¿Plan de perro y playa en Cantabria? Apunta estos 13 únicos sitios

En Cantabria están censados casi 250.000 perros (dato del 2023), cifra muy reseñable si se tiene en cuenta que casi triplica la de niños hasta los 12 años de edad y que, cuando llega el verano, los animales condicionan los planes de sus dueños. Son numerosos los que se saltan la normativa a la torera y se presentan en determinadas playas con ellos: lo saben bien en Santa Justa (en Santillana del Mar). Allí está prohibido su acceso y así se informa en un cartel a la entrada. Aunque la gente se salta la prohibición a la torera. Es tan fácil como llegar y quitar el aviso, que es lo que está ocurriendo en los últimos años. En este contexto, el Pacma (Partido Animalista con el Medio Ambiente) ha lanzado una campaña para concienciar de la necesidad de ampliar el número de playas habilitadas para animales en España y así convertir al país en un referente en «turismo canino» a nivel mundial.

Lo que sigue es una relación de las playas que los admiten, oficialmente, en pleno verano.

Ampliar

En San Vicente de la Barquera se les puede llevar a La Maza. Fue una de las pioneras en toda España en implantar este tipo de medida hace ya ocho años (desde 2016). Es una playuca junto al puente del mismo nombre muy utilizada, al extremo de que hay gente que veranea en el entorno para disfrutar de este arenal con su mascota. Durante un tiempo, también estuvieron permitidas en un área concreta de Merón, pero los propietarios no respetaban las normas y el Ayuntamiento acabó cerrando el grifo.

Ampliar

En Suances, solo en el antiguo campo de tiro -justo al lado de la playa de La Riberuca- se cuenta con un espacio exclusivamente para los animales: no hay que andar pendiente de horarios porque no hay límites. Eso sí, hay usuarios que se lamentan de que tampoco el sitio elegido es el soñado con fina arena dorada, sino un área con suelo como de barro.

Ampliar

Miengo es el paraíso para los propietarios de perros. Sus cinco arenales (Mogro, de los Caballos, Usgo, Cuchía y Robayera) los aceptan siempre que sus responsables respeten las condiciones municipales. En años anteriores hubo problemas porque los hay que no cumplen con el bozal y la correa y esto hizo que al actual equipo de gobierno anunciara en el verano de 2023 que está estudiando cambiar la ordenanza y prohibirlos si bien aún no ha modificado la ordenanza.

Ampliar

En Bezana se les permite solazarse en la cala de Jortín, un mínimo espacio más o menos enfrente de la conocida San Juan de la Canal. En toda la costa de Piélagos es igual desde hace ocho temporadas: sin limitación horaria, sólo tienen acceso a la playuca de El Madero (en plena Costa Quebrada).

Ampliar

Los santanderinos no tienen vía de escape playera con sus animales: recientemente los socialistas pidieron que el arenal que se está generando en San Martín se habilite también para ellos, pero la propuesta no salió adelante. Así que es bastante habitual que los propietarios de la capital que quieren un remojón marítimo con ellos crucen al otro lado de la bahía. En Ribamontán al Mar, contra la creencia popular de que el destino apropiado es El Puntal, el lugar oficialmente autorizado es la playa de Somo, junto al embarcadero de las pedreñeras. Allí han delimitado un área bien señalizada y también se ha instalado una fuente para que puedan beber. Los usuarios se quejan de que con pleamar el espacio se queda en nada y también del paso de que se permita el paso de un vehículo a un chiringuito de la zona varias veces al día.

Ampliar

Hacia el lado oriental de la Comunidad, no está permitido llevar al perro a ninguna playa hasta las tres que lo consienten en Castro Urdiales, que son Arcisero-El Pocillo, el muelle de Oriñón y la zona del Cargadero de Mioño. Ni Ajo, ni Isla, ni Noja, que acaba de anular el área de Helgueras donde no estaban prohibidos, ni Santoña, ni Laredo ni Liendo son 'dogfriendly' en verano.

En el tramo de costa entre Santander y Castro Urdiales hay alguna que otra zona conflictiva por estos asuntos caninos. Por ejemplo, suele haber lío en la playa de San Julián en Liendo desde que en 2015 se prohibieron. Aquel es un arenal salvaje y la gente se ha acostumbrado a aparecer allí con ellos sin hacer caso del horario (de 20.00 a 10.00 del 15 de julio al 15 de septiembre). Los que quieren saltarse la ordenanza suelen arrancar la cartelería que informa de la situación y ha habido varios conflictos con vecinos, que exigen medidas más firmes al Ayuntamiento. Pero la entidad local está atada de pies y manos para controlar las infracciones, ya que carece de Policía Local.