Este tipo de incapacidad es, por norma, incompatible con el ejercicio de ningún trabajo. Sin embargo, no tiene problema para ejercer la representación parlamentaria al ser un derecho civil. Esa misma situación ya le llevó a renunciar hace casi un año a su sueldo como alcalde de Bezana cuando sustituyó en el cargo a Pablo Zuloaga tras ser nombrado delegado del Gobierno.
La principal diferencia es que en el Consistorio podía dejar de percibir un salario municipal de forma automática y las normas fijadas en la Cámara regional exigen dedicación exclusiva para el cargo, al igual que para los portavoces de los grupos parlamentarios. Aunque el primer planteamiento que los socialistas pusieron encima de la mesa fue modificar las normas de funcionamiento que rigen la Cámara para quitar la dedicación exclusiva de estos cargos, la propuesta se encontró con la negativa inicial del Partido Popular y Ciudadanos, que no eran partidarios de introducir ese cambio. Ante esta circunstancia, tanto Gómez como la vicepresidenta segunda, la popular María José González Revuelta, apostaron por incluir un nuevo artículo a la redacción que le permita explícitamente por su situación particular renunciar a la retribución de 71.826 euros (58.630 euros en 14 pagas más otros 13.196 euros en concepto de indemnizaciones por gasto), según aparece reflejado en el Portal de Transparencia.
La máxima autoridad de la Cámara tiene, a día de hoy, reconocida la dedicación exclusiva
Gómez lleva pensionado por el problema neurálgico desde que era crupier del casino. A diferencia de Joaquín Ruiz Sisniega, que tuvo que acabar dimitiendo como director de la Fundación Marqués de Valdecilla por percibir su nómina pública y una incapacidad por enfermedad después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria declarara incompatible el cobro de ambas, el cargo de diputado se considera un derecho civil y no un empleo.
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