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Cantabria está lamentablemente presente cada vez que la asociación Hispania Nostra actualiza su lista roja del patrimonio nacional. La asociación reedita anualmente el recopilatorio de edificios o lugares de interés histórico que se encuentran más o menos olvidados y abandonados; y la región, que ... reúne ya 57 destacados en ese catálogo, ha sumado recientemente el caso de la portalada de la antigua Casa de Salud Valdecilla. Una obra diseñada por el arquitecto Gonzalo Bringas, inaugurada en 1929 por Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla, que venía a sustituir el antiguo Hospital de San Rafael, el edificio que hoy es sede del Parlamento Regional. La portalada fue la entrada principal del hospital y llegó a convertirse en el símbolo principal de la institución y de la visión de su fundador;pero cuando fue demolida en 1970, cayó en el olvido.
Las piedras que conformaban este monumento fueron cuidadosamente numeradas y desmontadas con el objetivo de que, algún día, pudieran volver a lucir en otro enclave, todo con el interés de recordar a los artífices de un hospital que hoy se ha convertido en referente en el norte del país.
La intención fue que la portalada volviera a presidir la entrada a los jardines del nuevo Centro Médico Nacional Marqués de Valdecilla durante la reforma de 1971, pero todo quedó en nada. Como tampoco se aprovechó la oportunidad de recuperar el monumento en la última remodelación del hospital.
Las nuevas propuestas de ubicacación barajan ahora dos posibilidades: la de montarla de nuevo en la rotonda de acceso a la ciudad que conecta las calles Leonardo Torres Quevedo, Cajo, Segundo López Vélez y Avenida de Valdecilla, justo al lado de la parada del intercambiador, algo que otorgaría gran visibilidad al monumento. Y una segunda que barajó trasladarla a los jardines de la Finca Museo del Marqués de Valdecilla en Medio Cudeyo, aunque esta ubicación descontextualizaría el monumento.
Características
La portalada consta de tres pisos y está sustentada por una triple arcada de acceso a través del arco central, con dos laterales que sostienen amplios ventanales. Los tres arcos, de quince dovelas cada uno, estaban basados en la geometría curva y se correspondían arquitectónicamente con el tipo de arco carpanel, característico por el elegante abatimiento de la curva de sus 'lomos'. En la actualidad todas las piezas que conformaron la portalada se encuentran abandonadas en un prado anexo al campo de fútbol Manolo Preciado, en la Avenida Juan Carlos I, en Camargo. Los sillares y partes de las columnas están cubiertos de vegetación y en riesgo de sufrir deterioros irreparables. De ahí la alerta lanzada por Hispania Nostra.
Un aviso que la asociación hace extensible a otros 57 monumentos o enclaves, entre los que destacan las incorporaciones más recientes como el palacio de los hermanos Ramon y Cosme Herrera San Cibrián, en Mortera; el molino de la Casa de los Cuetos, en Anaz, o el molino de marea de San Juan de la Canal, datado en el siglo IX.
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