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El Plan de Salud Mental de Cantabria, que tiene como horizonte el 2026, pone el foco en humanizar la atención al paciente y en que ... el abordaje de las enfermedades se haga de manera coordinada e integral. Es decir, está «centrado» en la persona y en su desarrollo han trabajado, desde mayo del año pasado, más de 170 expertos de diferentes ámbitos para mejorar la comunicación entre los servicios implicados en el seguimiento y tratamiento. Así, el documento ha sido presentado esta mañana por Amador Priede, coordinador del plan, en un encuentro al que han acudido el vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Zuloaga; el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera; el gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Rafael Sotoca y las consejeras de Educación y Presidencia, Marina Lombó y Paula Fernández, entre otras autoridades y representantes del ámbito sanitario.
Entre las líneas estratégicas definidas en el documento, está el abordaje de la salud mental desde Atención Primaria: «El primer escalón asistencial», ha explicado el Amador Priede, coordinador. Por eso uno de los puntos claves será desarrollar un proyecto de psicología clínica que incluye la contratación de 21 psicólogos en los próximos años, de ellos seis a lo largo de 2023. Un paso que nace con el objetivo de «hacer accesibles los tratamientos» desde los ambulatorios y que, además, ayudará «a la hora de descargar la atención especializada».
Priede también ha indicado que habrá una pata centrada en las personas con trastornos mentales graves y que, entre sus pilares, recoge hacer que las estancias hospitalarias «sean más agradables con los pacientes». Por otro lado, se implementarán planes individualizados y se potenciará «la figura del gestor de caso» que será una persona encargada de acompañar al paciente «durante todo el proceso asistencial». En este sentido, el año que viene se pondrá en marcha en el Hospital Valdecilla un primer equipo de intervención comunitario que «permitirá dispensar tratamientos en los propios domicilios donde hay un trato más próximo con sus problemas», ha explicado Priede durante su intervención. Además, en el centro de Sierrallana, en Torrelavega, se instalará una Unidad de Agudos y Urgencias 24 horas y en Laredo un hospital de día.
En la redacción del plan también se ha tenido muy en cuenta el aumento de problemas de salud mental entre la población más joven. De ahí que otro punto abordado de manera específica sea la infancia y adolescencia. En primer término ya se ha avanzado en este compromiso con la contratación de hasta 6 nuevos profesionales para «dar respuesta al aumento de la demanda», ha añadido el coordinador. Ahora, a partir de ahí, los próximos pasos irán también encaminados a la prevención y educación emocional de padres y madres para orientarles en este ámbito. Y, además se pondrá en marcha un «programa piloto de regulación emocional» que se aplicará entre los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y en Valdecilla se desarrollará una unidad de ingreso.
También las adicciones encuentran una línea estratégica en el documento. Aquí el objetivo será conseguir una integración de las unidades que intervienen para una «mejor coordinación y continuidad de los cuidados» poniendo especial énfasis en la prevención de trastornos relacionados con las nuevas tecnologías. Y, en cuanto a casos relacionados con violencia de género, el plan busca «mejorar la detección precoz y la atención dispensada a mujeres víctimas y a sus hijos» con la mejora de la formación de profesionales.
La estrategia global pasa por avanzar en una atención que tenga en cuenta todos los servicios implicados por eso se desarrollará una aplicación que facilite esa comunicación y coordinación intersectorial. «El documento pretende coordinar la acción de todos los profesionales», ha resumido el vicepresidente del Ejecutivo regional, Pablo Zuloaga, que ha subrayado el «esfuerzo» detrás de la redacción y la apuesta de Cantabria por mejorar «la atención, detección y seguimiento desde lo público».
En palabras del consejero de Sanidad, este documento es la base de «cómo queremos que sea la atención a la salud mental y la base es la humanización, potenciando la empatía y el abordaje integral», ha señalado, para atender a las enfermedades que se han convertido en «uno de los mayores desafíos».
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