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El elegido secretario general del PSC-PSOE quiere ya dejar su huella como hombre ganador en unas elecciones bastante más ajustadas que los cambios de calado que quiere efectuar. Cuando eres joven siempre tienes ese arranque a veces revanchista para aquellos que no ... comulgaron con tu proceder. No hay manera de poner paz en esta familia socialista que lleva años inmersa en luchas del ‘quítate tú para ponerme yo’. Atrás quedaron los años gloriosos de Jaime Blanco tan criticado en décadas socialistas; Pablo Zuloaga era un niñuco. Los veteranos, los mayores, no sirven para estas generaciones ardientes de cambios rompiendo como sea y cuanto antes con un pasado que en muchos casos tendrían que fijarse algo más. Sí, es verdad, Pablo ha ganado, pero no con esa mayoría aplastante que le hace ser temido en sus visitas a cada una de las consejerías. No le vale ni Dios, dicen.
Sorprende la dureza contra Díaz Tezanos aunque ésta sea más entendible al ser su rival directa. Lo de Ramón tiene más vueltas, sobre todo después de la buena trayectoria al frente de Educación, y todo –al parecer– por no haberle postulado al cargo. Los propios socialistas no entienden ese rodillo que ya ha planteado al presidente Revilla. Un poco más de sosiego y más control porque dentro de un año hay que preparar las listas y equipos para los próximos comicios.
Tengo dudas de que le merezca la pena revolver todos los cimientos de la Administración por el hecho de presentarse como hombre nuevo. Unos buenos consejeros de verdad, con visión a corto plazo, dándole pausa a sus movimientos, no le vendrían nada mal al recién elegido. Tal y como se desarrollan los acontecimientos tiene pinta de volver a las andadas con diferentes protagonistas, pero con los mismos males. El congreso pretendía unir a las familias socialistas, el resultado ya lo ven. Si el PSC-PSOE quiere recuperar parte del goteo electoral acercándose a los diputados conseguidos en la época de Jaime Blanco debe ser más generoso entre su gente. Recoger lo bueno que han hecho los suyos y hablar, escuchar, para después tomar decisiones.
Dicen los del 47% que Pablo tiene mucha prisa por poner a sus fieles al frente de direcciones y consejerías olvidando el eslogan ‘Somos una familia, siempre unidos’ que tantos titulares encabezó. La primera purga ha comenzado. Parece que todos los partidos en Cantabria se han puesto de acuerdo en revolver sus políticas. Mientras tanto, nuestra región avanza a ‘ritmo del Magdaleno’, qué más da.
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