Secciones
Servicios
Destacamos
Cuatro días de huelga de los Letrados de Administración de Justicia (LAJ) y casi trescientos juicios suspendidos en Cantabria. Este viernes, otros 50, según relatan desde el Colegio Nacional de LAJ, uno de los colectivos convocantes. De hecho, únicamente se están celebrando –que son unos ... pocos– los fijados por el Ministerio en los servicios mínimos, entre los que se encuentran las causas con preso (como la del acusado de asesinar a su madre de estos últimos días). Pero es que los efectos del paro abarcan numerosas áreas, lo que está amontonando trámites y provocando serios problemas en unos siempre apurados juzgados. Durante la mañana del cuarto día, por ejemplo, no se libraron ni las siete bodas que estaban previstas en el Registro Civil. Suspendidas. Una mala jornada para el sí quiero.
285juicios suspendidos desde que arrancó la huelga el pasado martes.
52actos de conciliación que, igualmente, han quedado suspendidos por los paros.
Juicios, actos de conciliación, diligencias de inventario en divisiones de herencia, declaraciones de investigados, perjudicados o testigos, notificaciones telemáticas... La labor de los antiguos secretarios judiciales está presente en todo esto. Más allá de las diferentes visiones del seguimiento de la huelga que ofrecen los convocantes (el jueves, un 85%) y el Ministerio de Justicia (hablaban a nivel nacional de un 24,54% ese mismo día), hay datos que muestran unos efectos claros en la rutina los juzgados. En sólo cuatro días (hasta las nueve de la mañana de este viernes), 412 demandas sin tramitar, 926 escritos de trámite pendientes de aceptar y hasta 13.082 pendientes de proveer, según datos confirmados por la Consejería de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior (que pese a no tener competencias en el conflicto, muestra su preocupación por sus consecuencias en la comunidad).
412Demandas sin tramitar. Retenidas y ni siquiera repartidas entre los juzgados.
926escritos presentados y que permanecen pendientes de aceptar.
13.082escritos pendientes de proveer (aceptados por los juzgados, pero sin curso procesal).
Y hay más: 65 apoderamientos, cinco diligencias de inventarios de liquidaciones de régimen económico matrimonial... Por no hablar de la labor de gestión de la cuenta de depósitos y consignaciones de los juzgados. Entra dinero (de indemnizaciones, multas, embargos de salarios, costas judiciales...), pero no sale estos días porque necesita la firma de estos profesionales (lo que tendrá consecuencias, por ejemplo, para el pago de pensiones alimenticias).
Ojo, porque la huelga se ha convocado con carácter indefinido. A más días, más asuntos parados. Y tiene pinta de ir para largo. Los antiguos secretarios judiciales (que solicitan que sus retribuciones se referencien a las correspondientes a la carrera judial y a sus responsabilidades, y un marco de representación independiente y propio) y el Ministerio de Justicia, lejos de acercar posturas, se distancian. Lo último, imágenes de togas colgadas en las fachadas de los juzgados como acto de reivindicación. Ya lo han hecho en distintas ciudades del país y pronto se verá en Cantabria.
«Los datos que vemos, y en tan pocos días, son muy preocupantes. Todo lo que capeamos juntos para salir de la situación generada tras la pandemia está en riesgo. Si esto se dilata mucho más, podemos estar incluso peor que entonces. Estamos seriamente preocupados». La reflexión es de Paula Fernández, consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior del Gobierno de Cantabria. Aunque la competencia no es autonómica, desde el departamento de Fernández –que está en comunicación con las partes en concflicto– siguen la evolución de los acontecimientos y, sobre todo, las consecuencias. Fernández hace un llamamiento al diálogo.
«Creo que nosotros nos tenemos que sumar a la petición para reiniciar ese diálogo. Las posiciones están muy enquistadas y a día de hoy hay mucha distancia entre las partes. Todos tendrán que dejar por el camino parte de sus objetivos y no debemos olvidar que se trata de un servicio público esencial». Fernández recuerda que la Justicia es «un sistema integral» en el que, si «falla un eslabón de la cadena», todo corre peligro. Y repasa las cifras de incidencia, que se traducen en repercusiones para los ciudadanos. «Los Letrados de la Administración de Justicia juegan un papel fundamental».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.