El primer parque eólico de Cantabria

Por otro, el parque eólico de Cañoneras demuestra que Cantabria puede aprovechar un recurso natural y renovable, sin afectar otros recursos ganaderos, forestales o turísticos que dependen estos últimos, entre otras cosas, de los elevados valores ambientales y paisajísticos de nuestra comunidad.

Según el Ayuntamiento de Soba, la aceptación de la instalación entre su población es superior al 90% y están abiertos a que nuevos parques se instalen en el municipio. Actualmente el parque eólico es la mayor fuente de ingresos para el ayuntamiento y juntas vecinales y esto es muy importante porque da idea de lo que puede suponer el aprovechamiento de esta energía en el entorno rural: ingresos recurrentes, creación de empleo, fijación de población, etcétera.

La elección del lugar de ubicación del parque eólico fue precedida de unos rigurosos estudios de potencial eólico. Dada la orografía del lugar, las ubicaciones más expuestas y por tanto más energéticas, coincidían con las más visibles, por lo que los técnicos multidisciplinares que intervinieron en la elaboración del estudio de impacto ambiental propusieron distintas medidas para compatibilizar los impactos ambientales e integrar la instalación en el medio ambiente, lo que se ha conseguido.

Es importante señalar que la energía eléctrica producida por el parque eólico, cerca del puerto de Los Tornos, se entrega en la subestación de Ramales y de ahí se distribuye por la red pudiendo atender la demanda del equivalente a unos 14.000 hogares cántabros.

El parque se construyó en dos fases; iniciándose la construcción de la primera en 2006, en la que se implantaron 21 aerogeneradores de 850 kW de potencia nominal cada uno, junto con la subestación, el edificio de control y la necesaria línea de alta tensión que conectó la subestación del parque con la citada SET de Ramales, tras más de 12 kilómetros de recorrido. Para esta primera fase se construyeron los caminos de acceso y servicio, desde el puerto de Los Tornos, que se utilizaron también durante la construcción de la segunda fase del parque. Esta primera fase entró en funcionamiento en diciembre de 2007.

La segunda fase, que entró en funcionamiento en 2010, fue más sencilla en lo que a la construcción se refiere, pero requirió de un notable trabajo de I+D en el campo eólico, ya que los 17 aerogeneradores que se instalaron, de igual potencia que los anteriores, se diseñaron expresamente para soportar los vientos extremos que aparecen periódicamente en las ubicaciones más expuestas del parque eólico.

Tras varios años de funcionamiento y con una tecnología eólica cada vez más avanzada, el parque eólico de Cañoneras ha demostrado que el aprovechamiento de esta energía puede llevarse a cabo en nuestra comunidad con el máximo respeto a los valores ambientales.

En cuanto a competencias profesionales, en el sector de la energía eólica participan activamente los ingenieros Industriales y los de Caminos. Los ingenieros de Caminos han estado tradicionalmente vinculados a las actividades relacionadas con el agua y la energía y deben jugar un papel fundamental en el campo de las energías renovables, especialmente en el de la energía eólica, que combina temáticas tan vinculadas a la profesión como la obra civil, energía, cálculo de estructuras, gestión, etcétera.

* Agustín Valcarce Polanco es Consejero de Eólica 2000 S.L. y miembro del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos