
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No es fácil de explicar el viraje radical que ha dado en un partido que se ha vendido como el adalid contra la corrupción, ... que ha promovido una comisión de investigación sobre los contratos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y cuyos representantes habían pedido por activa y por pasiva la dimisión de la consejera de Sanidad, Luisa Real, o, en el peor de los casos, que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, la cesara por las irregularidades detectadas en la gestión de la cúpula sanitaria, con tres cargos exaltos cargos y un asesor investigados por la justicia. Tal vez por eso dejó completamente descolocados a todos los parlamentarios el giro copernicano que dio el lunes Verónica Ordóñez, la única representante que Podemos reconoce actualmente en la Cámara, para evitar pedir la destitución por «responsabilidad» a la misma consejera contra la que los morados, pleno tras pleno e incluso en el Debate sobre el Estado de la Región, habían cargado sin medidas tintas y a la que habían enseñado la puerta de salida. Y tal vez así se entienda la hostilidad con la que han reaccionado exdirigentes y militantes, que han salido en tromba a criticar a la parlamentaria al considerar «increíble» y «vergonzoso» que haya renunciado a unos de los principios por los que se firmó la investidura con Revilla.
Para poder llegar hasta este escenario, no hay que olvidar que Podemos saltó por los aires dentro de la Cámara regional. Ordóñez se fue del Grupo Parlamentario en medio de un fuerte batalla interna con el fin de forzar a Alberto Bolado y José Ramón Blanco, sus compañeros, a integrarse en el Grupo Mixto, al no disponer del mínimo de tres parlamentarios para mantener su autonomía.
Tanto Blanco como Bolado denunciaron este martes que «está actuando como encubridora de la corrupción que investiga la justicia relativa a los fraccionamientos de contratos en el Servicio Cántabro de Salud». El primero escribió en sus redes sociales que la «diputada tránsfuga ha votado en contra de que Revilla destituya a María Luisa Real por las irregularidades. Es increíble y vergonzoso... Cómo se nota que en la gestora está la amiga de la consejera». Después, ya en frío, dijo que «la corrupción interna de las cloacas de Podemos aflora... Todo por un despachuco».
Alucinando!!!! La diputada tránsfuga ha votado en contra de que Revilla destituya a María Luisa Real por las irregularidades de SCS, Increíble, es vergonzoso... como se nota que en la gestora está la amiga de la Consejera. La gestora de @Podemos_CANT al servicio de la corrupción.
— José Ramón Blanco 💢 (@jr_blanco_) 4 de febrero de 2019
Bolado, que coincidió en las críticas y las descalificaciones a su excompañera de bancada, fue un paso más allá y apuntó directamente a Rosario Quintana, actual miembro de la gestora de Podemos, muy cercana a Verónica Ordóñez –fue en su lista a las primarias que perdió– y exconsejera de Sanidad socialista durante el primer gobierno bipartito. Dentro de Podemos y del PSOE apuntan a que la amistad entre Quintana y Real ha sido «clave» para no pedir ahora su cese. Ambas coincidieron a las órdenes de Dolores Gorostiaga, actual presidenta del Parlamento cuando era vicepresidenta. Pero, además, comparten un nexo de unión: Virginia Ruiz. La directora de Salud Pública, una de las mujeres de confianza de Real, fue a su vez la jefa de gabinete de Rosario Quintana durante su mandato.
Verguenza en @parlacan la transfuga Ordoñez asesorada por la ex consejera socialista Quintana, no apoya el cese de la consejera de sanidad
— Alberto Bolado Donis (@albertobolado) 4 de febrero de 2019
Que le habrán prometido para cuando se le acabe el momio? Simplemente recuerdo que la transfuga aspira a trabajar en la sanidad pública
— Alberto Bolado Donis (@albertobolado) 4 de febrero de 2019
Pero claro. Ahora que ya han enseñado bien la patita se ve meridiano quien y porque bloqueaba la comisión de investigación sobre el SCS
— Alberto Bolado Donis (@albertobolado) 4 de febrero de 2019
«No comprendemos a qué se debe este cambio de criterio, pero de lo que estamos seguros es de que esto no es gratis. Ya veremos si se debe a un intento de arrimar el ascua a su sardina para ir preparando el terreno para dar el salto a otro partido o interés por labrarse un futuro laboral de la tránsfuga que es interina en Osakidetza (la sanidad vasca), precisamente de donde provienen todos los fichajes de Real que hoy se encuentran imputados», remataron ambos dirigentes sembrando la duda.
Más allá del encaje de las piezas del puzle, los morados consideran que Ordóñez ha «traicionado» sus principios. La diputada no adscrita hizo un complicado juego de equilibrios para tratar de justificarse. Dijo que Real «hace tiempo que debiera haber abandonado su cargo» como consejera por su «mala gestión» y porque lo había pedido el Parlamento, pero, a renglón seguido y sin inmutarse, señaló que ahora, a dos meses de la convocatoria electoral, no debería ser cesada por el «tremendo caos» que ello generaría. Sin embargo, sus explicaciones no convencieron a nadie dentro de sus filas. Hasta los más cercanos dicen en privado que es un «error de bulto».
Más beligerante fue Rosana Alonso, exlíder y diputada nacional, quien consideró que votó «del lado de las irregularidades y la corrupción en el SCS, después de romper el Grupo Parlamentario y de dejar decaer la Ley del Fracking». Y le preguntó a Pablo Echenique, número tres a nivel nacional, que «hasta cuándo va a permitir tanta irrespondabilidad». En la misma línea, Julio Revuelta, otro exsecretario general, se preguntó: «¿Y esto a cambio de qué? Si es que hay gente y actuaciones que se definen solas».
Hoy la diputada @Verito_OL ha votado del lado de las irregularidades y la corrupción en el SCS después de romper el GP y de dejar decaer la Ley del Fracking. Hasta cuándo tanta vergüenza e irresponsabilidad en @Podemos_CANT, @pnique? Ya está bien! #CantabriaSeRespeta
— Rosana Alonso (@Rosanalonso_10) 4 de febrero de 2019
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