Polémica por la adjudicación del servicio de rescate en cuevas a Cruz Roja

Esta empresa, que ha recurrido el proceso, consiguió los mismos puntos que su competidora con una mejor oferta económica de 26.618 euros, así que parecía que renovaría al frente de los rescates en cuevas. Pero no. El Gobierno solicitó una información adicional que justificara que los medios humanos y materiales que posee son los que había presentado en su memoria y nunca hubo respuesta. Hasta ahí hay acuerdo entre las partes. En lo demás, las versiones son distintas.

Mientras que la Consejería asegura que el procedimiento se hizo con total transparencia y que el procedimiento normal es apartar a un interesado cuando no envía la documentación que se le solicita, la entidad perdedora del concurso ve otras intenciones. En primer lugar, porque asegura que todos esos datos ya habían sido enviados previamente y el segundo plazo para la presentación de los papeles fue tan corto –dicen que inferior al límite legal– que no tuvo tiempo. Es más, apunta una intencionalidad, ya que asegura que existe una relación –compañeros del Servicio de Bomberos autonómico– entre el funcionario que redactó el pliego, el encargado de esta área en Cruz Roja o otro miembro de la Federación Cántabra de Espeleología. A juicio de Esocan, esta última entidad se esconde «como caballo de Troya» detrás de Cruz Roja para gestionar el servicio de manera subsidiaria y ha sido la verdadera interesa de concurrir, pero con otras siglas.

Para los tres aludidos, esa afirmación no tiene ni pies ni cabeza. «La polémica me resulta sorprendente. Nosotros hemos perdido muchos concursos, como algunos de rescate en playas, y lo entendemos», apunta Alfonso Alonso, de Cruz Roja Cantabria, que asegura que concurrieron a la adjudicación de forma independiente porque encaja a la perfección con sus fines:la formación de voluntarios para ponerse al servicio de la sociedad. Además, apunta que son muchos los bomberos, «al igual que policías o guardias», que colaboran con Cruz Roja, pero el aludido por Esocan, en concreto, no tendrá relación con esta labor. Y Manuel Gutiérrez, presidente de la Federación de Espeleología, además de negar las acusaciones, detalla que su labor se limitó a proporcionar a Cruz Roja una lista de personas entre sus federados que pudieran entrar a formar parte del servicio. Además, al entidad «no verá ni un euro de ese dinero».

«Dudo que Cruz Roja tenga capacidad para atender este tipo de rescates», apunta Martín González, responsable de la empresa saliente, que asegura que ahora cualquier persona con un curso de 40 horas de la Federación puede actuar. A esto, Gutiérrez le responde que una parte importante de los espeleólogos de la Federación fueron miembros en el pasado de Esocan.

En cualquier caso, el Ejecutivo recuerda que está en su derecho a presentar un recurso y, posteriormente, incluso llegar a la vía contencioso-administrativa, algo que Esocan no descarta. También que ha sido el Gobierno quien ha tomado la decisión de crear este equipo de apoyo ante emergencias en cuevas, porque la competencia primera es del Grupo de Rescate en Montaña de la Guardia Civil (Greim).