Los planes después de la EBAU

El verano de sus vidas. Ahora que han terminado la temida EBAU, los exámenes de acceso a la universidad, los jóvenes buscan enterrar los apuntes y rescatar el bañador y la toalla. Entre sus planes, además de playa, fiestas o sacarse el carné de conducir.

Ahora que han terminado las pruebas de la EBAU, Jana Crespo tiene muy claro a qué dedicará su tiempo en estos tres meses de verano que tiene por delante antes de irse a vivir a Sevilla, donde quiere estudiar Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Lo resume en una palabra: «Disfrutar». Para empezar, quiere recuperar todas las horas de sueño que le ha robado el estudio las dos últimas semanas. Después, se irá de viaje a Jávea con sus amigas. «La mejor manera de desconectar de estos días tan duros es salir de la rutina, así que tengo muchas ganas de esta escapada», dice esta estudiante de Los Salesianos.

No es su único plan para este verano. En cuanto regrese de sus vacaciones piensa hacerse un recorrido por los festivales de música programados en Cantabria. «Voy a ir a todos. Al Reggaeton Beach Festival, al Negrita Music Festival, a los de La Magdalena...». Y es que la fiesta es otra de las cosas que no va a faltar en la agenda estival de los jóvenes. «Tampoco me voy a perder ninguna macro», refiriéndose a las verbenas que se organizan en muchos municipios. Ypara mantener su bronceado de Jávea no quiere salir de las playas de Santander. «Estoy deseando pasarme el día tirada en la arena sin más preocupaciones». También está deseando socializar, algo que ha podido hacer «poco» en estos días, especialmente la última semana.

Hasta septiembre no quiere pensar en la nueva etapa que le espera. «Para poder entrar a la carrera que quiero necesito una nota de 10, pero los exámenes me han salido bien, así que no estoy preocupada», asegura. Ya tocará pensar en su nueva vida en Sevilla. La afronta con ilusión y con miedo a la vez. «Son muchos cambios, pero ya llegará. De momento, quiero que sea el verano más especial de mi vida».

«Pasarlo bien». A sus 18 años, Diego Alexander Aguirre sabe muy bien qué es lo que espera de este verano. En su caso, no necesita mucha nota para estudiar Fisioterapia en Torrelavega. Con aprobar, le vale. Aun así, haber llegado hasta aquí merecía un final por todo lo alto y había que esforzarse hasta el último minuto. Por eso, no descuidó los estudios de cara a la EBAU. Dos semanas entre apuntes. «La primera estudié muchísimo y la segunda me dediqué a repasar todo el temario». Todo ello en la biblioteca, el único sitio donde pudo ver a sus amigos. «Aprovechábamos los descansos para socializar».

Ahora, ya con la suerte echada –dice que unos exámenes le han salido mejor que otros–, quiere recuperar todo ese tiempo invertido en los estudios. Tiene pensado hacer varios viajes con sus amigos durante el verano, pero, de momento, se irá a Almería una semana. «Mi destino soñado es el Caribe, pero está la cosa complicada», bromea. De entrada, reconoce que lo que más le apetece ahora es irse «de fiesta, pero sin liarla mucho». Diego Alexander también se suma a la tendencia de los festivales: «Me hubiese gustado ir al Boombastic en Asturias, pero me conformo con los de Santander».

Durante estos meses este estudiante de Los Salesianos también espera que llegue el buen tiempo para ir a la playa con sus amigos y sacarse el carné de conducir para poder tener más independencia y poder desplazarse a Torrelavega, ya que es allí donde aspira a seguir sus estudios.

De cara al próximo curso, prefiere no focalizar su energía en ello. Se trata de disfrutar de un verano merecido sin reparar en lo que viene. Eso sí, cree que lo llevará bien. «He madurado bastante y cuando empiece la carrera me lo tomaré en serio», asegura.

El verano de Laura García va a estar centrado en viajar. Ha tenido que repartir su tiempo entre sus diferentes grupos de amigas. Con unas se irá a Málaga y con otras, a Alicante. Siempre en busca del sol. Pero también tendrá tiempo de disfrutar de Cantabria. «Voy a desconectar 100%, no pienso hacer absolutamente nada», asegura esta joven del IES Santa Clara. Su objetivo es olvidarse de estos dos años de bachillerato. «Han sido un sufrimiento para todos, pero ya está hecho», celebra.

Para poder dejar esta etapa atrás, primero tendrá que recibir las notas de las pruebas de la EBAU. Laura necesita cerca de un 8 para cursar Derecho en la Universidad de Cantabria, algo que, a priori, no lo ve difícil. «Estuve estudiando durante tres semanas, haciendo mucho hincapié en Historia de España, que ha sido la asignatura que más me ha costado», explica.

Pero eso, los exámenes, ya forma parte del pasado. Ahora es tiempo de recorrer el camino hacia una nueva etapa en la que comenzará a construir su futuro profesional. No volver a abrir un libro hasta bien comenzado septiembre, a no ser que se trate de uno de su autor favorito para leerlo bajo una sombrilla recostada en la arena. El modo vacaciones ya lo tiene activado. «Estaba deseando que llegase este momento. Poner punto y final a tanto esfuerzo y poder empezar a disfrutar».

Al igual que el resto de jóvenes de su edad, también tiene muchas de ganas de salir de fiesta. «Este verano es todavía más especial si cabe. Tenemos la excusa perfecta para celebrar». Por el momento, acudirá junto al resto de sus amigas al Reggaeton Beach Festival, que tendrá lugar en la Virgen del Mar los días 13 y 14 de julio. El resto del verano improvisará sus planes, aunque todos seguirán la misma línea.

