto que Íñigo Losada se empeña en resaltar: «la UE premia esta infraestructura por lo que hace, más que por lo que es en sí. Y lo que hace el Instituto de Hidráulica es favorecer una economía basada en el conocimiento, un mensaje muy claro que se manda a España y a Cantabria».

Además, el IH gestiona una serie de infraestructuras experimentales y tecnológicas al servicio de los grupos de trabajo, como el Laboratorio de Supercomputación y Tecnologías de la Información, el Laboratorio de Hidrobiología y el Laboratorio de Hidráulica, Costas y Offshore, con el Gran Tanque a la cabeza, la joya de la corona del IH capaz de simular en sus 1.500 metros cuadrados casi cualquier escenario marítimo y a partir del cual catapultó su crecimiento.

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