![«Esta es una primera victoria»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202202/09/media/cortadas/71239647-kUjB--1248x834@Diario%20Montanes.jpg)
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Es una de las reacciones más breves, pero puede que la que mejor describe la sensación que se respira en los once municipios afectados. «Mi valoración es la de los vecinos y todos están en contra. Si los vecinos no lo quieren, nosotros estamos con ... ellos. Así que lo hemos recibido con alegría y estamos encantados». Es lo que comentaba ayer el alcalde de Saro, Miguel Ángel Prieto (PP), cuando El Diario Montañés le preguntó por la renuncia de Green Capital Power a la construcción de dos parques eólicos. Quebraduras y Amaranta. Hay otro par de frases en el repaso por los ayuntamientos que describen una sensación de triunfo, en mayor o menor medida, generalizada. Una es de José Miguel Crespo (PRC), alcalde de Miera. Pendiente del resto de parques -el de Garma Blanca es el que más les afecta- resume lo sucedido como «una primera victoria». La otra es una anécdota que deja Pilar del Río (PP), la primera edil de Santa María de Cayón: «Han llamado varios vecinos preguntando si era cierta la información. Estaban encantados cuando se lo hemos confirmado».
En todas las conversaciones los alcaldes repiten que presentaron alegaciones, que los plenos de sus consistorios se mostraron en contra o que hicieron todo lo posible. «Que duda cabe que seguir escrupulosamente los cauces legales tiene sus frutos», destaca Gema Perojo (PRC), alcaldesa de Solórzano. Su opinión es especialmente importante porque el municipio estaba afectado por los dos parques previstos, Amaranta y Quebraduras (es el único de los once). «Esto es un logro que ha encontrado al municipio unido, como lo pudimos observar en una de las primeras charlas informativas que organizó el equipo de gobierno junto a la empresa Medio Ambiente Consulting».
Los hay que lo tenían claro, que lo daban por hecho, y también los que prefieren esperar porque aún hay dudas. Entre los primeros, José Carlos Lavín, alcalde de Penagos (independiente). «Esperábamos la noticia, no ha sido una sorpresa. Como ayuntamiento presentamos unas muy buenas alegaciones contra el proyecto, que se caía por todos los lados tanto urbanística como medioambientalmente. El planteamiento era completamente inviable, sobre todo por la dimensión de los molinos». Entre los segundos, por ejemplo, Riotuerto. Hablan de cautela. «No se nos ha notificado de manera oficial, por lo que hay que ser prudentes. Sobre todo, porque el proyecto que realmente nos afecta es el de Garma Blanca, y sobre ese parece que todavía no hay nada definido. De todas formas, dado que el pleno aprobó con mayoría absoluta declarar Riotuerto como zona de exclusión eólica, la retirada de Amaranta es una buena noticia», apunta Alfredo Madrazo (PRC).
Pilar del RíoS| alcaldesa santa María de Cayón
Gema Perojo | Alcaldesa Solórzano
Miguel Ángel Prieto | alcalde Saro
José Carlos Lavín | Alcalde Penagos
Garma Blanca alimenta la duda que también mantienen en Miera «por cercanía e impacto». «Es un principio, pero no podemos lanzar campanas al vuelo. No obstante. todo está interrelacionado». Por eso, Crespo apuntaba eso de «una primera victoria» que se recoge en las primeras líneas.
Hay otro tipo de dudas. Cuestiones que les gustaría aclarar. Una de ellas, la que plantea el teniente de alcalde de Liérganes, José Ortiz (del PRC -hay que recordar que el alcalde, Santiago Rego, es independiente-). Ellos entendían que, en su municipio, «como pueblo bonito de España, no se podía permitir el impacto visual de los molinos». Por eso presentaron alegaciones. Pero les parece «chocante» que «Green Capital Power nos contestara una por una a nuestras alegaciones, rebatiéndolas, para muy poco tiempo después haber optado por desistir». Les llama la atención el cambio.
Y algo similar les ocurre en el ayuntamiento de Santa María de Cayón -también hablan de «buenísima noticia» por el impacto que podría producirse, sobre todo, en Esles, «uno de los pueblos más bonitos del municipio»-. «Nos lo han comunicado desde la Dirección General de Industria, pero nos llama la atención que en la información no se fundamentan los motivos para que la empresa haya decidido renunciar», apunta Del Río.
