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Los altos niveles de contagios de covid de las últimas semanas están llevando a los hospitales cántabros a una situación límite. Según el último parte de datos de la Consejería de Sanidad, actualizados la pasada medianoche, en estos momentos hay 216 personas hospitalizadas por coronavirus, ... lo que supone 14 más que un día antes. Estos pacientes ocupan el 14,7% de todas las plazas disponibles en los hospitales de la región, un punto más que en el anterior recuento. Desde que el día 23 de enero se superó la cifra de 200 ingresados, a la que no se llegó en toda la segunda ola, el número de hospitalizados no ha vuelto a estar por debajo de ella y ya se sitúa en cifras similares a las que existían en el mes de abril.
Fue ese mismo día 23 cuando los enfermos críticos superaron la treintena e, igualmente, desde entonces nunca han estado por debajo de ese límite. Ahora son 38, cuatro más ingresados en las últimas horas, lo que eleva al 34,9% la ocupación de las camas UCI por parte de enfermos covid (tres puntos más), un grado de presión que mantiene en nivel cuatro, riesgo extremo, la alerta sanitaria en Cantabria.
Esta alta presión hospitalaría ha obligado a Valdecilla, donde hay 155 hospitalizados, a reducir a partir de la próxima semana la actividad quirúrgica a 22 quirófanos, tres menos de los que han funcionado durante los últimos días, para poder responder a este pico de ingresos, tanto en cuestión de camas de hospitalización como en el equipo de profesionales necesarios para atender a los pacientes. De este modo, tal y como explica la directora médica de Valdecilla, Rosana García, el dispositivo covid se va a ver reforzado por parte del personal de Enfermería y del Servicio de Anestesia y Reanimación, liberado con la reducción de quirófanos hasta ahora destinados a procedimientos de cirugía mayor ambulatoria. Este hecho no afectará en ningún caso a intervenciones de urgencia, oncológicas, de trasplante o programadas no demorables, que seguirán con las mismas rutinas.
Por otra parte, la lista negra de víctimas mortales también se ha engrosado: ayer fallecieron otras dos personas, una mujer de 76 años y un hombre de 90. Con ellas, ya se contabilizan 464 muertes en Cantabria desde el inicio de la pandemia (según la contabilidad oficial).
La única noticia esperanzadora que dejan los datos es que se confirma un aplanamiento en la curva de contagios: ayer se detectaron 151 casos nuevos, medio centenar menos que el miércoles. El porcentaje de incremento ha ido reduciéndose progresivamente, pasando de más del 40% al 30%, después al 11% y, la semana pasada, limitándose a un 7%, lo que podría interpretarse como que la tercera ola de la pandemia va perdiendo fuerza, aunque aún no haya llegado al punto de descenso.
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Así lo refleja la tasa de incidencia acumulada: la de catorce días se sitúa en 394 casos por 100.000 habitantes (apenas dos puntos más que la jornada precedente), mientras que la tasa a siete días es de 191 (ocho puntos menos). Siguiendo con los indicadores de transmisión de la enfermedad, la positividad, o porcentaje de casos positivos por pruebas realizadas, registra otro ligero descenso, hasta el 8,6%.
Los 216 hospitalizados se distribuyen de la siguiente manera: al margen de los 155 ya citados que están ingresados en Valdecilla, 33 lo están en Sierrallana, 27 en Laredo y uno en Tres Mares (Reinosa). Además, hay 3.156 enfermos en cuarentena domiciliaria porque su estado no reviste gravedad. De esta manera, el número de casos activos de covid en la actualidad se sitúa en 3.372.
En cuanto a los datos acumulados desde el inicio de la pandemia, Cantabria contabiliza 23.371 positivos, de los cuales se han curado 19.535, lo que supone el 84%.
«Valdecilla está sometido a mayor presión, pero seguimos manteniendo cierto margen, tanto para hospitalización de pacientes en cuidados intensivos, como en convencional«, explica la directora médica, Rosana García, sobre la situación que se vive en el hospital cántabro de referencia.
En intensivos, «tenemos cierto margen, pero estamos un poco más ajustados», añade. Por eso es previsible que a las UCI que se dedican en exclusiva al covid (salas A, B, C y Pabellón 15) se le sume en la práctica el pabellón 17, inaugurado hace unos días, pero aún sin pacientes ingresados. Además, dentro del Plan de Contingencia del hospital existe la previsión de poder utilizar la REA (Reanimación) como UCI en caso de necesitarlo. En tal escenario, a los pacientes quirúrgicos que necesitan reanimación se les atendería en el Hospital de Día.
Tal y como explica la directora médica, la utilización de las áreas de Reanimación, incluso como UCI covid, «es algo que han hecho casi todos los hospitales del país y que nosotros afortunadamente no hemos necesitado en este momento; pero tenemos esa capacidad de reserva».
Por lo que respecta a la hospitalización convencional, no está previsto aumentar de forma inmediata el número de plantas dedicadas a los pacientes covid (actualmente las séptimas y las sextas), ya que, a pesar del elevado número de ingresos de los últimos días, también se han podido dar un elevado número de altas.
«Tenemos un poco más de presión en la parte no covid», admite García, que apunta el importante 'desahogo' que supone el hecho de disponer del Hospital de Liencres, con 35 camas habilitadas por el momento. «Liencres ha sido un desahogo importante. En la primera parte de la pandemia lo utilizamos como hospital covid y ahora, en esta ola, hemos preferido utilizarlo como hospital no covid porque nos permite mucha más flexibilidad y estamos derivando allí a pacientes de Medicina Interna sin patologías graves».
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