«Estoy pisando el acelerador con esta oposición y preparándome a conciencia»

Como ella, cientos de opositores «pisan el acelerador» en Cantabria ante la celebración de las pruebas para acceder a una plaza de empleo público. Solo entre mañana, 19 de mayo, y el día 26, la Administración general en Cantabria celebra los exámenes de otras ocho categorías: Medicina Familiar y Comunitaria (4 plazas); Terapia Ocupacional (3); las diez de Psicología; Maestro Educador (8); Trabajo Social (10); Cuerpo Técnico de Finanzas (3); Medicina (11), y dos en Medicina del Trabajo. A partir de aquí, se seguirán sucediendo las convocatorias, entre las que figuran las del Cuerpo Administrativo, uno de los que se presumen más numerosos.

La oferta global de empleo público en Cantabria es histórica, con Sanidad, Educación y la propia Administración general como sus principales promotores. Solo esta última acumula en su oferta de estabilización, reposición y promoción interna más reciente hasta 1.019 puestos, pero es que en Sanidad hay más de medio millar de puestos ordinarios en juego, sin contar con los 2.573 de consolidación.

Educación engrosa la oferta de estabilización de interinos con otros 886 puestos y con dos convocatorias de reposición -las que cubren, principalmente, las jubilaciones- previstas para 2024 y 2025. Las primeras van destinadas a profesores de Secundaria y ponen sobre el tablero 423 plazas. Aspiran a las mismas interinos con experiencia y también opositores que se estrenan en un proceso selectivo. Adrián Gómez, vecino de Escobedo de Camargo, pertenece al segundo grupo. Ha decidido prepararse para lograr una plaza de profesor de Lengua y Literatura. Inscrito en el concurso extraordinario de estabilización con idea de probarse a sí mismo, para lo que ya se prepara en serio es para la convocatoria de reposición de 2024. Lleva meses armando por libre el temario de las oposiciones, apoyándose en manuales o en apuntes que le han cedido los compañeros. Se examinará de 72 temas, así que lo más probable es que tras el verano también busque ayuda en un preparador personal. «Busco estabilidad y la posibilidad de vivir en Cantabria. Con esta oposición estoy estudiando de forma intensiva, preparándome a conciencia y pisando el acelerador», revela Adrián.

Y también lo pisa Manuel Núñez, profesor de Secundaria en activo que concurrirá en la especialidad de Informática. Ya ha comenzado a prepararse para la cita de 2024, y, conforme avance el verano, irá incrementando el tiempo diario de estudio. «Meteré horas todos los días», anuncia.

Entre los aspirantes, hay quienes optan por acudir a una academia. Sandra Fernández constata que a '3catorce' llaman ya personas interesadas en procesos que se celebrarán en los dos próximos años. Coordinadora de esta empresa con 15 años de experiencia en el sector, Fernández también confirma que muchos de los cursos de larga duración, sobre todo los centrados en la oferta trianual de la Administración general, están ya completos y en '3catorce' no amplían la matrícula para evitar que el ritmo de preparación se resienta. «Llevamos con la formación para estos procesos desde hace mucho tiempo y nuestra política es no admitir más alumnos para no alterar la formación de los ya inscritos», explica.

Además del temario, esta academia, como tantas, hace simulacros de examen y ensaya con casos prácticos, tanto para la oferta de la Administración general como para las de Educación o el Servicio Cántabro de Salud, por citar tres de sus grandes áreas de formación. «Aquí el preparador te guía en todo el proceso. Conocen a fondo su especialidad y si hay cambios en la legislación están actualizados», asegura Fernández.

Lucía Terán ha optado por preparase con un grupo propio de estudio. Sus miembros comparten temas, dudas, fechas, se apoyan los unos a los otros. «Tienes que compartir tiempo y gastos para que el proceso sea más llevadero». Porque el proceso es largo y no siempre lineal. Tras meses de estudio, Lucía tiene ahora ante sí tres exámenes que tendrá que aprobar para sumar los puntos por méritos acumulados. Solo en la primera prueba se examinará de 89 temas, pero está mentalizada, porque entre otras cosas ha sobrevivido a la incertidumbre que trajo consigo la pandemia y que llevó a cancelar sus exámenes hasta en dos ocasiones.

Y está mentalizada, porque lleva meses en la brecha: «Esto requiere mucha preparación y sacrificio». Y también saber lidiar con los nervios porque, «al final, es una lucha contigo mismo, y tan pronto te levantas bien y crees que lo vas a conseguir como todo lo contrario. Piensas que al tribunal quizá no le guste tu tema. Hay muchos factores en juego». En cualquier caso, para limar la incertidumbre de los aspirantes, plantea a la Administración la posibilidad de cerrar con algo más de antelación el calendario de pruebas, y que, por ejemplo, «la previsión se parezca a la forma de organizarse en Educación», dice Lucía poco antes de colgar el teléfono y zambullirse de nuevo en el temario.