Aquí conviene hacer un paréntesis en el repaso municipal. Porque a las dudas -lo que pasará con Garma Blanca o los motivos reales de la empresa para la renuncia- entran de lleno los colectivos vecinales que, sobre el terreno, llevan meses «picando piedra» contra los proyectos.
«Lo recibimos con cautela porque falta saber lo que han negociado para que renuncien o si sólo es por recoger los avales», apunta Aitor Lobato, de la Plataforma en defensa de los Valles Pasiegos. Y esa misma prudencia mantiene al preguntarle si, caídos Quebraduras y Amaranta, caen también los parques de Ribota y Garma Blanca -que en todos los dictámenes hasta ahora se han considerado como un único parque-. «Prefiero esperar. Que es un único parque es una obviedad y así está reconocido, pero pueden modificarlo, como así ha pasado con El Escudo para seguir con la tramitación». ¿Lo siguiente en la hoja de ruta? «Lo más inmediato ahora es seguir con la vía judicial en El Escudo. Y en el resto, ver si las empresas se retiran y si las declaraciones de impacto ambiental son declaradas positivas o negativas», explica.
Iván López, de la Vecindad del Valle del Miera, es más optimista respecto a Garma Blanca y casi da por hecho que la renuncia de estos dos confirma también la caída de los otros. «Tanto los vecinos como las plataformas y el Gobierno han coincidido en que es un único parque. Todos hemos coincidido en eso. Legalmente es un parque, ningún organismo dice que sean cuatro. Falta por declararse el Ministerio, que está muy saturado y necesita tiempo, pero todo el mundo hasta ahora coincide en que es un parque». Y, por eso, porque «ellos tontos no son» (la empresa), cree que se retirarán para no perder los avales.
Más allá de ese matiz, ambos ayer coincidían en el sentimiento de satisfacción. En la sensación de victoria parcial. «Es positivo y esperamos que el resto de parques siga por el mismo camino. Ya sea porque lo retiren las empresas, por decisiones de los gobiernos autonómico o nacional o por la vía judicial. Y, cuanto antes, mejor. Por el desgaste que todo esto tiene para los colectivos. Es una gran alegría. Sobre todo para los municipios afectados, porque han sido vecindades muy activas», resume Lobato. «Lo valoramos muy positivamente. Se lo pueden imaginar: encantadísimos», añade López, que cree que los proyectos eran «inviables» y «no tenían en cuenta a los vecinos». «Las líneas de alta tensión pasaban por mitad del pueblo y por el patrimonio. El proyecto era muy deficiente. Nos ha tocado leer miles de páginas y hemos tenido claro que no iban a salir adelante. El aspecto medioambiental era atroz».
Volviendo al repaso municipio por municipio, otra de las ideas más repetidas es la de «a favor de las energías renovables pero siempre que estén bien adaptadas al medio» (la frase es del alcalde de Penagos). En eso centraba ayer su respuesta Alejandro Llano (PRC) desde Hazas de Cesto. «Estamos convencidos de que el futuro son las energías renovables, pero siempre hemos defendido que los proyectos deben respetar los entornos». Como en Entrambasaguas. María Jesús Susinos (PP) reconocía que «había preocupación porque nunca puedes decir que un proyecto que empieza a dar sus primeros pasos no tenga futuro». «Es -resumía- una buena noticia porque, aunque no estamos en contra de este tipo de instalaciones, sí del lugar en el que se planteaba».
En este sentido, llama la atención la advertencia que hace, a título personal, Luis Santander (PRC), teniente de alcalde en Arredondo y exregidor del municipio. Dice de entrada que en el Ayuntamiento dan por hecho que, con lo sucedido, «el proyecto Garma Blanca no tiene recorrido». También que el equipo de gobierno está «está ahora mismo en contra» de estos proyectos. Pero su opinión -y remarca eso, que es su visión- es que «igual un día nos acordamos de estos parques». Y lo advierte «dada la situación actual de los ayuntamientos, ya que la mayoría creo que está en riesgo de despoblamiento y la inyección económica hubiera sido vital para el mantenimiento de la gente en los pueblos».
Una visión que choca radicalmente con la que falta. Otra valoración corta, pero -como la de las primeras líneas- 'ilustrativa'. «Que no vengan a matar el paisaje, que es lo único que tenemos. Paisaje, la riqueza del agua y naturaleza. Si se hacen los molinos no se hace una cabaña y se irían todos los que se han hecho una. La gente no lo quiere». Es lo que cree Antonio Fernández (PP), alcalde de San Roque de Riomiera.
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