«No son los primeros polizones que se equivocan de camión»

«Estamos acostumbrados a encontrarlos. No son los primeros polizones que se equivocan de camión y reaccionan tarde. Lo que ocurre es que no suelen acabar tan maltrechos como el caso de estas dos personas que terminaron seriamente heridas», aclaran fuentes de la Guardia Civil.

La Benemérita conoce su modus operandi. Se trata habitualmente de hombres jóvenes de nacionalidad albanesa que buscan cualquier resquicio para burlar la seguridad del Puerto y acceder a un buque con destino a Inglaterra. «Hay informaciones incluso que revelan que se dedican a esperar en las estaciones de servicio, a la caza de camiones que sepan que tienen como destino el Puerto», cuentan en la Guardia Civil.

Suele funcionar el chivatazo, o incluso son ellos mismos los que preguntan al conductor, que en la mayor parte de los casos es quien llama a los agentes. «Muchas veces escuchan ruidos en la carga y sospechan. Entonces nosotros acudimos e inspeccionamos. Normalmente los encontramos», cuenta el Instituto Armado.

Pero sucede que en ocasiones la apuesta de los polizones es la errónea. «Se equivocan de camión y suben a uno que en lugar de ir hacia el Puerto, va hacia el interior de la Península. Entonces suelen darse cuenta ya tarde, por ejemplo, cuando desde el interior se dan cuenta con el localizador del móvil de que están yendo en dirección contraria. Entonces es cuando empiezan a buscar soluciones».

La que hallaron este miércoles los dos jóvenes, de 16 y otro cuya edad no se ha concretado, pero que rondaba los 20, fue la peor de las posibles. Se lanzaron en marcha al asfalto en la A-67, a la altura de Molledo, y quedaron gravemente heridos. Aún están ingresados en Valdecilla con politraumatismos y otras heridas.

«Cuando las medidas de seguridad se incrementan en el salto de la valla, las cosas se complican y buscan alternativas. Ahora, una de ellas es el acceso en vehículos». Pero la Guardia Civil maneja tecnología para buscar sin necesidad de tener contacto visual. Se utilizan detectores de CO2, que delatan la respiración de personas en el interior de los remolques, cámaras térmicas, etc.

Unas medidas que se suman a las desplegadas por la Policía Nacional, encargada en este ámbito de velar por el control de la seguridad del perímetro exterior. «Cuando somos requeridos por cualquier usuario de un vehículo porque cree que hay escondidos extranjeros en el interior, acudimos a la mayor brevedad posible con funcionarios especializados en extranjería para realizar las comprobaciones y determinar la situación administrativa de dichas personas», cuentan en la Policía.