La polémica en Twitter por un radar privado en Cazalegas acaba salpicando a Cantabria

La controversia nace a raíz de un vídeo publicado en Twitter por un particular en el que se ve a un hombre dentro de un coche aparcado en el arcén y con un radar móvil sobre el salpicadero. El autor de las imágenes, vecino de Cazalegas, pregunta al individuo que está dentro del vehículo si es policía y si lo que está haciendo es legal o una «nueva medida del Ayuntamiento para recaudar». El conductor, sorprendido por la espontaneidad del hombre, contesta que trabaja para el Consistorio.

Para qué quieres más, las redes sociales, jaleadas por algunos medios de comunicación que publicaron que en caso de que fuera cierto sería una maniobra ilegal porque esa competencia corresponde exclusivamente a Tráfico, se incendiarion. El vídeo acumula casi un millón de visualizaciones.

Sin embargo, la vía es de titularidad del Ayuntamiento de Cazalegas por lo que puede hacer con ella lo que quiera, como contratar los servicios externos de una empresa con competencia en pacificación del tráfico, ya sea para para engordar las arcas públicas -como denunció el autor del vídeo- o para atender las demandas vecinales que solicitan controles en la vía por exceso de velocidad.

Los motivos reales solo los sabe el Ayuntamiento y dudosamente va a contarlos, pero lo que sí puede confirmarse, y en este punto entra en juego Cantabria, es que la empresa privada para la pacificación del tráfico, la del hombre que estaba dentro del vehículo con el radar sobre el salpicadero, se llama Vialine y pertenece al Grupo Pitma. Es la misma empresa que estuvo detrás del radar 'Foto-Rojo' solidario que contrató el Ayuntamiento de Santa María de Cayón en 2018.

Este periódico se ha puesto en contacto con la firma cántabra y ha confirmado que en mayo de 2022 firmó un contrato con el consistorio de Cazalegas. El director de Vialine, Fernando Rodríguez, sorprendido por el revuelo, dice que «es sencillo» de explicar: «Trabajamos para las administraciones y uno de nuestros servicios es ofrecer campañas de control de velocidad -con cinemómetros homologados- siguiendo las instrucciones de los ayuntamientos y de las distintas Jefaturas de Policía. No hacemos ninguna labor que corresponda a las autoridades, simplemente damos evidencias que luego el Ayuntamiento tramita o no».

La carretera en cuestión, que atraviesa una zona urbana, une Cazalegas con Talavera de la Reina y por ella no se puede circular a más de 60 kilómetros por hora. Según Vialine, de los 14.065 vehículos que han circulado por la vía en las cinco campañas ejecutadas desde que firmaron el contrato el pasado mayo (cada campaña equivale aproximadamente a 5-6 horas), solo un 16,1%, 2.274 conductores, ha respetado la velocidad.

Lo llamativo del asunto es que cuando el vecino de Cazalegas y autor del vídeo viral tuvo su oportunidad de explicar lo ocurrido y denunciar públicamente a su Ayuntamiento por contratar un radar móvil, aprovechó el directo de Televisión Española (TVE) para arremeter contra el presidente del Gobierno. Lo del radar ni lo mencionó. Se puso a insultar sin filtros a Pedro Sánchez, a quien llamó «genocida». «Que te vote Txapote», gritó varias veces en referencia al etarra Francisco Javier García Gaztelu, uno de los más sanguinarios de la banda terrorista.