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Ni PP ni PRC disimulan ya la sintonía que existe entre ambos esta legislatura. Pese al reciente enfrentamiento entre sus alcaldes en la Federación de Municipios por el dinero que reciben del Gobierno regional, y alguna cornada parlamentaria con la Sanidad, el entendimiento en las ... cúpulas de ambos partidos es total. De hecho, han bastado dos reuniones oficiales para que el PRC haya ofrecido al PP sus votos para aprobar el Presupuesto por segundo año consecutivo –a falta del trámite de que la Ejecutiva regionalista lo respalde esta tarde–. Ni se fingen dificultades para llegar a un acuerdo ni se dramatizan diferencias políticas. Muy lejos quedaron aquellas reuniones eternas de la legislatura 2015-2019 del bipartito con Podemos y Ciudadanos para sacar adelante las cuentas. La norma ahora es el acuerdo exprés, como ya sucedió en 2023 con el pacto de investidura de la presidenta y el primer Presupuesto. La diferencia es que el año pasado esa fluidez para pactar causaba mucha sorpresa a un buen puñado de dirigentes de ambos partidos. Ahora ya no.
La alfombra roja que los regionalistas le han puesto, de momento, a María José Sáenz de Buruaga le está saliendo casi gratis al PP. Al menos esa es la sensación que existe en el partido. Incluso, sacan pecho por ello. El propio portavoz popular en la Cámara, Juan José Alonso, reconoció la semana pasada que el PRC es socio preferente «por razones obvias, compartimos mucho con ellos y sus propuestas vienen a ratificar la acción del Gobierno, no añade nada nuevo». Quién lo iba a decir cuando en la pasada campaña Buruaga señalaba a Revilla como su gran enemigo y lo comparaba con Pedro Sánchez: «Son lo mismo», decía la publicidad electoral del PP.
Además, el Gobierno ha incumplido la mitad de las exigencias que puso el PRC el año pasado para votar a favor de las cuentas, sin que haya supuesto demasiado problema o haya provocado excesivos reproches entre los regionalistas. Hasta el propio Miguel Ángel Revilla lo justificó en la entrevista publicada por El Diario Montañés el pasado domingo: «Tienen una pequeña disculpa porque en un año no da tiempo a algunas cosas, nos dicen que se va a adjudicar ahora todo. No solo lo anterior, sino otras nuevas partidas». Otro asunto distinto es que esta historia de amor con el PP no gusta a todos en el partido regionalista, que lo justifica para dejar en fuera de juego a Vox y por las presiones de sus alcaldes para que el dinero de Peña Herbosa llegue a sus ayuntamientos de forma fluida.
«Hemos cerrado el acuerdo presupuestario en tiempo récord, sin ruido, sin tensiones y sin renuncias», ha alabado la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, en una entrevista en la Cadena Cope, en la que ha detallado que en la reunión de ayer entre los populares y los regionalistas solo «se pulieron unos flecos» para dejar cerrado el pacto.
Un segundo acuerdo con el PRC para aprobar las cuentas de la comunidad autónoma con el que, a su juicio, se evidencia que «este Gobierno ha hecho del diálogo y de los acuerdos una seña de identidad».
Para Buruaga, estas alianzas puntuales muestran que «un gobierno en minoría y en solitario» como el del PP que ella lidera no es «sinónimo de debilidad e inestabilidad», sino que puede ser «una fortaleza» si quienes lo integran son «capaces de hablar y de entenderse» con otros y «buscar aquello que nos une como región».
Al margen de sus impresiones sobre el acuerdo con los regionalistas, la presidenta cántabra ha avanzado una nueva deducción fiscal para incentivar la salida al mercado de vivienda de alquiler. Una bonificación que incluirá la Ley de Medidas que acompañará al Presupuesto. En concreto, cada arrendador que alquile un piso en la región, que lleve al menos un año vacío y por un precio que no supere los 1.000 euros, tendrá una deducción fiscal el año que viene de 500 euros, aunque el beneficiario no podrá ser propietario de más de tres inmuebles.
«En Cantabria hay 50.000 viviendas vacías porque sus dueños no quieren alquilarlas por inseguridad jurídica», señaló Buruaga, quien también denunció que el bipartito no construyó una sola vivienda social en los últimos ocho años.
En esta ocasión, el PRC ha puesto sobre la mesa una batería de medidas cuantificadas en unos 50 millones de euros que el PP ha aceptado cumplir. Entre ellas se incluyen propuestas destinadas a solventar las «insuficiencias» en Sanidad y Educación. También una mejora de 3 millones de euros para el sector de la dependencia y la discapacidad.
La lista de exigencias incluye un aumento de los apoyos al medio rural y una compensación de 2 millones de euros por los daños causados por las especies salvajes, además de bonificaciones fiscales en estas zonas para ayudar a los municipios en riesgo de despoblación, como una reducción del IRPF a todos los menores de 40 años que vivan en los pueblos y la creación de una tarifa rural de autónomos con una ayuda de entre 800 y 900 euros. El PP también ha aceptado aumentar hasta los 2,8 millones de euros la partida para hacer frente a las enfermedades contagiosas de la cabaña ganadera.
El acuerdo entre ambos partidos incluye 4 millones extra para la reindustrialización de las comarcas del Besaya y Campoo y otros 5 millones para las obras de saneamiento en zonas de Valderredible, Campoo de Suso, Luena. Vega de Liébana o Miedo, además de impulsar la rehabilitación de barrios.
Esta misma mañana, el portavoz del PP agradeció la «disponibilidad» del PRC durante estos dos años de legislatura, así como su «voluntad constructiva». «Este acuerdo es una muy buena noticia y un éxito de nuestra política de diálogo y mano tendida, aunque algunos partidos aprovechan mejor que otros esta oportunidad de consenso», dijo en clara referencia a Vox y PSOE.
Alonso volvió a insistir en que la inmensa mayoría de las peticiones de los regionalistas ya estaban incluidas de inicio en el Presupuesto, por lo que esa «coincidencia previa de objetivos» en asuntos clave, como la sanidad, la educación y la dependencia, ha ayudado a encontrar la «sintonía» entre ambos. Lo mismo ha ocurrido, según Alonso, con las exigencias en materia industrial, municipalismo o mundo rural.
«Hemos pretendido ser coherentes, responsables, que nuestras medidas fueran reales», al tiempo que «huir de la demagogia y pensar en los intereses de los cántabros», ha asegurado el portavoz del PRC, Pedro Hernando, para quien los intereses de Cantabria están «por encima de las siglas políticas» y «lo importante es que la región tenga un »buen presupuesto, porque lo necesita«.
Además, ha asegurado que los regionalistas «no están para dar un balón de oxígeno al PP» permitiéndole aprobar sus cuentas, y de hecho ha destacado que han sido «bastante combativos» desde el inicio de la legislatura, sobre todo en el ámbito de la sanidad. «El PRC va a ser inflexible en esa gestión», ha sentenciado.
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