Secciones
Servicios
Destacamos
La llegada a la Presidencia de Cantabria de María José Sáenz de Buruaga no habría sido tan plácida sin la participación del PRC. La abstención de los regionalistas en el pleno de investidura permitió al PP rechazar la ayuda interesada que le ofrecía Vox, que ... a cambio de sus votos exigía la entrada en el Gobierno regional. Miguel Ángel Revilla salió al rescate de la jefa del Ejecutivo alegando que de esta forma evitaba la entrada de la «extrema derecha» en Peña Herbosa y, a la vez, Génova pudo sacar pecho sobre su capacidad de llegar a acuerdos con formaciones más allá de la que dirige Santiago Abascal poniendo como ejemplo en toda España el caso cántabro.
La sensación general en la opinión pública regional de una alianza más o menos estable –ambas partes insisten en que en esta legislatura el partido que sustenta al Gobierno no tiene socios preferentes y que cualquier acuerdo es puntual y limitado en el tiempo– entre PP y PRC se consolidó con el posterior acuerdo para sacar adelante los primeros Presupuestos de la 'era Buruaga'. Se entendieron casi antes de sentarse a negociar. «Dijimos al PP que si llegábamos a un acuerdo en los grandes temas, queríamos dar continuidad al acuerdo de la investidura», recordaba Revilla, que se felicitaba por haber torcido el brazo a la presidenta equilibrando la reforma fiscal para favorecer más a las rentas medias y bajas y por dar continuidad a políticas sociales y proyectos heredados de la época del bipartito.
Apoyo Pese a que el PRC propició la investidura y también el Presupuesto, han mostrado diferencias con el PP en otros asuntos
Múltiples combinaciones Aunque destacan los números del bipartito, no hay tendencias claras ni bloques cerrados a la hora de votar en la Cámara
Cambio de postura Tanto en el último pleno como en las declaraciones públicas se aprecia ya la oposición más dura que acaba de anunciar Revilla
Los dos extremos Vox se ha quedado solo en algunos asuntos de tipo ideológico de su línea dura y ha habido unanimidad en el 25% de los temas
Cualitativamente, es cierto que las dos votaciones más relevantes de los ocho meses que van de legislatura han salido adelante gracias a la alianza entre populares y regionalistas, pero también que esa combinación no ha sido la más frecuente en la Cámara autonómica. De hecho, cuantitativamente, lo que dicen los números es que PRC y PSOE mantienen en el Parlamento la sintonía que mostraban la legislatura anterior, cuando eran socios en el bipartito y solo se bifurcaban puntualmente en votaciones sobre asuntos de índole nacional, en las que los socialistas tenían que defender sí o sí la posición del Gobierno de Pedro Sánchez.
Así, regionalistas y socialistas han coincidido en 57 de las 75 veces que la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, ha pedido a los diputados levantar la mano para votar después de los respectivos debates de proposiciones no de ley o mociones. Eso quiere decir que han tenido la misma posición en el 76% de las ocasiones, un porcentaje que no alcanza ninguna otra suma. Por ahora no se ha aprobado ninguna ley, dado que la modificación de la Ley del Suelo se hizo a través del Presupuesto.
Contra esa sensación de 'buen rollo' continúo entre el PRC y el partido que sustenta al Gobierno, la segunda fórmula de votación más frecuente es PP+Vox (52 ocasiones) y hay que bajar hasta el tercer escalón para encontrar la alianza PP+PRC (45), el 60% del total. En cualquier caso, las diferencias entre las distintas combinaciones no son grandes. No hay tendencias ni bloques cerrados a la hora de votar en la Cámara autonómica y cada formación dice 'sí', 'no' o 'abstención' en función del tema que se trate en cada sesión. Incluso en 18 ocasiones los asuntos han salido adelante con unaminidad. La última vez el pasado lunes con la proposición no de ley que llevó el PP para exigir al Estado que asuma el 50% de los costes de la dependencia, a lo que se comprometió cuando se aprobó la ley hace 17 años y nunca ha cumplido.
Los números dicen que no hay bloques fijos en el Parlamento, pero hasta ahora ninguno de los cuatro partidos con representación se había mostrado especialmente incómodo escenificando lo contrario. El PP, porque con la idea de tener cerca al PRC daba sensación de estabilidad pese a estar en minoría. Los regionalistas, porque transmitían que seguían siendo útiles pese a haber perdido el Gobierno. Vox, porque podía echar en cara a Buruaga que vaya de la mano del Revilla al que hasta junio tanto criticó. Y el PSOE, porque así tenía libre todo el terreno de la oposición frontal a un Gobierno conservador y podía presentarse como el único actor 100%progresista en la Cámara.
Hasta la semana pasada, ese era el dibujo, con trazo grueso, de la política cántabra. Hasta que Revilla, rodeado de su plana mayor, anunció un cambio de estrategia para hacer una oposición más dura contra Buruaga, a la que acusa de «falta de liderazgo» y de incapacidad para la interlocución con la administración central. Es cierto que ya antes en la tribuna diputados regionalistas habían sido poco condescendientes con el Ejecutivo. Por ejemplo, ha habido cruces intensos entre el portavoz Pedro Hernando y los populares cuando se debatía de temas de actualidad nacional, pero también duros reproches de Paula Fernández por la política sanitaria del PP o entre el exconsejero de Ganadería, Guillermo Blanco, y su sucesor en el actual Gobierno. Eso ha existido, pero en las últimas semanas, especialmente tras el viraje de Revilla, la intensidad en las declaraciones públicas y en las intervenciones en tribuna ha sido mayor.
Igual que en el PRC había sectores incómodos con el entendimiento con el PP, también en el PP hay sectores que habrían preferido tener de socio preferente a Vox. Un Vox que, según las votaciones, tampoco está tan esquinado en el Parlamento. Sí es verdad que es el partido que se queda más veces solo, sobre todo cuando se tratan asuntos muy ideológicos que llevan al pleno sus cuatro diputados. Las políticas de género, el «adoctrinamiento» en las escuelas, el cambio climático... Se quedaron solos, por ejemplo, esta semana en su proposición sobre la Agenda 2030 y el Pacto Verde. Y se enorgullecen de ello. «El apoyo real se demuestra votando para que se lleven a cabo cambios efectivos a favor del sector primario; lo demás es puro postureo», razonaba su portavoz, Leticia Díaz.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.