«En Potes esperábamos algo más»

En el día en que se cierra la Puerta del Perdón, los lebaniegos, en un paseo por Potes, se atreven a hacer balance del Año Jubilar. En realidad, lo llevan haciendo todo el año. Bien de gente –aunque menos que en anteriores ediciones y no muy diferente a un año cualquiera– y muy poca promoción por parte del Gobierno de Cantabria. Es lo más repetido. Y esa sensación deja también este fin de semana. Esperaban con ganas esta clausura y al mismo tiempo lamentan la escasa información que han recibido en cuanto a la programación. Por ejemplo, de la visita hace unos días de Alejandro Sanz, casi ni se enteraron.

El año pasado la festividad de Santo Toribio –16 de abril– cayó en domingo. Siempre que eso pasa da comienzo un nuevo Año Santo Jubilar Lebaniego. En Liébana, especialmente quienes tienen un negocio que depende del turismo, echaban cuentas para recibir a todos los visitantes que este acontecimiento reúne. «Siempre se nota», coinciden. Sobre todo, en la hostelería. En Potes hay pocos fines de semana en los que no se note el ambiente, incluido este –no podía ser menos–. Y de lunes a viernes «depende más de la época». El buen tiempo también ha jugado a su favor. Pero, en lineas generales, en los negocios coinciden. Lo que atrae es el enclave. «Potes siempre se llena, sea Año Jubilar o no». Y el efecto de la fecha, dicen si uno se da un paseo por la villa, no ha sido para tanto.

Los comercios han notado un incremento en sus ventas, «aunque no descomunal». Esperaban a muchísima más gente. Más clientes en comparación a años normales, pero menos respecto a otros Años Jubilares.

Es la opinión general y una sensación que también comparten los vecinos. Aseguran que en otras ediciones se notaba más por las calles el sentimiento religioso de los devotos que subían a Santo Toribio y que, para ello, pasaban por Potes. Era algo que se transmitía. Se contagiaba. Ahora no tanto (ha habido menos autobuses). Así todo, reconocen que los peregrinos sí se han dejado ver a lo largo de estos meses.

Para los lebaniegos, el Año Santo Jubilar es un acontecimiento especial. «La mejor manera de promocionar Liébana». Y, precisamente, de lo que más se quejan es, en general, de la falta de publicidad y de los «pocos eventos» que se han celebrado en la comarca durante todo el año.

Muchos también achacan la caída de visitantes a las obras del Desfiladero de la Hermida, que generan retenciones en el acceso y salida del pueblo. «Los que lo saben, no suben», aseguran.

Pese a todo, los lebaniegos se muestran optimistas y esperan que el cierre del Año Jubilar no suponga también el fin de la llegada de los turistas y de los peregrinos. El Camino Lebaniego debe seguir. Ahora, tendrán que esperar hasta el 2028 para empezar con un nuevo balance.

«Ha habido de todo, días buenos y otros regulares. Se han hecho muchas cosas fuera de aquí y eso se ha notado. Pero a nosotros nos han dejado un poco al margen. En las calles no se veía mucho movimiento. Los fines de semana aquí siempre hay gente, aunque no sea Año Jubilar. Se nota que ha habido algo más, pero, en general, creo que se podría haber hecho mejor».

«Más o menos ha sido como siempre. El problema es que los políticos han exagerado. Hablaban de millones de personas y no ha sido así. Mucha gente se quejaba de no haber programado sus vacaciones en Liébana porque creían que iba a estar hasta arriba. La ayuda del AñoSanto nos ha venido muy bien. No ha habido muchísimo, pero así se trabaja mejor».

«Ha estado bien, aunque tampoco para tirar cohetes. La gente se queja de que la promoción se ha hecho fuera, pero creo que en eso consiste. Ya se sabe que el Año Jubilar está aquí. El que es devoto viene y el que no, no. Lo que sí haría es dar ayudas a los albergues para que puedan abrir todo el año y el Camino Lebaniego se pueda mantener en el tiempo».

«Ha habido menos gente que otros años. Igual un 20% menos. Creo que se está perdiendo la religión. Las nuevas generaciones no están por esta labor. Respecto a la promoción del Año Jubilar creo que han tratado de hacerlo bien, pero no les ha salido del todo. Me da pena que termine porque desde mi ferretería veo pasar a todos los peregrinos del Camino».

