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«La prensa me conecta con la realidad»
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Los lectores de El Diario Montañés no cambian su rutina durante el estado de alarma y cada día compran el periódico, un producto esencialos medios de comunicación son un producto de primera necesidad. Así lo recoge el decreto del estado de alarma, que restringe muchas actividades y sólo permite salir de casa a los ciudadanos para ir a trabajar y para adquirir bienes esenciales, como la prensa. Por eso, los quioscos abren cada día para ofrecer periódicos y revistas a sus clientes. Y allí van, como un reloj, los incondicionales. «El Diario Montañés me conecta con la realidad», exponen muchos de ellos. En esta nueva rutina de confinamiento, leer las noticias locales y nacionales les permite «saber en qué día vivo y no perder la noción del tiempo». Muchos son lectores desde hace años y El Diario forma parte de sus rutinas. «En mi casa, si no se compra el periódico no se come», dice José Manuel. «Si no leo la prensa, estoy inquieta todo el día», añade Fernanda. Eso sí, se dirigen a los quioscos con toda la protección posible, forrados con mascarillas y guantes. Y paseo corto, ir a por él y media vuelta para volver a casa. La mayoría elige la mañana para leerlo, dedicando un buen rato a profundizar y analizar. «Algo que sólo te permite el papel». Muchos son suscriptores, así que sus visitas al quiosco son aún más rápidas. Sus quiosqueros, que los reconocen de lejos, les extienden los ejemplares en cuanto llegan. Se conocen porque son muchas mañanas compartidas. Intercambian algunas palabras de ánimo. «A ver si esto termina pronto y volvemos a la normalidad». Y se van a sus casas a ojear El Diario. «Es la mejor manera de enterarme de todo lo que pasa en Cantabria, no lo cambio por nada».
Lleva años suscrito a El Diario Montañés y baja a recogerlo al Quiosco Moreno todas las mañanas. «Aunque ahora tengamos que pasar más horas en casa, esta parte de mi rutina no ha cambiado».
La prensa le ayuda a estar informado y saber «qué pasa aquí y en el resto mundo. Es esencial». Leer en papel es «reposado y reflexionado» y disfrutar un buen rato frente a su periódico es una parte importante de cada día.
t Fernanda. Para ella es «importantísimo estar informada». Toda la vida ha leído la prensa a diario y «seguiré haciéndolo». «El día que no leo el periódico estoy inquieta. Eserato que paso con él no lo cambio por nada».
ompra todos los días El Diario porque le gusta leer la prensa en formato papel, igual que los libros. «Y me interesa lo que pasa en el lugar donde vivo, Santander. La información es fundamental para mí».
«Soy fan del papel». Explica que así lee con más profundidad y puedes repasar cómodamente. «Es básico informarse y enterarse de lo que ocurre alrededor de cada uno. Ayuda a estar conectado con la realidad».
Esta vecina de la calle Augusto G. Linares, en el centro de Torrelavega, compra todos los días «desde hace años» El Diario Montañés, y los fines de semana «el ABC» y alguna revista cae: «Sí, el Hola».
No lo tiene fácil porque «estos días» el punto habitual donde compra el periódico, en Sierrapando, está cerrado, por lo que cada mañana se monta en el Torrebús para bajar a la capital y hacerse con El Diario.
Su trabajo como contratista para la fábrica de Solvay no le permite parar, de modo que cada día sale de la oficina para comprar la prensa y «estar bien informado de todo» aunque «estos días sólo hay un tema».
Otro que baja de Sierrapando al centro de Torrelavega porque «tengo que ir al banco». «En mi casa leemos todos El Diario, mi mujer y yo, y hasta mi hija, que se hace el autodefinido todos los días».
Residente en Joaquín Cayón, se acerca al quiosco de la 'plaza de los chones' cada mañana para comprar el periódico porque «es donde tienes la mejor información, ni internet, ni nada, a mi me gusta el papel, lo de toda la vida».
«Siempre me ha gustado leer El Diario». «Es el periódico de aquí, con mucha información local, que es lo que más me interesa». Lo leen ella y su madre, «a quien ayuda a estar un rato entretenida».
Comprar El Diario es una parte más de su rutina. En concreto, la primera. «En mi casa, si falta el periódico, no se come». Siempre dedica parte de sus mañanas a leerlo. «Es una costumbre de toda la vida».
Estos días, sólo sale de casa para ir a trabajar. Pero el jueves aprovechó que tenía que ir a hacer unos recados y compró El Diario. «Me tiene entretenida, me viene bien en estos días de confinamiento».
Su sección preferida es la de los deportes, aunque la crisis del coronavirus la tenga un poco paralizada. «En mi casa se lee siempre y cada uno se centra en lo que más le interesa: Cantabria, Nacional, Cultura...».
Es médico y periodista, aunque de esto último no llegó a ejercer. «Si la prensa se considera un bien esencial, será por algo». Lee El Diario y otro periódico de tirada nacional. «Esto es básico en mi día a día».
Natural de Oporto, aunque lleva ya varios años afincado en Torrelavega, le gusta estar informado a través de los distintos medios de comunicación, pero «lo de Cantabria siempre viene mejor en el periódico».
Este vecino de la calle Garcilaso de la Vega es otro de los lectores «fieles» al papel. «Lo compro a diario, y en casa me dicen muchas veces que lo puedo leer en una tablet, en un portátil, pero no me convence».
Pertenece a las nuevas generaciones y para estar informada reconoce que es asidua de internet aunque «de vez en cuando me gusta comprar el periódico, El Diario, aunque estos días estamos saturados».
«La prensa es como un hábito y más ahora que al tener que estar encerrados en casa disponemos de más tiempo para leer, el periódico y otras cosas, y también una disculpa para salir a la calle a comprarlo».
«Mi padre compra El Diario todos los días desde hace años pero como ahora no puede bajar a la calle, se lo llevo yo. Ya estará esperando sentado junto a la ventana para leer todo, no se salta nada». Se llama Jerónimo.
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Álvaro Machín | Santander
Guillermo Balbona | Santander
Sócrates Sánchez y Clara Privé (Diseño) | Santander
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