La campaña de vacunas contra la gripe arranca con la vista puesta en el covid

A los ambulatorios se han mandado listas con las personas incluidas en los grupos 'diana' (a los que se vacuna de forma gratuita, porque el resto, si quiere, debe pagárselo por su cuenta). En total (mayores de 60, usuarios de residencias, población de riesgo, personal sanitario, policías, maestros –otra de las novedades–...), son unos 168.000 nombres. «Se ha pretendido hacer una captación activa. En vez de que llamen, llamarles desde el centro de salud», explica González. No obstante, reconoce que hay personas que no lo saben y que siguen llamando por teléfono o acudiendo directamente al mostrador para coger cita. De hecho, aclara que las colas que se ven ante la puerta del edificio tienen más que ver con los problemas de estos días para pedir esas citas –en general, para cualquier consulta–, que con la campaña de vacunación en sí. «No ha habido filas dentro. Fuera sí, pero no cola para vacunarse. Ha sido continuo, pero fluido». En concreto, una persona cada tres minutos.

Incluidos en dos bolsas de usuarios. «Hay una agenda especial de vacunas. Se cita por la mañana y también por la tarde de cuatro a ocho aprovechando que en el centro a esa hora no hay pacientes y para que no se acumule mucha gente. Y, además, cada enfermera o algunos médicos, con los pacientes que tienen citados para otras cuestiones, se aprovecha y se les vacuna».

Todo, con la idea de aumentar esta vez el porcentaje de vacunados y colaborar así en una menor presión sobre los servicios sanitarios por la posible coincidencia de enfermos de gripe y contagiados de coronavirus. Ampliar la cifra de los que pasan para recibir un pinchazo intramuscular en el deltoides que, visto en directo, no parece doler mucho. «Si se pone algo rojo o quema, póngase un poco de hielo. Y si nota cierto malestar, tome un paracetamol o lo que suela tomar normalmente», recomiendan justo cuando se están bajando ya la manga de la camisa. Eso y, por precaución, no alejarse mucho del centro de salud los quince o veinte minutos inmediatamente posteriores al pinchazo (el plazo, según explican, en el que puede presentarse, de hacerlo –que no es habitual–, alguna reacción adversa por la vacuna).

«Este año, con la que está cayendo, hay que curarse en salud», comentaba recién vacunada Mari Carmen. «De la gente a la que yo puedo preguntar, todos me han dicho que van a venir».