Hoy Javier Cano estará leyendo estas líneas desde el asiento de un avión o desde la tumbona de un apartamento. Y es que, sin más tardar, hoy pone rumbo a Mallorca junto al resto de sus compañeros. «Una recompensa más que merecida», dice. ¿El objetivo del viaje? Pues, básicamente, «descansar por el día y salir de fiesta por la noche». En su caso, todavía no puede celebrar un resultado exitoso porque las notas provisionales no se dan a conocer hasta el lunes, 17 de junio. Javier aún no sabe si podrá matricularse en el grado de Matemáticas de la Universidad de Cantabria. Necesita un 11,5, pero se muestra optimista. «No me irá mal y podré llegar al sitio que quiero», confiesa. Y va más allá: su intención es quedarse en Cantabria un año y después continuar sus estudios en Suiza o en Holanda. «Ya me han dicho que si mantengo un buen nivel académico podré hacerlo».

Con resultados o no, su verano ya ha comenzado. Se ha quitado un gran peso de encima porque en su caso solo estudió durante una semana. Eso sí, de forma intensiva. «La primera semana me despisté un poco, sobre todo con las asignaturas de letras. Soy más de números», señala.

Javier asegura no ser muy fanático de los festivales, pero sí de las discotecas. «Aun así iré donde sea con tal de pasármelo bien», comenta entre risas. Además, espera aprovechar estos meses para sacarse el carné de conducir, aunque admite que lo ve «bastante difícil». Lo que sí hará este futuro matemático será buscarse un trabajo, un objetivo que no entra en los planes de muchos de sus compañeros. «Me vendrá bien tener una rutina y mantener el ritmo». Por eso, estos días espera descansar lo máximo posible y recuperar las horas de sueño. Después, el verano será disfrute pero, si empieza a trabajar, también responsabilidades.

Puede que tres meses de verano no sean suficientes para realizar todos los planes que Aitana García tiene en mente. Su prioridad ahora es salir de fiesta, porque entre los exámenes finales de bachillerato y las pruebas de la EBAU no ha tenido tiempo para socializar. «Solo he desconectado alguna noche que he ido a cenar con mis padres», señala esta joven del IES Lope de Vega.

Podrá reconectar en Denia, destino al que viajará con sus compañeros de clase para celebrar el fin de una etapa. Aunque cuando regrese a Cantabria todavía no tiene programados eventos festivos. «Todo sobre la marcha, pero no faltarán», reconoce. Además, su objetivo es llegar a septiembre habiendo disfrutado al máximo del relax playero. «Solo pienso en pasarme el día entero en la playa, a ver si llega ya el buen tiempo», espera.

Este verano Aitana quiere dedicárselo a sí misma. «Todo el esfuerzo que he hecho merece su recompensa», confiesa. «He estudiado muchísimo porque necesito una nota muy alta». De momento, no quiere pensar en lo que le deparará el futuro ni en lo que está por venir. «Sé que me quiero dedicar al mundo de la salud, pero no tengo claro si estudiar Medicina o Enfermería. Lo decidiré en función de la nota, pero, si me da para ambas, tengo un dilema importante». De ser así, Aitana lo sabrá la semana que viene, así que todavía tiene siete días por delante para despreocuparse y disfrutar sin tener que tomar una decisión. «Estoy un poco asustada. Tengo miedo al pensar en septiembre», reconoce.

Cuando sepa qué camino tomar, dedicará el resto del verano a estar junto a sus amigos, pero también quiere centrarse en algo más que pasarlo bien. «Tengo en mente sacarme el carné de conducir y también apuntarme a algún deporte», explica.

Elena Fernández no tiene dudas: este verano quiere centrarse en aquellas personas que ha dejado de lado a lo largo de estas semanas por tener que estudiar. Su primer plan, después de finalizar su etapa de bachillerato, será irse a Denia con un grupo de compañeros. Pero no es el único. «Quiero aprovechar mucho el verano», dice. En mente tiene hacer más viajes improvisados «a donde sea» y hacer mucho uso del coche. «Ahora que me he sacado el carné de conducir, me encantaría poder recorrerme Cantabria en coche con mis amigos y poder disfrutar de las puestas de sol». A Elena también le apetece mucho salir de fiesta, aunque respecto a esto todavía no tiene ningún evento programado. «Se supone que es nuestro verano y tiene que ser memorable. Las expectativas están muy altas porque es el paso a la vida adulta», admite.

Para cumplir con lo esperado aspira a pisar poco su casa. «Bastante tiempo he estado encerrada durante las últimas semanas estudiando día y noche». Todo por poder matricularse en la carrera de sus sueños: Biomedicina en la Universidad de Cantabria. «Es una carrera bastante dura, soy consciente». Por eso, Elena no se permitirá desconectar totalmente de los estudios este verano. Aunque no saque los apuntes, sí piensa ya en cómo será este nuevo comienzo. Quiere coger fuerzas y llegar mentalizada. «Cuando empiece el curso tengo que tener la mente focalizada y olvidarme de lo bien que lo habré pasado este verano, pero a su vez también lo quiero recordar a modo de motivación para que el siguiente pueda ser igual que este», explica.

Necesita una nota de 12,8 para poder entrar en la carrera, la segunda más alta de la Universidad de Cantabria. «Si no, la opción B es Medicina o Enfermería».

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