La previsión turística para el puente es «excelente», con un 95% de ocupación

«Las previsiones para este puente son excelentes, con una ocupación estimada en los destinos de costa del 95% y entre un 90 y un 95% en Liébana, Liérganes y Bárcena Mayor», detalla.

Otro dato significativo es que el Parque de la Naturaleza de Cabárceno tiene las entradas agotadas para mañana desde hace varios días, con cerca de 4.800 tiques vendidos. El teleférico de Fuente Dé también ha registrado para el viernes una venta online más fuerte de lo habitual en otras fechas señaladas, según indican desde la Consejería de Turismo.

Bedia ejemplifica que los datos de afluencia turística logrados en septiembre y lo que va de octubre «son comparables a los del mes de julio, pero con tarifas más bajas». En definitiva, «unos meses que hace años eran considerados temporada baja, hoy registran una media de reservas equiparable a la temporada alta». En este sentido, celebra el responsable de los hosteleros que «el puente del Pilar, que cae en jueves y está acompañado de sol y altas temperaturas, contribuye a que el sector pueda alargar la temporada como nunca antes».

La elevada cifra de reservas para el puente constata que «el norte, en general, es un destino que está en auge, muy apetecible», destaca Bedia.

La estancia media en septiembre y octubre ha sido de cuatro o cinco días, con una importante presencia de viajeros extranjeros, de Francia, Italia, Inglaterra..., además de la continua afluencia de peregrinos. Y el turismo que se espera para este puente en Cantabria es esencialmente nacional y familiar. Las comunidades que visitan la región son en mayor medida Madrid, País Vasco y Castilla y León. «El mayor reto de la hostelería es prestar el mejor servicio y recibir a los clientes con los brazos abiertos para seguir vendiendo, como hasta ahora, esta tierra y su gastronomía, y que el visitante se vaya satisfecho», enfatiza el presidente de la AEHC.

En este puente del 12 de octubre están previstos en Cantabria más de 87.000 desplazamientos por carretera a lo largo de la operación especial que arrancó ayer a las 15.00 horas y se prolongará hasta el domingo.

La Guardia Civil desplegará en la región hasta 180 agentes por las carreteras para facilitar los desplazamientos y la fluidez de la circulación, contando también con la colaboración de las distintas policías locales. Uno de los puntos más conflictivos será la zona próxima a Torrelavega, en el entronque entre las autovías A-67 y A-8. Se prevén también retenciones en la A-8 entre Laredo y País Vasco. Hay diez radares operativos, uno de ellos de tramo (en la N-629, entre las localidades de Limpias y Ampuero), y tres cámaras de control de móvil y cinturón de seguridad, dos de ellas en la A-67 y una en la A-8.