¿Es posible un PRC sin Revilla?

La marea del PP que arrasó en numerosas comunidades autónomas durante la pasada cita electoral del 28M se llevó por delante en Cantabria al PRC de Miguel Ángel Revilla, que se encuentra en sus horas más bajas tras alcanzar su cénit en los comicios del 2019, cuando fue la fuerza más votada.

Desde que accedió al Parlamento de Cantabria en 1983 con dos diputados hasta hace cuatro años, los regionalistas habían experimentado un crecimiento progresivo, que les ha permitido formar gobierno desde 1995 hasta la actualidad (con el PP en dos ocasiones y con el PSOE en cuatro), salvo en la legislatura 2011-2015, en la que los populares obtuvieron mayoría absoluta (aunque el PRC mantuvo los mismos diputados que en 2007).

Sin embargo, ahora el escenario es muy distinto. Los regionalistas han sufrido una debacle que les deja en la oposición con un Revilla que, con 80 años, está a las puertas de abandonar la política, no sin antes iniciar un travesía por el desierto que pasa, principalmente, por la difícil tarea de encontrar un sucesor que revitalice el partido.

Para analizar el reto al que se enfrentan los regionalistas, El Diario Montañés ha recabado la opinión de seis expertos de diferentes perfiles profesionales e ideológicos. A todos ellos se les ha planteado las mismas preguntas: ¿Es posible un PRC sin Revilla? ¿Cree que el relevo será pacífico? ¿Aguantará el líder regionalista en la oposición cuatro años? ¿Qué papel jugará el PRC a partir de ahora?

La presidenta del Consejo Económico y Social, Carmen Sánchez Morán, considera que el PRC es un partido «muy consolidado» y, sin perjuicio de su indiscutible líder, «cuenta con sobradas figuras para su sucesión, que se producirá cuando Revilla lo estime oportuno, lo que probablemente sucederá al final de esta legislatura». La abogada cree que «el relevo será, sin duda, democrático y por ello plenamente pacífico, sin perjuicio de que pueda haber una pluralidad de aspirantes que compitan en buena lid. No creo que vaya a haber una sucesión impuesta, y, caso de haberla, esta será ampliamente consensuada».

Respecto al futuro de Revilla, Sánchez Morán piensa que seguirá en política el tiempo que estime necesario. «Ha demostrado gran capacidad para el debate y para soportar largas sesiones», valora. Si Alberto Núñez Feijóo llega a la Moncloa, la letrada cree que el PRC «va a favorecer la gobernabilidad de Cantabria y apoyará al PP en todo aquello que no contradiga su propio programa, tratando de conseguir por esta vía la consecución de muchos de sus proyectos».

El periodista y exsubdirector de El Diario Montañés, Jesús Serrera, también cree que «es posible un PRC sin Revilla», aunque piensa que más difícil es evaluar hasta dónde llegará su fortaleza. «Los augurios de desaparición no tienen mucho fundamento de momento, es un partido consolidado, con cuadros dirigentes valiosos y una presencia parlamentaria y municipal muy considerable, a pesar del descalabro del 28M y de la desmoralización que le ha llevado a renunciar a concurrir a las elecciones generales con el gran salto que supuso el escaño de José María Mazón».

Serrera entiende que, más allá del debate sobre los aspirantes a la sucesión, lo que está por resolver es el desafío que planteaba el añorado Rafael de la Sierra: «Miguel Ángel Revilla no tiene sustituto, sólo le puede suceder todo un partido». «El PRC tiene que hablar, votar y decidir, y no está claro que la sucesión vaya a ser pacífica entre las diversas familias regionalistas. Revilla tuvo la oportunidad de retirarse tras su gran victoria de 2019, y en estas elecciones el PRC habría bajado, pero ya habría pagado la factura y la sucesión estaría encarrilada desde el poder». Serrera cree que es difícil construir un nuevo liderazgo en el PRC con Revilla en el Parlamento y no tiene claro qué papel jugarán los regionalista en la oposición.

Para el exconsejero socialista de Economía, Ángel Agudo, la figura de Revilla era la que aglutinaba hasta ahora todo lo que significaba el PRC. «De cara al futuro, es un partido transversal que bebe de votos de personas de distinta corriente y distinto pensamiento político e ideológico. Y creo que esas diferencias respecto al tránsito que se está planteando pueden aparecer ahora. Puede haber tensiones porque eso forma parte de la propia estructura del partido, los militantes del partido no son mas que el reflejo de sus votantes».

Agudo entiende que lo importante es si el PRC, en ese tránsito, logra mantener un espacio político que le permita configurar gobiernos en un sentido u otro. Además, cree que Revilla no aguantará cuatro años en la oposición y que «el acuerdo de investidura puede ser la antesala de un acuerdo de legislatura».

El sociólogo Juan Carlos Zubieta, es de los que piensa que, aún sin Revilla, el PRC seguirá teniendo un «protagonismo muy relevante en la política regional y municipal, pero es difícil que tenga peso en la política nacional». Eso sí, cree que Revilla es «muy difícil de sustituir» y el próximo líder «lo tendrá complicado». «El PRC tiene cuatro años para hacer su particular 'travesía del desierto', tiene tiempo para hacer reformas internas en el partido y desarrollar nuevos liderazgos, seguramente más colegiados». Zubieta cree que Revilla seguirá influyendo en la política regional y en la organización interna del partido y difundiendo a nivel nacional la imagen de Cantabria. «La estrategia actual del PRC de llegar a algún tipo de acuerdo con el PP es un buen indicador de que tiene claro que su papel será pactar con los dos grandes partidos. En definitiva, estar en la oposición, además de una cura de modestia, es bueno para rediseñar estrategias, cambiar a personas y elaborar nuevos discursos».

Por su parte, el exmiembro de la Ejecutiva regionalista Manuel Solana tiene muy claro quién debe ser el próximo líder del PRC (aunque prefiere no nombrarlo): «De las personas que dice Revilla que pueden relevarle, sólo veo a una capaz de hacer con garantías el necesario viaje del PRC originario al nuevo». El arquitecto piensa que el renacimiento del PRC «puede ser doliente o fluido, pero tiene que nacer por fuerza de un congreso interno que defina con claridad la ideología del partido. No hay atajos posibles».

Solana considera también que, a los 80 años, una persona debe de sentir la inmensa fortuna de practicar una vejez sabia, activa y ejemplarizante. «Revilla tiene esos atributos y no debiera malgastarlos en la política de primera fila. El PRC es su obra, pero la continuidad del regionalismo activo debe de estar dirigida por quien salga de ese congreso de redefinición programática».

Más crítico se muestra el experto en estrategia de comunicación José Juanco, quien opina que es un acto de «irresponsabilidad» por parte de Revilla y de sus compañeros de partido no haber preparado ya el relevo. Dos son los escenarios que vislumbra Juanco. Uno, que desaparezca Revilla y prácticamente el PRC detrás, lo que dejaría al partido como algo simbólico y residual que tardaría años en recuperar el protagonismo alcanzado. Y otro, una refundación del PRC, «una renovación interna que requeriría un acto de generosidad por parte de todos los líderes del PRC a nivel personal y fuera de protagonismos».

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