«Ha sido un año muy normal. Gente ha habido, pero devotos pocos. En las calles no se ha respirado ese ambiente religioso. De hecho, mucha gente que venía a comer no sabía que estábamos en Año Santo porque el pueblo no ha tenido promoción. Ni un cartel, ni una bandera. Nada. Eventos tampoco. Incluso cuando ha venido Alejandro Sanz fue un secretismo».

«La verdad es que nosotros no nos podemos quejar porque hemos vendido mucho. Pero esperábamos bastante más. Creo que estamos todos de acuerdo. No sé si se debe al mal estado del Desfiladero o a la poca promoción que ha habido de Liébana. Teníamos toda la esperanza puesta en este último fin de semana para despedir al Año Jubilar con un buen sabor de boca».

«El Año Jubilar ha sido bastante flojo. Se ha notado, pero no tanto como otros años. Se han celebrado muchos eventos fuera de aquí. Si el Año Santo es de Liébana, hay que promocionar Liébana, no Cantabria. En las fiestas de Santiago no creo que vengan a promocionar aquí nada. Tengo la esperanza de que a partir de ahora empiece a venir más gente».

«Ha sido un año muy especial, con mucha afluencia de turistas. Sobre todo, se nota en los servicios de entre semana, que ha habido más que otros años. Con el Año Santo hemos tenido gente todos los días. Es bueno para todos los gremios porque vivimos a cuenta del AñoSanto. Es nuestra paga extra. Lo que he echado de menos son más eventos en Liébana».

«Para ser Año Jubilar ha sido flojo. Las obras del Desfiladero han echado para atrás a mucha gente. Por suerte, peregrinos sí ha habido porque van por otros senderos. Después, la información ha sido nula. Nos hemos enterado de la programación de la clausura hace pocos días y los proveedores no hemos podido hacer previsiones de la gente que iba a venir».

«Por aquí ha pasado muchísima gente. Siempre llevo la cuenta de las personas que entran a la Casa de Cultura y puedo decir que hemos batido el récord de visitantes. El doble que otros años y desde el principio hasta el final, no solo en julio y agosto. También es cierto que yo solo abro de marzo a noviembre. El resto de meses no sé cómo habrá estado la cosa».

«La idea era que viniese más gente. Hasta ahora no se ha notado mucho. Lo bueno es que, a pesar de que el Año Jubilar llegue a su fin, seguimos recibiendo reservas de peregrinos para los próximos meses. Eso sí, la promoción ha sido escasa. Más que centrarse en eventos tendrían que hacerlo en promocionar Liébana y en mantener el Camino durante todo el año».

«No ha tenido nada que ver con el año anterior. Ha habido menos gente porque se ha promocionado mucho menos y fuera de Liébana. No he visto tanto movimiento y me lo han confirmado los voluntarios de Santo Toribio. Sobre todo, muy pocos autobuses, que otras veces es terrible. Aquí en el pueblo también se ha notado menos gente, incluso en Semana Santa».

«Yo creo que ha habido menos gente que otros años. La hostelería ha estado llena, sí, pero al monasterio no ha subido mucha gente. Hemos tenido dos grandes problemas: los trabajos en el Desfiladero y que el Gobierno no lo ha promocionado. Aquí han llegado pocos espectáculos y en formato pequeño. Muy selectos. No ha parecido el Año Jubilar Lebaniego».

«Aquí en Potes ha estado un poco flojo. Depende de la época del año. Por ejemplo, esta Semana Santa no ha sido buena. Ha hecho malísimo. Se veía a alguna parejuca subir andando al monasterio, pero poco más. También hay que tener en cuenta que las obras del desfiladero son un impedimento. Tardas una hora en bajar a Panes y tienes como cinco semáforos».

«Nosotros estamos muy contentos. Hemos trabajado mejor de lo que esperábamos. No sé si ha sido circunstancial porque sí que es cierto que han apostado poco por Liébana. Entiendo que el concierto de Muse era inviable hacerlo aquí porque no hay sitio, pero otros eventos sí. Por no hablar de que cuando vino Alejandro Sanz me enteré el día anterior».

• Temas
• Año Jubilar Lebaniego
• Potes
• Liébana