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Todos rondan la veintena y están comprometidos con el porvenir de su región. La mayoría se interesó por la política durante la infancia, bien porque ... algún familiar era miembro de un partido o bien porque era un tema de conversación recurrente en las sobremesas. También consideran que su avance en la formación «dependerá de lo que consideren sus compañeros de partido». Son cautos y no tienen prisa por llegar a la primera línea. Pero son el futuro político de Cantabria. Y hasta ahí las semejanzas, porque cada perfil representa a uno de los cinco partidos políticos predominantes en la región –Vox prefirió no participar–.
Los referentes varían. Desde alcaldes reconocidos en sus pueblos de origen, pasando por los candidatos nacionales de sus formaciones, hasta líderes mundiales como José Mujica. Muchos son positivos y creen que sus formaciones triunfarán en las elecciones, otros consideran que los pactos serán indispensables y una tercera vertiente se centra en la necesidad de diálogo para conseguir un bien común.
Son jóvenes y su recorrido en política, lógicamente, es corto, pero sus ideales y su forma de expresarse es un fiel reflejo de aquello que defienden las formaciones políticas a las que pertenecen.
La política le interesa desde que tiene uso de razón. «Veía programas y leía información sobre ello desde pequeño. Siempre llamó la atención en mi entorno». Su familia siempre ha sido cercana al PP, «aunque no ocuparon puestos de responsabilidad». Cuando cumplió 18 años, en 2009, no se lo pensó más y entró en el partido. Es el secretario ejecutivo de Deportes a nivel nacional de Nuevas Generaciones y candidato a la Alcaldía de Cabezón de la Sal. No fue un acontecimiento concreto el que le hizo dar un paso adelante y dedicarse a la política de forma activa. «Es muy difícil elegir un solo político de referencia». Como candidato municipal se decanta por Santiago Ruiz de la Riva, «que fue alcalde de Cabezón durante mi infancia y consiguió un crecimiento en el pueblo bastante notorio». A nivel nacional, «ya que nos toca de cerca», se decanta por Íñigo de la Serna. «Un político que siempre debería estar en un cargo de responsabilidad». Y, «por supuesto», Pablo Casado. «Es un hombre de partido, fiel a sus principios. Es un espejo en el que me gusta mirarme». Si dará el salto a nivel regional o nacional en la política de cara a los próximos años es algo que deja en manos de su partido: «Estaré donde me necesiten».
Su adscripción al partido se remonta a 2014. Sólo tenía 16 años y vio en él «un proyecto ilusionante». Ahora mismo es militante y secretario de Memoria Histórica y Medio Ambiente de las Juventudes Socialistas en la región. «Además, ocupo la tercera posición de la lista del PSOE de Cantabria al Congreso de los Diputados». Recuerda un acontecimiento claro que le animó a dar el paso de formar parte de un partido. «La labor del PSOE de Colindres, mi pueblo, y el empujón de su ahora alcalde, Javier Incera, por acercarme al proyecto socialista». Aunque sólo era un adolescente cuando entró en el PSOE, considera que es pronto para ir más allá. «No creo que tenga la capacidad formativa necesaria. Mi objetivo es acabar mi carrera (Enfermería), poder trabajar de ella y seguir preparándome. Pero en un futuro sí que me gustaría poder ejercer algún tipo de responsabilidad pública. Ya se verá». Es positivo respecto a lo que pueda ocurrir mañana en las urnas. «Creo que son los comicios más polarizados desde 1977, pero confío en una contundente victoria del PSOE». Aunque cree que las mayorías absolutas «son impensables», y que los pactos estarán presentes, el predominio del PSOE «será un hecho incuestionable. Como siempre».
Se inscribió en 2015 y empezó a participar activamente en 2016. «En mi casa la política ha sido plato de cada día. Siempre hemos debatido sobre los temas de actualidad». Tuvo un puesto orgánico dentro de Podemos Santander hace dos años, aunque ahora está en un plano secundario. «Mi interés principal no es ser una cara visible, sino la acción directa y el trabajo de calle». Recuerda el 15-M como uno de los momentos determinantes que le hicieron dar el paso de meterse en política. «Fue un golpe de aire fresco. Pensé: 'se pueden cambiar las cosas, en la calle está todo'». Ada Colau y Manuela Carmena son sus referentes nacionales. Fuera de las fronteras, se decanta por José Mujica. Cree que el panorama político actual «es muy difícil porque la parte más extrema de la derecha asoma con peligro». Y comprende «la crispación de la gente». «Muchos tienen problemas para vivir y sufren por llegar a fin de mes, mientras los políticos se pegan por las banderas en vez de luchar por medidas sociales». No se plantea alcanzar una mayoría absoluta y considera que tienen la obligación «de entenderse con el PSOE y con los partidos pequeños». «España debe ser feminista, antifascista y multicultural. No podemos volver a 1936».
Entró en el partido el año pasado después «de una larga reflexión». Desde «bien pequeñita», la política ha sido «un tema de sobremesa» en su casa. Su tío fue alcalde de Argoños y un orgullo para toda su familia. Algo que removió aún más su interés por dedicarse a ello. Encabeza la lista municipal y también forma parte de la lista autonómica y la del Senado. Su preocupación, a día de hoy, se centra en su pueblo. «La gestión es bastante precaria: no contamos con asistencia médica diaria, pagamos más impuestos que otros municipios, no existe la transparencia municipal... Ciudadanos quiere cambiarlo de forma radical». Su ejemplo es Inés Arrimadas. «Es una mujer joven, que defiende aquello en lo que cree con uñas y dientes». También los candidatos de Cantabria, Rubén Gómez y Félix Álvarez. Considera que la situación actual «es un tanto inestable». Por un lado, describe, «hemos visto cómo se abraza a populistas y separatistas», mientras por el otro «se ponen sobre la mesa propuestas extremistas con las que no me siento en absoluto identificada». Tiene claro que su sitio en el tablero está en el centro. «Los políticos de diferentes ideologías debemos ser capaces de dialogar, teniendo en la cabeza el bien común».
Siempre le ha gustado colaborar en las actividades de su pueblo, Rasines. «Vas creciendo, la gente ve que vales y son tus propios vecinos los que te piden que asumas responsabilidades». Ningún familiar tiene relación con la política y comenzó a planteárselo por sí mismo. «Fue a raíz de preguntarme: 'Sergio, siendo tan fácil hacer las cosas bien, ¿cómo se pueden hacer tan mal? Y ahí fue cuando vi que debía tomar parte activa». Es teniente de alcalde y concejal de Festejos, Turismo y Deporte desde hace cuatro años y, de cara a las próximas elecciones municipales, se presenta como candidato a la Alcaldía. «Me llena como persona poder ayudar a los demás». Asegura que recibió ofertas de otros partidos, pero «no me sentía identificado con ellos». Tenía claro que solo podía pertenecer a un partido «que tuviera el amor por su tierra como seña de identidad». «El panorama político está más alborotado que un gallinero con un zorro dentro». Cuenta que es la segunda campaña electoral que vive «y cada vez alucino más». La campaña electoral está «para hablar de propuestas», dice, «no para enzarzarnos en debates que no nos hacen mejorar». «Normal que los ciudadanos estén hartos de la política, también les digo que no todos somos iguales».
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