El plante médico deja en el aire las cirugías y pruebas de rayos de cientos de pacientes

En concreto, Valdecilla realiza los fines de semana entre 100 y 120 escáneres por medio de estas peonadas (en este caso, al programarse al inicio de semana, aún no se habían citado), además de 120 ecografías repartidas por las tardes de lunes a viernes que habrá que ver si se llegan a realizar o no. Y lo mismo pasa con unas 40 resonancias magnéticas semanales que también se incluyen en estos programas especiales y que serán más difíciles de encajar si quedan anuladas, dada la gran acumulación de la demanda. A diario se realizan en Valdecilla, dentro de los turnos ordinarios, más de cien resonancias. Y ni siquiera realizando las pruebas por las noches se logra mermar la lista de espera.

«Sin duda, este parón es una mala noticia», admite el gerente de Valdecilla, Rafael Tejido, «porque habíamos alcanzando en febrero un buen ritmo en la actividad quirúrgica, con más salidas que entradas en la lista de espera, y ahora volverá a interrumpirse». En un momento, dice, que «nos ha cogido por sorpresa, porque se había hecho un nuevo modelo de programas especiales que ya contemplaba mejoras retributivas y que estaba pendiente de negociación. Pero se ha planteado esta situación sin esperar a negociar, algo que no se entiende».

En la misma línea, el gerente de Sierrallana, Pedro Herce, lamenta que «los profesionales rompan un acuerdo de actividad alcanzado para este primer semestre del año que ya tenía un presupuesto asignado y unas tarifas pactadas», porque «es una actividad voluntaria para el que la hace y para el que la propone, pero de esa mala dinámica salen perdiendo los pacientes». Ambos comparten el «pesimismo» ante la situación que se avecina. «Tendremos que suspender las cirugías previstas dentro de estos programas (una treintena a la semana, la mayoría de pacientes de Oftalmología y Traumatología) si los profesionales no cumplen con su palabra», señala Herce, que recuerda, al igual que hace Tejido, que paralizar esta actividad extra repercute también en otras categorías, como enfermería, celadores o técnicos de rayos.

Desde la Consejería de Sanidad, como apuntó ayer el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, están «abiertos al diálogo» y emplazan la negociación a una mesa sectorial que aún no se ha convocado; todo apunta a que será la próxima semana. En todo caso, para cuando los sindicatos se sienten a discutir con la Gerencia los porcentajes de las mejoras retributivas de estas peonadas, que van del 5% que propone el SCS al 25% que pide el Sindicato Médico, serán cientos los pacientes que habrán visto truncada su salida de las listas de espera.

Los facultativos denuncian que las cuantías que perciben por ese trabajo extra «llevan años sin actualizarse» y han considerado que, a tres meses de las elecciones, es el momento idóneo para lanzar la reivindicación. No ven justo, por ejemplo, cobrar 70 euros por operar unas cataratas, una cuantía que se multiplica en función del número de intervenciones que haga dentro del horario de jornada extraordinaria. «Espero que se arregle esta situación cuanto antes, porque no hay que olvidar que estamos hablando de pacientes», subraya un Tejido, que no oculta su «preocupación», «porque íbamos a abrir programas nuevos de Oftalmología y Maxilofacial, que ahora no se podrán hacer».