Políticas Sociales reduce a uno los positivos en usuarios de residencias

La información de Políticas Sociales confirma que, al menos por el momento, el trabajo de prevención que desarrollan las residencias de ancianos de la región está dando sus frutos, lo que no impide que el virus aproveche cualquier resquicio para introducirse en estos equipamientos y que de un día para otro dé un vuelco a la situación.

Es lo que parecía que había sucedido el jueves, después de que el vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga, anunciase al término del Consejo de Gobierno que «en el ámbito de las residencias», los seis brotes registrados acumulaban ya 22 casos, unas manifestaciones que hicieron saltar las alarmas.

Tras los datos facilitados desde Políticas Sociales, la única interpretación posible que puede darse para hacer coincidir cifras tan dispares es que además de esos 13 casos confirmados por la Consejería (doce trabajadores y un residente), Zuloaga añadió otros nueve contagios que se produjeron a partir de esos brotes pero fuera de los geriátricos.

Los 22 casos activos comunicados por el Gobierno habían sorprendido incluso al presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia en Cantabria, Rubén Otero. «La sensación es de que estamos bien y lo poco que ha salido parecía que estaba ya curado. No sé de dónde salen los 22, no tengo ni idea», según declaró ayer mismo a la agencia EFE.

El presidente de la patronal de la dependencia cántabra informó, por otra parte, de que ya está prácticamente concluido el plan de contingencia que están elaborando junto al Ejecutivo regional, del que solo resta una parte que abordaría cómo actuar con una residencia ubicada en una zona confinada. La coordinación sociosanitaria, otra cuestión pendiente, se abordará en una reunión a celebrar el próximo jueves.

Son siete las residencias de mayores en las que, de una manera u otra, ha irrumpido el coronavirus en las últimas semanas. A la media docena que ya se conocía (La Gloria, en Liencres, que sufrió el mayor de los brotes; Alborada, en Torrelavega; Villa Cicero, en Gama; La Loma, de Castro; Virgen del Faro y CAD Cueto, ambas en Santander), se sumó la residencia Santa Ana de Santoña, que ayer dio cuenta del positivo de una de sus empleadas.

Este último contagio afloró en las pruebas aleatorias de PCR que desde hace dos semanas se realizan a residentes y personal con la idea de detectar posibles casos asintomáticos.

La directora del centro santoñés, Araceli Castillo, se ha puesto en contacto con los familiares de los residentes para explicar la situación y avanzar que ya se ha solicitado un barrido de test a trabajadores y usuarios. Al igual que los responsables de otros geriátricos, llamó la atención sobre la necesidad de «evitar salidas y visitas al centro», al menos hasta que no se hayan completado todas las pruebas. «Es una recomendación que hacemos todo el personal del centro, si bien está en sus manos colaborar con nosotros en este sentido», dijo Castillo a los familiares.