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Rosana Alonso, secretaria general de Podemos Cantabria. Celedonio Martínez
Podemos nombrará a una gestora para relevar a la actual dirección en Cantabria

Podemos nombrará a una gestora para relevar a la actual dirección en Cantabria

El Consejo de Coordinación Estatal designará en una semana a un «equipo técnico» con el objetivo de «proteger la imagen» del partido «tras los últimos hechos acontecidos»

Domingo, 23 de diciembre 2018, 21:58

El Consejo de Coordinación Estatal de Podemos ha decidido relevar a la actual dirección del partido en Cantabria que lidera Rosana Alonso y nombrar en su lugar a una gestora, que asumirá «todas las competencias de los órganos autonómicos».

El conflicto abierto en los últimos meses en la formación morada, que ha alcanzado en los últimos días límites insospechados, ha llevado al órgano de dirección nacional a cortar por la sano: «Ante los hechos acaecidos», anoche anunció que, en el plazo «máximo» de una semana, designará a «equipo técnico» con «la voluntad de proteger la imagen de Podemos en Cantabria» y también con el objetivo de «garantizar» que el partido concurra a las elecciones autonómicas y municipales «con posibilidades de influir en los gobiernos que salgan de las urnas para mejorar las condiciones materiales de vida de los cántabros».

El Consejo de Coordinación Estatal determinó también convocar a los inscritos en Podemos Cantabria a una Asamblea Ciudadana Autonómica –que se celebrará después de octubre de 2019 como marcan los estatutos–, para renovar los órganos de dirección. E insiste que, hasta entonces, será una gestora –la denomina «equipo técnico»– quien asuma «todas las competencias». La misma se conformará por decisión del propio órgano estatal.

La gestora, nombrada desde Madrid, asumirá «todas las competencias de los órganos autonómicos»

La decisión de Podemos nacional se produce un día después de que el Consejo de Coordinación del partido en Cantabria sancionara a los diputados Verónica Ordóñez y José Ramón Blanco con la suspensión cautelar de su militancia «a la espera de la resolución de los procesos de investigación, tanto internos como judiciales» que se están llevando a cabo. Este domingo Blanco expresó el rechazo a esta salomónica determinación y anunció que la iba a recurrir, mientras que Ordóñez prefirió guardar silencio, seguramente conocedora de la reunión que se celebraba en Madrid, ya que siempre ha contado con el respaldo estatal.

El órgano de dirección de Podemos en la región, encabezado por la secretaria general Rosana Alonso, tomó esta decisión ante «las diferentes disputas y las actuaciones particulares» de ambos diputados durante los últimos meses a raíz de la denuncia por acoso laboral que Ordónez –junto a la secretaria general en Santander, Lydia Alegría, y la exresponsable de comunicación del partido– interpuso contra Blanco. Unas acciones que «están contribuyendo a degenerar la imagen de la formación y a disminuir la credibilidad de su valor político, al empujar al grupo parlamentario a una situación insostenible, indigna para una fuerza cuya prioridad ha de ser ofrecer soluciones y garantías a la ciudadanía».

Un conflicto sin fin

Acorralado por tres denuncias de acoso y grabaciones en las que se le escuchaban insultos y vejaciones, José Ramón Blanco anunció a principios de octubre que renunciaba tanto a presentarse a las primarias que decidirían el cabeza de lista del partido de cara a las elecciones autonómicas como a su actual escaño en el Parlamento, extremo que no llegó a materializar al cogerse una baja médica. Hasta el pasado lunes no había vuelto a aparecer por la Cámara regional, pese a que contaba con el alta desde hace un mes. El requerimiento de la Mesa del Parlamento, que amenazó con sancionarle si no regresaba al trabajo o, en su defecto, presentaba el correspondiente parte de baja, aceleró su reincorporación. Pero el regreso de Blanco propició que Ordóñez solicitase amparo a la Cámara para no sentarse junto a él en el Pleno de la pasada semana. Petición que fue aceptada, lo que llevó a la diputada morada a ocupar un asiento del PRCen una simbólica imagen. Esa misma tarde, Podemos Cantabria exigió a Blanco la «entrega inmediata» de su escaño, algo a lo que se negó pese a que dos meses antes lo había anunciado. Su decisión de aferrarse al acta provocó que Ordóñez, que no quería volver a vivir la misma situación del lunes, pidiera el voto telemático de cara al debate de Presupuestos del pasado jueves, que le fue denegado por elParlamento. La portavoz decidió entonces coger la baja.

La suspensión cautelar de ambos causó sorpresa. Porque el órgano de dirección regional había sido convocado de urgencia después de que Blanco se negara a renunciar al acta de diputado y la reunión tenía precisamente como objetivo aplicarle la suspensión de militancia inmediata. Pero el Consejo también ha encontrado motivos para suspender a su adversaria, Verónica Ordóñez.

Unas primarias paralizadas

El conflicto acontecido a raíz de las denuncias de acoso laboral contra Blanco también salpicó a la todavía secretaria general del partido, Rosana Alonso, afín al diputado. Hasta el punto de que el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Santander paralizó el pasado mes, de forma cautelar, el proceso de primarias de Podemos Cantabria para conformar la candidatura a las elecciones autonómicas de 2019. La decisión judicial se produjo tras las acciones judiciales emprendidas por Alonso –y los secretarios de Organización, David González, y Feminismos, Belén Milán– al ser inhabilitada por el partido para concurrir a los comicios internos después de ser acusada de «no haber actuado» ante las denuncias de acoso laboral.

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