«Primero noté que me daba un latigazo tremendo y luego pasó como un obús»

El entrecomillado le pertenece a la mujer que conducía el DS7 contra el que se empotró el SsangYong de Jaime Acebes, el conductor de 73 años que en la tarde del pasado martes causó el triple atropello mortal frente al camping de Suesa. Ella prefiere mantenerse en el anonimato y que su testimonio en este periódico vaya acompañado de las iniciales M. G.; pero sus palabras son cruciales para comprender con detalle lo sucedido en el trágico atropello que terminó con las vidas de Erika (42 años), su hijo Ethan (19) y María Teresa (68), que llevaban años siendo clientes del camping Somo Parque.

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«Abrí los ojos y vi el techo del coche». El tremendo golpe había desencajado su asiento y lo había inclinado hacia detrás. Así se mantuvo un tiempo, hasta que tuvo fuerzas para reaccionar. Después, cuando le ayudaron a salir del vehículo, fue consciente de lo que había pasado. «Me enteré de lo que había hecho este señor antes de llegar a mí. Y entonces pensé... yo porque iba en mi coche, si llego a ir caminando, también estaría muerta», reflexiona días después de vivir aquel trance, y tras pasar por el hospital para que le realizaran todas las pruebas para descartar una lesión grave.

«Lo que sí tengo es un fuerte dolor en el cuello por el golpe y me han puesto un collarín». Y la ansiedad ha dejado huella: «Tengo el cuerpo completamente deshecho, agotado y dolorido por la tensión». Y eso pese a que en todo momento evitó las imágenes más dolorosas del accidente. «No quise mirar hacia arriba, donde estaban las víctimas. Estaba escuchando todo el entorno, a los que estaban allí, y con eso me bastaba para saber que había sido horrible». Se refugió en cuanto pudo en la furgoneta de atestados de la Guardia Civil, tan pronto como llegaron y le ordenaron que prestara declaración. «Luego me encerré en la cafetería del camping y procuré no ver nada más porque sabía que estaba siendo horroroso. Me da mucha pena. El pobre niño que era el familiar de los fallecidos, estaba allí, viéndolo todo». Tan fuerte fue el impacto que su coche ha sido declarado siniestro total. «Este hombre venía muy, muy rápido porque el golpe fue tremendo». Testimonios de los que estaban en el lugar certificaron ayer que el SsangYong perdió la rueda delantera derecha en el primer impacto contra la valla y que luego continuó avanzando varios metros con sólo tres ruedas. «Tienes que ir muy, muy rápido para hacer eso y poder andar».

Lo que ha indignado especialmente a M. G. es conocer el positivo de drogas y de alcohol (0,73 miligramos por litro en aire respirado) de Jaime Acebes. «No es de recibo que este señor, después de lo que ha hecho, esté en la calle. Es una vergüenza». Dice que comprende la argumentación jurídica y que la prisión provisional no está para castigar, «pero no se entiende que alguien que ha cometido esta imprudencia y haya acabado con la vida de tres personas esté en la calle como si no hubiera pasado nada».

Es partidaria de endurecer las penas y de «tomar cartas en el asunto» en el tramo de la carretera autonómica que pasa frente al camping Somo Parque. «Es un lugar por el que muchos coches pasan a una velocidad muy superior a la permitida. Hay que hacer algo».