El polvo sahariano llega hasta Cantabria

No es un asunto baladí. El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, José Luis Arteche, advierte de que hoy más que nunca se debe llevar la mascarilla puesta, «sobre todo las personas que sufren problemas respiratorios». Así lo constanta también Juan Luis García Rivero, neumólogo de la Unidad de Asma del Hospital Marqués de Valdecilla: «Lo principal es que los asmáticos no dejen su tratamiento de base. Además, un asmático hoy debería evitar salir a la calle a dar un paseo, no abrir las ventanas de casa y que estar en zonas interiores. Y si tiene que salir, cuanto más filtro tenga la mascarilla mejor».

Es inusual ver una calima tan rojiza y abundante en el norte de España, que aún será más intensa en las próximas horas, concentrándose el mayor espesor esta noche. Según las previsiones del Barcelona Dust Forecast Center, gestionado conjuntamente por Aemet y por el Barcelona Supercomputing Center, que produce y distribuye diariamente predicciones del contenido de polvo en la atmósfera para el Norte de África, Oriente Medio y Europa, «mañana por la tarde» el polvo irá desapareciendo.

La calima se caracteriza por la presencia de partículas sólidas que se encuentran en suspensión. A pesar de ser muy pequeñas, estas son lo suficientemente numerosas para dar un aspecto de opacidad al aire, lo que provoca que el cielo adquiera un aspecto de ambiente turbio. Y aunque cueste creerlo, esta intrusión de polvo en Cantabria trae algunos beneficios, como la fertilización de los campos, porque son particulas con sales minerales y metales. Claro que los inconvenientes son mayores: disminución de la visibilidad para la aviación y problemas para la producción de la energía fotovoltáica (la luz del sol no entra con la misma fuerza). Sin obviar los problemas que puede originar a la población, ya que el aire que se respira no es puro y va cargado de polvo. En el sur de España, el polvo produce picor de ojos.

Sin embargo, hoy es el típico día en el que los aficionados a la fotografía se ponen las botas. Las de esquí, por ejemplo, porque en Alto Campoo la estampa es llamativa y se puede ver el contraste entre el naranja del polvo sobre la nieve y el blanco que dejan las máquinas al pasar.

Las arenas del desierto del Sáhara llegan empujadas por la borrasca Celia atravesando el Mar Mediterráneo desde el norte de África hacia España y según Arteche, que no recuerda haber sido testigo antes de una calima tan densa en Cantabria, alcanzará incluso países del norte de Europa, «como Holanda o Bélgica».