El transporte de 'Sahira' se realizará por carretera desde Valencia en un vehículo adaptado especial para estos animales. El viaje tendrá una duración de unas 12 horas y se espera poder efectuar la descarga en el parque en la tarde del próximo Jueves Santo.
'Sahira' es un animal muy tranquilo y joven y por lo tanto su adaptación al parque será más sencilla que si fuese adulto. Los servicios veterinarios del parque recluirán al animal por precaución en el nuevo edificio construido o en los patios anexos, para que vaya haciéndose al entorno, a los cuidadores, al manejo y a la alimentación. A lo largo de las próximas semanas irán llegando el resto de las jirafas, 'Lluna', de 4 años y 'Kenya', de 3 años, también procedentes ambas de Valencia. En un futuro cercano se adquirirá un macho que se unirá al grupo de hembras y de esta manera se podrá formar un grupo reproductor e incrementar la escasa población de esta especie en cautividad que actualmente apenas supera los 300 individuos.
Estas jirafas llegarán a Cabárceno para sustituir a las tres que fallecieron en enero de 2018 a causa de un incendio en la caseta en la que se refugiaban esa noche. Su muerte fue un duro palo para los responsables del Parque de la Naturaleza, que rápidamente iniciaron los trabajos para construir un nuevo recinto más seguro y contactaron con zoos de toda Europa para iniciar los trámites para adquirir nuevos ejemplares de estos espectaculares herbívoros.
En África viven siete subespecies de jirafa y la que se va a incorporar al Parque de la Naturaleza de Cabárceno es la subespecie 'Rothschild' (Giraffa camelopardalis rothschildi), que es la que se encuentra en más serio peligro de extinción. Esta subespecie vive en las grandes sabanas de Kenia y Uganda y se caracteriza por ser de las más altas y grandes. Su color es naranja y marrón y se diferencia del resto en que sus patas no tienen manchas, son de color blanquecino y tienen 5 cuernecillos en la cabeza. Después del elefante y el rinoceronte es el mamífero que tiene una gestación más larga, entre 15 y 16 meses.
Proceso de adaptación y nuevo edificio
Los veterinarios del parque han previsto un programa de adaptación de las jirafas que procederá a soltar a los animales en la pradera de cinco hectáreas, cuando se cuente al menos con dos ejemplares. De esta manera compartirán el espacio y la convivencia con el grupo de antílopes eland y los avestruces que allí viven.
El nuevo edificio de guarda y manejo de jirafas se ha diseñado para alojar hasta cinco ejemplares, disponiendo además de compartimentos desmontables en su interior para diferenciar los espacios en función de las necesidades de manejo de los animales, tales como separación de machos, protección de crías, etcétera.
En el diseño del edificio ha primado la eficiencia energética de las instalaciones y el bienestar de los animales. Por ese motivo se ha instalado un sistema de calefacción mediante infrarrojos, avalado por la Asociación Internacional de Centros de Conservación de Fauna (EAZA), y se dispondrá de un aislamiento extra para permitir unas condiciones de confort térmico adecuadas para esta especie que precisa una temperatura mínima entre de 12 y 15 grados.
Las formas del edificio y materiales empleados se han seleccionado buscando la máxima integración en el entorno, empleando la madera en los revestimientos estéticos exteriores y la chapa en cubierta con tonalidades marrones. Las instalaciones se completan con un sistema de detección de incendios, suministro de agua, red de fibra óptica para monitorización, suministro eléctrico e iluminación.
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