

Secciones
Servicios
Destacamos
La vivienda es uno de los grandes apartados en los que la Encuesta Social 2020, que cada tres años publica el Instituto Cántabro de Estadística ( ... Icane), hace hincapié. La pandemia ha precarizado los recursos económicos de las familias, el empleo se ha visto resentido y esto se ha reflejado en la consideración de los ciudadanos sobre este derecho constitucional. El 60% de las personas que participaron en el estudio opinan que «es muy difícil» acceder a un crédito hipotecario y el 54% declaró que «se incentiva poco o muy poco el alquiler». Además, el porcentaje de quienes creen que los precios de los pisos y las casas son muy elevados asciende al 77,2%, y otro 61% afirma que las construcciones son muy deficientes.
Esta percepción del mercado inmobiliario está ligado a las condiciones de renta y gastos de los hogares, que también estudia el Icane. Así, las familias aseguraron haber destinado el año pasado el 56% de todos sus ingresos mensuales al pago de la letra de la hipoteca, lo que provocó que un 7,6% de ellas sufrieran retrasos en este pago y en otros como el alquiler, la luz o el gas.
El 32,4% de los participantes admitió que su nivel de ingresos es bajo o medio-bajo, el 51,2% medio, el 12,87% medio-alto y sólo el 0,86% declaró que era alto.
Esta pérdida de poder adquisitivo se entiende mejor si se analizan los hogares en función de la situación laboral de sus integrantes. El 24,4% tenía a alguno de sus miembros en paro, una cifra que crece en un punto y dos décimas con respecto a la encuesta de hace tres años. Destaca que el 52,2% de estos domicilios no esté recibiendo ningún tipo de prestación por desempleo, lo que se traduce en otra importante subida: el 30,3% subraya que su situación económica empeoró el año pasado en comparación con el anterior.
Para poder llegar a fin de mes, las familias tuvieron que adoptar diferentes medidas, que pasaron por reducir los gastos (54%), encontrar un empleo (30,5%), solicitar ayudas a familiares y conocidos (19,3%), acudir a los servicios sociales (15,2%), pedir préstamos bancarios (9,82%) o utilizar tarjetas de crédito (8,46%).
La Encuesta Social del pasado año también estudia otros aspectos de la vida de los cántabros. Por ejemplo, su alimentación. Sube el consumo de verdura a la semana (3,5 veces) y baja la de fruta (5 veces), carne (3 veces) y pescado (2,4 veces). Además, el 70% de los encuestados afirma que nunca consume comida rápida. La dependencia al tabaco apenas se movió en comparación con 2017. El 46,4% declaró que no fuma y la cifra de fumadores asiduos fue la misma, un 14,7% de los participantes.
El confinamiento general del pasado año también tiene su repercusión en el entretenimiento. El hecho de pasar más tiempo que nunca sin salir de los domicilios propició dos fenómenos diferentes. Aumentó el porcentaje de personas que pasaron poco tiempo -menos de media hora al día- frente al televisor, un 15,4%; y también los que estuvieron entre tres y cuatro horas, un 7,7%, casi dos puntos y medio más que en la anterior encuesta. Esta tendencia se repitió también entre los oyentes de radio. En cambio, entre los lectores de periódicos se observó que un 8,74% pasaron cada día entre una y dos horas leyendo, un 2,8% más que en 2017.
En el aspecto social, el 57,2% cree que la región se enriquece con la llegada de inmigrantes, pero un 67% considera que si cometen un crimen se debería obligarles a marcharse.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.