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La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) se ha cobrado en la primera semana de su reaparición la vida de 19 animales y ha infectado a 85. Este es el balance hecho público este lunes por la Consejería de Ganadería, que el lunes de la semana pasada ... sólo tenía la confirmación oficial de ocho contagios y ningún deceso. Sin embargo, al igual que sucede en el resto del país, la expansión es cada vez más rápida. El mapa de color actual tiñe de rojo Cantabria de manera transversal desde el territorio pasiego hasta la franja norte del litoral. En total, hay nueve municipios afectados de tres comarcas agroganaderas diferentes: San Pedro del Romeral, Vega de Pas, Luena y Santiurde de Toranzo (comarca de San Vicente de Toranzo), Villacarriedo, Selaya y Saro (comarca de Villacarriedo) y Suances (comarca de Torrelavega).
El regreso de la EHE ha puesto en estado de alarma al sector primario, que teme que la picadura del mosquito que desencadena los contagios pueda volver a poner en jaque su actividad. Los ganaderos se quejan de que hay muchos más casos de los que recogen los datos oficiales. «La enfermedad es de declaración obligatoria para todos los afectados, así que entendemos que todos han notificado los casos», afirmó este lunes rotundo el titular del ramo, Pablo Palencia, para defender las cifras. Por tanto, para el Gobierno regional sólo existen los positivos y fallecimientos que certifica el Servicio de Laboratorio y Control, que es el encargado desde ahora de verificar las muestras. Lo que trata de evitar Ganadería es que el nivel de alerta aumente, por eso pide un esfuerzo a los profesionales para que comuniquen a sus veterinarios de explotación la presencia de cualquier animal sospechoso con síntomas clínicos que puedan ser compatibles con la enfermedad.
La esperanza gubernamental es que la recién aprobada vacuna comience a hacer efecto y también que todos los profesionales se conciencien de la importancia de vacunar al ganado. Eso sí, Palencia también reconoció que «tras tres años con esta epidemia por España, acabamos de recibir las primeras vacunas y hay cola por parte de los ganaderos», en una clara crítica al Ministerio de Agricultura.
El objetivo de la inyección es impedir que suceda lo del año pasado, donde la enfermedad hemorrágica se llevó por delante la vida de casi 2.300 animales tras haber infectado a más de 7.000. Uno de los caballos de batalla entre los ganaderos y la Consejería es quién debe asumir el coste de los viales –dos dosis, con un intervalo de tres semanas entre ambos–, cuyo precio ronda los 10 euros por animal. Las agrupaciones profesionales agrarias consideran que debería ser la Consejería, y esta, a su vez, apunta al Ministerio. El consejero aseguró de nuevo, como ya hiciera la semana pasada en este periódico, que el Gobierno regional prepara ayudas en función de cómo avance la enfermedad durante «las próximas semanas o meses».
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