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El nuevo plan de salud bucodental impulsado desde el Ministerio de Sanidad, que supondrá una inyección de 800.000 euros para Cantabria (de los 68 millones que se repartirán en toda España), conllevará la implantación de revisiones periódicas para todos los niños menores de 14 ... años. El objetivo es que ese control de los dientes se incorpore a las consultas pediátricas, de la misma forma que las citas incluidas dentro del programa del niño sano -las fijadas para el seguimiento de crecimiento y alimentación, y para la administración de las vacunas marcadas en el calendario infantil-, como explican desde el Servicio Cántabro de Salud. «Lo que se pretende con este plan es homogeneizar las prestaciones en todo el Estado, porque hay autonomías que han ido aumentando su cartera de servicios», mientras que otras se habían quedado atrás. Esta actualización, que se encuadra dentro del Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria y busca «romper la relación entre la situación socioeconómica y la prevalencia y gravedad de las enfermedades bucodentales», abarcará también a todas las embarazadas (unas 3.200 al año en la región), que hasta ahora tenían incluida la limpieza y revisión, aunque no siempre se llegaba a ellas; a los pacientes con cáncer de cabeza y cuello (medio centenar), a los adultos con discapacidad intelectual (casi 2.500) y a los afectados por enfermedades neuromusculares (más de 600).
Cálculo del SCS «Con esta actualización de la cartera de servicios, la población diana crecerá de 50.000 a 82.000 personas»
Plazos La implantación de este nuevo plan está prevista de forma progresiva «en los próximos dos años»
Así las cosas, en lo que respecta a los menores, que es el grupo más numeroso, en Cantabria la cobertura pasará de incluir a los casi 50.000 niños de 6 a 14 años a añadirse los más de 23.300 por debajo de los 6 años. Si hasta ahora esa atención se centraba en «consejos odontológicos, detección precoz de lesiones, educación sanitaria y algunos sellados», con esta nueva estrategia se ampliará a otro tipo de tratamientos preventivos como limpiezas de sarro (tartrectomías), aplicación de sustancias remineralizantes, antisépticas y desensibilizantes, y el sellado de fisuras para evitar que se produzcan caries. Sin olvidar, y esta es otra de las novedades, la reubicación y estabilización de los dientes definitivos de aquellos niños que hayan sufrido una lesión por traumatismo, como ocurre a veces al caerse de la bicicleta o del patinete, recibir un balonazo en la cara o irse de bruces en plena carrera de juegos con otros niños.
Aunque esta actualización de la cartera de servicios no implicará, y eso también se deja claro, que otras prestaciones que ahora no estaban incluidas en la sanidad pública pasen a estarlo. Y el mejor ejemplo es el de las ortodoncias. Que se identifique su posible necesidad no supondrá su derivación automática al Centro de Salud Bucodental del Hospital de Liencres, salvo en casos muy concretos. Sí se financiará para aquellas personas que cumplan determinados criterios ya definidos, y que tenían una aplicación desigual entre comunidades, como malformaciones congénitas craneofaciales, personas con discapacidad o pacientes oncológicos relacionados con la cavidad oral.
Para la mayoría de los menores que precisen ortodoncia, la alternativa seguirá siendo la vía privada. Y Cantabria es, según un informe del Ministerio de Sanidad con datos de 2019, la comunidad que más gasto privado realiza en salud bucodental (87,2 euros por persona), más del doble que Extremadura, que se sitúa en el otro extremo de la tabla, con 35,4 euros.
Miguel Ángel Soria, exsubdirector de Asistencia Sanitaria del SCS, ahora subgerente de Valdecilla, señala que «este nuevo plan de salud bucodental, que está previsto que se desarrolle en los dos próximos años, va a suponer un aumento de la población diana de las 50.000 personas actuales a alrededor de 82.000». Con lo que eso conlleva tanto en instalaciones, como en incremento de equipamiento, material sanitario y personal. Admite que hay mucho trabajo por delante para «canalizar toda esa actividad añadida» dentro de los dispositivos que tiene la red en la actualidad: 17 equipos de odontólogos y técnicos de salud bucodental en Atención Primaria, más la Unidad especializada de Liencres, encargada de los procesos de mayor complejidad. «Hay que definir los protocolos y establecer los circuitos a seguir, porque en función del motivo habrá que seguir un procedimiento de derivación u otro», concluye.
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