«¿Qué podemos aprender de todo esto? Que no somos invencibles»

Félix de las Cuevas no duda de que los libros de historia hablarán de 2020: «Este año quedará en la historia, quedará en la memoria de la gente. Va a ser un punto de inflexión: 2020 es un año que nadie va a olvidar». Para acompañar la certeza, añade: «¿Y qué podemos aprender de todo esto? Que no somos invencibles. Lo que no han podido las crisis económicas, ni Trump con los aranceles de China, lo que no han podido las guerras..., ha venido un virus y ha cambiado el orden económico, el orden sanitario. Hay que hacer una reflexión sobre cómo lo ha cambiado en todos los aspectos».

El Covid-19 también ha dejado huella en el senador del PP. Enfermó a mediados de marzo, después de volver a Santander tras la suspensión de la actividad presencial en la Cámara Alta. Tenía fiebre y tos, sentía mucho cansancio. Su prueba del coronavirus dio positivo. Mantuvo entonces el aislamiento domiciliario, pero intensificó las medidas de protección. Tenía una razón de peso en casa para ser riguroso: «Mi máxima preocupación ha sido mi madre. Es mi vida. Me preocupaba poderla contagiar. Han sido días de mucha preocupación, ha sido lo más duro de todo. Ya tenía precaución suficiente, pero, con la confirmación del positivo, cambié radicalmente la vida. Me aislé totalmente», relata por teléfono.

El alivio llegó hace unos días: el segundo test de Covid-19 fue negativo. Enfila el último tramo de aislamiento pensando en los abrazos que dará, en la posibilidad de pasear pronto por Bárcena de Pie de Concha, el pueblo de su padre: «Tengo muchas ganas de andar, será lo primero que haga».

Durante estos días ha mantenido contacto con los profesionales del centro de salud de El Sardinero. «Han sido extraordinarios, formidables», insiste varias veces durante la conversación. Ha seguido sus consejos en cuanto a las distancias, a la higiene. «He sido muy disciplinado». De las Cuevas celebra además su suerte: «Es duro estar aislado en una habitación, pero yo, afortunadamente, he podido estar en casa. Al fin y al cabo, soy un caso 'pequeño', porque hay gente que lo ha pasado muy mal, la gente sufre mucho».

Su hermana, ayudándole en casa; el resto de la familia y amigos, acompañándolo a través de plataformas y aplicaciones, todos han hecho más llevaderos estos días. De las Cuevas también ha buscado la comunicación en redes sociales. Su último mensaje es de ánimo, y por teléfono incide en ello: «Mando apoyo y ánimo a la gente que sufre; mi cariño a los familiares y amigos de quienes han fallecido... Y mucho agradecimiento al personal sanitario, tanto público como privado: hay que defender la sanidad pública pero también la privada, que ayuda a combatir esta pandemia».

Ha retomado su trabajo como senador. Mantiene reuniones virtuales con miembros populares de distintas comisiones. «Estamos activos, nos acostumbramos al teletrabajo». Una de sus preocupaciones es la industria. Su pasado (ha ejercido cargos de responsabilidad en Saint-Gobain) y presente (participa, entre otras, en la Comisión de Industria del Senado) están ligados a ella. El sector cántabro, opina, arrastraba problemas previos -«fundamentalmente el alto coste de la energía»- que se «acrecientan» ahora.

Partidario de la colaboración entre Administraciones, critica, sin embargo, la «improvisación» de algunas medidas del Gobierno. Urge pactos para, entre otras cosas, abordar la compra efectiva de material sanitario o para el pago a los 3,5 millones de personas acogidas a un ERTE, «un dato tremendo». Las decisiones, incide, «hay que compartirlas».