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Tres meses. Ese es el tiempo que el pirulí de Peña Cabarga debería llevar abierto si nos atenemos a la conclusión de la obra. En concreto, los trabajos finalizaron en julio, tal y como la empresa Copsesa había acordado con Cantur, pero la instalación ... sigue cerrada al público y tampoco hay previsiones de apertura.
El monumento acumula ya tres fechas diferentes de puesta en marcha. Todas fallidas. En un principio, el contrato contemplaba que la obra debería estar terminada en enero de este año. No fue así. El motivo expuesto fue el mal tiempo, que ralentizó los trabajos. El plazo de ejecución se amplió unos meses más y, desde el Gobierno estimaban que, ahora sí, en torno a mayo o junio el pirulí estaría si no abierto, terminado. No se cumplió. De nuevo el motivo lo achacaron a las malas condiciones climatológicas. Cantur barajó entonces otra nueva fecha, esta vez julio coincidiendo con la época de más afluencia en Peña Cabarga. Copsesa, la empresa adjudicataria, sí cumplió con el plazo y la obra fue entregada el 6 de julio. Todo estaba listo, a falta de unos trámites de documentación. Al menos es la última declaración que Cantur ha hecho acerca del pirulí de Peña Cabarga.
¿Qué ha pasado entonces? La respuesta de la empresa pública a las preguntas de este periódico es siempre la misma: «Se presentará cuando sea oportuno». Es la misma que trasladan a la alcaldesa de Medio Cudeyo, María Higuera, que espera «impaciente» su inauguración desde el mes de agosto. «La obra se entregó en julio y, desde el cambio de titular en la Consejería, no he vuelto a saber más», reconoce. El único contacto que ha tenido ha sido con técnicos de Cantur. «Nos reunimos porque están planteado hacer un cierre perimetral en el pirulí y evitar así actos vandálicos», explica. Más allá de eso, nada.
Desde el Ayuntamiento de Medio Cudeyo admiten estar «enfadados» y «ansiosos» con este tema. Y es que, según cuentan, la imagen actual de Peña Cabarga «da pena». «Estábamos ansiosos de que lo abrieran en septiembre u octubre, que son dos meses buenos. En cambio, cuando subes ahí arriba la imagen es, cuando menos, desoladora porque ves el pirulí terminado pero sin abrir y la cafetería cerrada», insiste María Higuera. En este sentido, lamenta haber recibido incluso quejas de una agencia de viajes. «Organizaron una excursión y, además de no encontrar ninguna actividad, se toparon con todo lleno de basura», cuenta la alcaldesa. En el municipio no han perdido la esperanza de que la apertura se lleve a cabo de forma inminente, pero reconocen que hacerlo en invierno «carece de sentido porque casi no hay gente».
Lo que sí se sabe con certeza es que no habrá cámara oscura en el primer mirador, tal y como había planteado el anterior Gobierno, que incluso encargó un proyecto sobre las lentes a la Universidad de Cantabria (UC). «En su día el anterior director de Cantur, Luis Martínez Abad, me dijo que estaban valorando diferentes opciones porque la anterior consejera de Turismo, Eva Guillermina Fernández, no veía viable la cámara oscura», expone la alcaldesa. No sabe nada más acerca de esos posibles proyectos pero, lo único que pide es que no se dejen morir. «No me pareció correcto desechar el proyecto de la UC de esa manera, pero yo siempre digo que el que gobierna es el que decide, el que acierta y el que se equivoca. Solo espero que sea un proyecto que no se deje morir porque detrás hay una inversión de un millón de euros», concluye.
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